Hay que echar la mirada muy atrás, incluso más de dos años, en los tiempos de Ancelotti, para que el madridismo disfrutara en el Santiago Bernabéu de unos 45 minutos tan sumamente buenos del Real Madrid. No se recordaba en la etapa Zidane, ni mucho menos en la época de Benítez, una primera parte en la que el equipo blanco bordara el fútbol, marcando con mucha facilidad, teniendo solidez defensiva y sin un solo fallo. El 3-0 de la primera mitad le valió para afrontar la segunda con una tranquilidad poco habitual en el Bernabéu y en la que además también corrigió los pecados de antaño: no soltó el balón, no dejó meterse al rival en el partido y siguió llevando el partido por donde quería.
Pasada ya la euforia, la vida sigue y el Madrid recibirá este sábado al Granada (13:00 horas) en un nuevo partido de Liga. Queda pues analizar los motivos de tal brillante encuentro ante el Sevilla, en el que no participó ningún integrante de la 'BBC' por tercera vez (en fecha decisiva) desde que los tres están en el Real Madrid. A Zidane le toca estudiar si es posible entender un Madrid sin ninguno de sus tres baluartes de ataque o si lo que ocurrió ante el Sevilla se trata de un encuentro aislado. A la vista de las opiniones de muchos aficionados, no serían éstos contrario a seguir probando con los James, Asensio o Morata (los que jugaron en Copa) u otros jugadores de segunda fila que aportan algo nuevo. Gustó mucho el trabajo de los titulares ante el Sevilla porque aportaron mucha más presión de lo habitual y encima no faltó el gol, al contrario, hubo tres y otros tantos errados.
La afición, encantada con los 'nuevos'
"¡Por fin presionamos con once!", se escuchaba en el descanso del partido por parte de unos aficionados. El comentario estaba bastante extendido. Los corrillos del intermedio del encuentro y también al final iban todos en una misma dirección: lo bien que había funcionado el equipo con el ataque B, con aquellos llamados a reivindicarse en los pocos minutos de los que dispongan, todos ellos a la sombra de una BBC indiscutible para Zidane. El equipo estuvo mucho más compacto, dominó en todas las facetas del juego porque la defensa comenzó en el ataque y presionó continuamente la salida del balón del Sevilla de Sampaoli, ahogado todo el partido. Fue el Madrid más solidario y, en definitiva, fue el Madrid más equipo. Y además goleó, por lo que todo fue de perlas.
Se reabre así otro debate en el Madrid. Y es lógico que así sea. Como dice su presidente en tantas ocasiones, no se puede caer en la autocomplacencia y hay que buscar el máximo, mejorando cada día. Por eso el debate es sano, porque se habla de fútbol, de mejora en el equipo, de nuevos jugadores que aparecen con ganas. La temporada, tan larga si se llega al final de los tres torneos, obliga a buscar alternativas y a no jugar solo con los mismos once. El partido de James, por ejemplo, fue excepcional y debe como mínimo romper ese búnker que es la titularidad indiscutible y sin fisuras de la 'BBC'.
No se saca con esto la conclusión de que Benzema, Bale y Cristiano sean malos o su tiempo ha acabado, sino que el Madrid tiene otra alternativas para según que partidos y que a veces son otros los que también salvan al Madrid, le hacen jugar muy bien y a su vez golean y sentencian una eliminatoria. Como decía otro aficionado este miércoles, "a Morata le falta gol, pero aporta mucho más de lo que se ve". Al delantero madrileño le falta mucha de la calidad que incluso le sobra a Benzema, pero lucha también mucho más que el francés y propicia que el Madrid pueda jugar desde el centro del campo con más efectivos que los que emplea en un partido con otros jugadores.
"El dibujo no es importante"
Preguntado por esta circunstancia, Zidane tiró de su repertorio y regateó el debate. "Lo importante es que cada jugador te de algo. Tenemos un grupo importante. Había lesiones y cuando salen otros y lo hacen bien, el entrenador está contento”. Está claro que el francés no quiere ir más allá y ya aseguró que jugará Cristiano este sábado (y raro sería que no lo hiciera Benzema), por lo que habrá oportunidad para comparar (aunque sean partidos distintos) al Madrid del miércoles con el del sábado. "El dibujo no es importante", se apresuró a comentar Zidane. Una verdad a medias, ya que unos u otros jugadores aportan cosas diferentes. Y es indudable que con James, Asensio y Morata el Madrid ganó mucha más presión y además no perdió lo que a priori podía quitarle: el gol.
Lo importante para el Madrid es que sus suplentes, cuando salen, dan la talla, algo que no pueden decir lo mismo en Barcelona, su máximo rival. El gran partido de James, el esfuerzo de Morata, también la gran conexión entre Nacho y Varane, demuestran que Zidane lleva a buen puerto su reparto de minutos y sus ideas. Y ahora se le abre un problema que ya gustaría tenerle a los demás. Jugar con 'BBC' o sin 'BBC'. Él, como usted, es libre de cambiar de canal. Tan fácil como darle al botón del mando.
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