Messi en el Benito Villamarín.

Messi en el Benito Villamarín. EFE

1ª División LIGA SANTANDER

El Barcelona se deja dos puntos ante el Betis con polémica arbitral

Empata en el Benito Villamarín (1-1) en un partido en el que el equipo andaluz fue claramente superior. Los andaluces perdonaron y dejaron vivo a un Barça al que le no le dieron un gol fantasma que claramente entró. 

29 enero, 2017 14:15

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Con toda España atenta a Nadal y su histórica final ante Roger Federer, al Barcelona pareció importarle poco su partido en Sevilla. Era como si algunos jugadores llevaran un pinganillo en el que fueran informándoles de que hacía Nadal. Porque durante 75 minutos el equipo azulgrana estuvo electrocutado, sin ideas y casi sin ganas. El Betis le dio un baño de fútbol por momentos, pero el partido acabó enrarecido, con un gol fantasma (que era) que no se dio al Barcelona y con un tanto de Suárez en el 90 que acabó por suavizar la debacle culé. [Narración y estadísticas: Betis 1-1 Barcelona]

El partido se podría dividir en el apartado futbolístico y en el apartado de la polémica. La faceta futbolística, en dos. Unos primeros 75 minutos de control bético, de gusto por el balón, de ocasiones y ocasiones que dejaron acogotados al Barcelona. Hasta dos balones al palo, el primero de Ceballos y el segundo de Rubén Castro, dio el Betis, que se tropezó ante su propia ansiedad. La superioridad era tal que parecía el equipo sevillano el que se jugaba la Liga y el Barcelona el que está en tierra de nadie, sin ir a Europa y tampoco al descenso. Lo único que paraba al Betis no era ni Messi ni Neymar ni Suárez. Incluso tampoco Ter Stegen. Lo que le paraba era la madera, que 'abofeteó' varias veces a un equipo que hizo un esfuerzo sobrenatural para parar al Barcelona.

El gol le llegó a los béticos cuando más lo merecía, porque su partido fue de bandera. A la salida de un córner, Ter Stegen salió mal y Álex Alegría se aprovechó de la acción rematando el balón a placer. El extremeño llevó el éxtasis a un Benito Villamarín engalanado para la gran cita. La hora y el buen tiempo acompañó para hacer del partido una fiesta. El resultado era más que justo, incluso corto, pero no acabaría el partido ahí.

Porque el Barcelona se entonó cuando vio que se le iba la Liga, que perdía en un estadio en el que no contaba con tropezar. Y ahí vino un asedio que acabó con el Villamarín en vilo, agonizando, esperando que se acabara el martirio que tuvo durante 15 minutos. En ese cuarto de hora el Barça atacó más que en los 75 anteriores y tuvo un momento clave en el partido. Aleix Vidal remató un balón a dos metros de la portería y el esférico entró sin problemas, entero. Mandi lo sacó ya dentro de la portería, pero ni el árbitro ni sus asistentes lo vieron dentro. Entre medias del caos, Rubén Castro tuvo la sentencia, pero falló en aquello que parece imposible que fallara. Se quedó solo, corrió desde el centro del campo y cuando estaba cerca de Ter Stegen tiró al pecho del meta alemán.

Gol fantasma del Barcelona.

Gol fantasma del Barcelona.

Tuvo el peor de los castigos el Betis porque acabó muriendo (aunque sacó un empate) al final, en el 90. Messi asistió a Luis Suárez en uno de los pocos despistes defensivos del equipo de Víctor Sánchez del Amo y el uruguayo remató como a él le gusta, cara a cara con Adán. Ahí no falló, porque para eso es un '9', el mejor seguramente de todo el mundo. 

Como reconoció al final Luis Enrique, el Barça ganó un punto. Porque hizo un partido horrible, sólo arreglado al final, cuando las prisas por no perder la Liga llegaron tras el gol del Betis. Fue claramente perjudicado por el árbitro, pero también fue perjudicado por su propio fútbol. El Betis le desarboló y eso también tiene mérito. Si los andaluces hubieran estado acertados, una victoria cómoda del equipo de Heliópolis. Porque en un partido de fútbol hay que contar desde el minuto 1 al 90. En este, el Barça se dejó parte de su Liga.