Un Valencia consistente remontó ante un Celta de Vigo que se mostró espeso en varias fases del partido y sumó un triunfo fraguado en su juego y, sobre todo, en tres magníficos goles, en especial el tercero marcado de vaselina por el joven Carlos Soler. [Narración y estadísticas: Valencia 3-2 Celta de Vigo]
Un fallo defensivo propició el 0-1, pero el Valencia empató antes del descanso, se puso por delante en el marcador ya en el segundo tiempo y aunque el Celta empató de penalti, la genialidad de Soler dejó los puntos en Mestalla en un partido en el que los locales fueron mejores.
El Valencia salió muy intenso, apretó cerca del área rival y en los primeros ocho minutos lanzó cinco córners y creó alguna ocasión de peligro. Sin embargo, antes de llegar al cuarto de hora de juego, el equipo gallego se había sacudido el dominio local y empezado a jugar más suelto, aunque su gol llegó en una acción balón parado.
Wass sacó una falta con precisión y Cabral cabeceó sin oposición a la red en una jugada en la que tanto el portero valencianista como la defensa estuvieron muy pasivos. A partir de entonces vivió el conjunto visitante sus mejores momentos del primer periodo, dispuso de un par de ocasiones de gol y solo cuando se acercaba la media hora de juego reaccionó el Valencia.
El equipo de Voro incrementó la posesión del balón, salió con cierta fluidez y creó opciones de gol ante la meta de Sergio. En una de ellas, una gran triangulación entre Zaza, Cancelo y Parejo propició la igualada. El Valencia mantuvo el dominio hasta el descanso, aunque Aspas tuvo la última oportunidad del primer periodo en un disparo que salió alto.
Sin cambios y con una dinámica similar a la del final del primer tiempo dio comienzo el segundo, aunque a medida que pasaban los minutos quedó claro que no perder también era uno de los objetivos de ambos equipos.
Pese a ello, y sin desguarnecer la defensa, el Valencia atacaba más que el Celta, que esperaba más a tener sus opciones al contragolpe, aunque sin excesiva precisión en sus acciones ofensivas y tampoco sin suerte, ya que Cancelo envió al poste una clara opción de gol.
Fue el prólogo del 2-1 logrado en otra buena jugada colectiva con Parejo, Enzo Pérez, el recién incorporado Lato y Munir como rematador en una fase del juego en el que el Valencia estaba mejor que su rival. Munir tuvo poco después la oportunidad de hacer el 3-1 cuando el Celta ya había empezado a mostrarse algo más ofensivo pues necesitaba cuanto menos el empate.
En el minuto 78, el árbitro señaló como penalti un derribo de Carlos Soler a Aspas que el propio delantero del equipo gallego transformó en el gol del 2-2.
El Valencia no se amilanó y luchó por el tercer gol, que llegó en una genialidad de Carlos Soler, con una vaselina para no olvidar tras una galopada de Enzo Pérez que cerró el partido ante un Celta que no tuvo su noche.