El Leganés volvió a rentabilizar sus goles para lograr el triunfo por 0-2 ante un rival sin fútbol como la UD Las Palmas, y sumó su tercera victoria de la temporada tras desactivar a su rival e imponer su estilo de juego. Un gol del francés Beauvue, en un contraataque de manual al inicio del segundo periodo, y otro de Eraso en la última jugada del partido, en ambos casos con Szymanowski como asistente, otorgaron el triunfo al equipo madrileño.
Ambos entrenadores habían pedido a sus futbolistas antes del encuentro que fueran más verticales -en el caso de Las Palmas- y que el partido tuviera un ritmo alto -Leganés-, pero ni una cosa ni la otra en un primer periodo muy flojo. La Unión Deportiva, extremadamente imprecisa en los pases, con una circulación muy lenta de balón, no encontró esa profundidad que solicitaba Manolo Márquez.
Sus dos pivotes, Javi Castellano y Aquilani, ambos de corte defensivo, obligan a que aparezca muy atrás Jonathan Viera para iniciar la jugada, y los amarillos, jugando con extremos a pierna cambiada -Tannane y Tana-, con tendencia a ir hacia dentro, dependen muchísimo de la genialidad de Viera.
El Leganés alternó presencia en campo contrario -presión adelantada en los primeros minutos-, con repliegue en su terreno, y pese a que su lateral izquierdo Raúl García, debutante este domingo, quedó condicionado pronto por una tarjeta, tampoco pasó muchos apuros, porque las ocasiones de Las Palmas llegaron casi de la nada.
La primera se originó de la forma más primitiva, con un balón de Ximo Navarro bombeado sin ton ni son pero que Calleri pescó dentro del área y su fuerte volea la rechazó muy bien Cuéllar, quien un minuto más tarde debió emplearse de forma parecida en un derechazo lejano, pero muy centrado, de Javi Castellano.
Hasta ese momento, las únicas apariciones en ataque habían sido de un Leganés que fue de más a menos, pero al que le faltó velocidad para sorprender al contragolpe a un equipo en el que, curiosamente, también debutaba su lateral zurdo, Borja Herrera. Los intentos visitantes tuvieron poca puntería y mucha inocencia. Su llegada más peligrosa fue tras un desvío de Lemos en un disparo de Rubén Pérez que pasó cerca del poste izquierdo de Chichizola.
El contraataque del Leganés, que no había funcionado en el primer periodo, lo hizo de forma impecable nada más regresar del descanso. En tres toques el Leganés fabricó la jugada del gol que convirtió Beauvue, más veloz que Lemos para fusilar un centro de Szymanowski, acción que nació en un gran pase de Rubén Pérez. Pudo empatar casi a continuación Calleri, pero envió al lateral de la red un pase interior de Viera.
Las Palmas necesitaba fútbol como el comer, entró Vicente Gómez, pero el plan alternativo del equipo amarillo, muy previsible en su producción ofensiva, fracasó con estrépito. El partido quedó claramente definido, con espacios para que el Leganés los aprovechara, y en el equipo madrileño entró el marroquí El Zhar, aplaudido por muchos aficionados que aún se preguntan por qué prescindió de él Las Palmas mediada la pasada temporada.
Aún así, el equipo de Garitano jugó con fuego en los minutos finales, porque permitió demasiada posesión a la Unión Deportiva, que pudo empatar en el minuto 86 con un cabezazo de Calleri tras una falta que sacó -cómo no- Jonathan Viera. Los seis minutos de prolongación, justificados por una atención al guardameta Cuéllar tras un encontronazo con Tannane fueron un suplicio para el conjunto canario.
El partido murió incluso en su área, con un córner en contra, y Szymanowski volvió a hacer de asistente, esta vez para Eraso, quien marcó el segundo gol de forma parecida al primero en su remate final.