Era el minuto 72 en el Coliseum Alfonso Pérez y el Real Madrid se ahogaba en Getafe. Si ya tiene difícil ganar esta Liga, y eso que acaba de empezar, más complicado se le ponía empatando en una plaza a priori fácil. Pero los de Zidane eran incapaces de superar a un rival bien colocado, con las ideas claras y que había empatado por medio de Jorge Molina en fuera de juego un gol inicial de Benzema.
Con un Madrid tan errático y al borde del KO, tocado por el gol local que le había roto sus planes, a Zidane no le quedó otro remedio que mirar a su banquillo. Los cambios quizá llegaban tarde, pero había tiempo. Quedaban 20 minutos de juego. Entre los suplentes no había muchas alternativas, ya que los blancos tenían varias bajas. Pero el que sí estaba era Isco Alarcón, suplente y salvador más tarde de este Madrid dubitativo que vive en el alambre.
El malagueño refrendó en Getafe el nuevo papel que ha cogido en el equipo de Zidane. Isco es ya imprescindible y decisivo. Es fundamental para entender a este Real Madrid. Isco es el cerebro y la calidad. Salió en el 72' y cambió el partido. Cogió a un equipo dormido, prácticamente noqueado, y le resucitó cogiendo el balón y la batuta. Ganó el Madrid con un buen gol de Cristiano y siempre será el portugués el que quede como el autor del tanto que dio la victoria a los blancos. Pero la asistencia fue de Isco. Como también fue del andaluz el cambio de tendencia.
Isco cambió el guión en Getafe
No estuvo bien el Madrid en Getafe. Volvió a vivir en el alambre, en esa fina línea que te lleva de la victoria a la derrota, contando también el empate como un tropiezo. Jugó sin problemas en la primera parte, donde se adelantó con un buen gol de Benzema (el primero del francés en esta Liga). Pero, como en otras ocasiones, prefirió madurar el encuentro y gestionar esa victoria por la mínima que tantas veces conlleva riesgos.
El Getafe empató con gol en fuera de juego de Molina en el arranque de la segunda parte y ahí empezaron los problemas. Los 16 minutos que pasaron entre el tanto local y el cambio en el que entró Isco en lugar de Lucas Vázquez (también salió Theo Hernández por Marcelo) fue un espacio de tiempo en el que el 2-1 estuvo más cerca del 1-2.
A los grandes jugadores se les mide por los momentos más decisivos. No es lo mismo aparecer en un partido cómodo en el que todo sale de cara que en uno en el que las cosas están muy igualadas. Ahí radica el mérito de Isco, que en Getafe repitió actuaciones que viene haciendo en los últimos tiempos. Es el jugador más decisivo del Real Madrid este año. Por delante de Cristiano, también mermado por su larga sanción, o de Modric, que venía siendo por el que pasaba todo el juego del equipo de Zidane.
No marcó Isco en Getafe pero su presencia fue determinante. En muchas ocasiones no solo es el autor del gol que da los tres puntos, sino también el único culpable de que un equipo gane. Todo suma. Y lo bueno del malagueño es que es resolutivo desde el pase y desde el gol.
Titular indiscutible
Isco, que con España también ha adoptado el papel que con más fuerza tiene en el Real Madrid, marcó dos goles en la victoria de los blancos ante el Espanyol, la última hasta este sábado. Ese día lo hizo todo y salvó la papeleta de su equipo. Dio un recital desde todas las facetas del juego y recordó que ante las complicaciones, él está ahí.
De 13 partidos oficiales del Real Madrid en lo que va de temporada (ocho de Liga, dos de Champions, dos de Supercopa de España y uno de Supercopa de Europa), Isco ha sido titular en 10. Este dato demuestra la importancia del malagueño en el equipo. Solo fue suplente en tres y en dos de ellos salió como revulsivo: el de este sábado en Getafe y en el tercero de Liga ante el Levante. El único encuentro en el que no jugó ningún minuto fue la vuelta de la Supercopa de España.
En esta nueva temporada, Isco adopta el papel que siempre ha pedido en el campo. El tramo final del pasado año y el inicio del actual está destapando a un jugador importantísimo en el funcionamiento de un equipo que le necesita cada vez más. El Madrid vive por Isco. Por eso aseguró su presencia. Hasta 2022 seguirá el malagueño.