Benzema celebra un gol.

Benzema celebra un gol. Reuters

1ª División La Liga

Benzema, ahora o nunca contra Las Palmas

El delantero, que solo lleva dos goles este curso, necesita reivindicarse en el Santiago Bernabéu.

5 noviembre, 2017 00:25

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Benzema, ay, Benzema. Siempre él. En las buenas y en las malas. Cuestionado y bendecido; querido y sepultado. Delantero firme, estilista y correligionario de la estética. Un tipo particular, al que el Bernabéu adora y desespera. Buen jugador, sí, pero goleador con un doble instituto: el del pase y el del gol. Esa es su pena y su gloria, la que le toca soportar cada partido. De nuevo, este domingo, ante Las Palmas (20:45 horas), con la necesidad de marcar sí o sí. No le queda otra. El rival, por su debilidad, lo facilita, y él sabe que se encuentra ante su ahora o nunca. Lleva dos goles este curso (uno en Liga y otro en la Supercopa de España) y necesita un gran día, uno de esos en los que se comparece para dar un golpe encima de la mesa y decir aquello que convirtió en viral a Laporta: “¡Al loro, que no estamos tan mal!”.


Y no lo está. Realmente, Benzema anda como el Madrid: mezcla buenos ratos de fútbol con errores circunstanciales. Los suyos, a veces, demasiado evidentes. Por eso, la afición, cada temporada lo cuestiona; y después, pasados unos meses, lo bendice. Al fin y al cabo, ya son años, muchos, de relación. Y el Bernabéu y el delantero se conocen. Saben de sus fallos, los tienen asumidos y, sin embargo, reproducen comportamientos. Hasta que llega ese día en que el francés mezcla su olfato con su desmarque, su colmillo con su sortilegio. Y, de pronto, en ese partido, todo cambia. Los silbidos se silencian y las críticas se ahogan.


El delantero lo ha hecho en otras ocasiones y tratará de reproducirlo ahora. Él lo necesita y su equipo lo requiere. El Madrid, el campeón de Champions y de Liga, ha aflojado tras un comienzo de temporada impecable. Ganó la Supercopa de España ante el Barcelona y se postuló como candidato a todo. Sin embargo, cuando los elogios se reproducían, el equipo cambió la dinámica. Lo hizo en la competición doméstica, donde marcha a ocho puntos del Barcelona, líder de la competición, y también en la Champions, cayendo contra el Tottenham (3-1) en Wembley y condenándose a clasificarse como segundo de grupo.

Benzema le da la mano a Zidane.

Benzema le da la mano a Zidane. Reuters


Para cambiar esa dinámica, Zidane se plantea cambiar el dibujo y pasar del 4-4-2 al 4-3-3 que heredó de otros tiempos. ¿La razones? Que Cristiano Ronaldo, reconvertido a delantero en los últimos tiempos, vuelva a la banda, y que Benzema, a su vez, aparezca solo en punta con libertad de movimientos y sin nadie a su alrededor. Esa puede ser su idea de cara a recuperar sensaciones contra Las Palmas y de postular al equipo para enfrentarse al Atlético de Madrid en el derbi la próxima jornada. Eso en primera instancia. En segunda, porque Bale ya se entrena con el grupo y podría estar en el Wanda Metropolitano en pos de que la BBC se reivindique, de nuevo.


En ese contexto, el Madrid tratará de recuperar las sensaciones, el juego y a Cristiano Ronaldo, que tan solo ha marcado un gol en Liga en lo que va de temporada. Y, de paso, la victoria, pues es la segunda ocasión en que Zidane acumula dos derrotas consecutivas desde que es entrenador –lo que dice mucho de la buena gestión del técnico francés hasta ahora–. ¿El objetivo? obviamente, no perder comba con respecto al Barcelona, que sigue sumando tras vencer al Sevilla (2-1), y al Valencia, que hizo lo propio frente al Leganés (3-0).


Para ello, comparecerá ante un rival débil que, a pesar de cambiar de entrenador (llegó Pako Ayestarán para resucitar al equipo) no ha conseguido redirigir el rumbo. Acumula seis derrotas consecutivas, se encuentra en puestos de descenso, es el equipo más goleado del campeonato y llega al Bernabéu, donde nunca ha ganado, con Jonathan Viera lesionado (estará de baja el próximo mes). Es decir, el Madrid lo tiene todo para recuperar la senda de la victoria: jugará ante su público, llega herido tras el partido ante el Tottenham y con ganas de “callar bocas”. Así lo ha hecho otras veces y así lo intentará esta vez.

Benzema trata de controlar una pelota.

Benzema trata de controlar una pelota. Reuters