Hace tres meses, el Barcelona, decían, iba a pegársela este curso: comentaban que tenía un entrenador de perfil bajo, que iba a notar sobremanera la marcha de Neymar y que la directiva contaba las horas para claudicar. Estaba en crisis, era un polvorín, no tenía plantilla y no había fichado correctamente. Dembélé, además, había costado mucho, Paulinho carecía del nivel apropiado para jugar en Primera, Semedo era una incógnita y Deulofeu iba a salir de nuevo más pronto que tarde. “Era un desastre”, se opinaba en la calle. Quizás, “un drama”. Hasta Messi, que en teoría había firmado la renovación, se negaba a hacerse la foto con Bartomeu. Todo se cuestionaba. “¡Dimisión!”, gritaba el barcelonismo en los entrenamientos.
Ahora, la película ha cambiado. Los fichajes han demostrado no ser tan malos, Valverde ha convencido a sus jugadores y ha sumado a todos a su causa, y Messi se ha hecho la dichosa foto. ¡Qué cosas! El Barcelona está imbatido (11 victorias y un empate), es líder en Liga y primero en su grupo de Champions League. Es decir, sorprendentemente, y pese a lo que suponía el runrún de los meses de estío, el equipo funciona. Y sí, dicen que no juega bien, pero qué más da. Ya lo hará. Las mejoras en el estilo, al fin y al cabo, siempre se apoyan más fácilmente en las victorias que en las derrotas.
Así, tras el runrún y la reacción, llega el Barcelona a Valencia, lugar de sobra conocido para el técnico culé. Allí llegó él en diciembre de 2012 con el objetivo de clasificar al club para la Champions. Pero no pudo hacerlo. Dejó al equipo quinto y dimitió. ¿Sus motivos? El adiós del presidente y la inestabilidad del club. Valverde miró a su alrededor, vio lo que ocurría, la situación en la que se encontraban sus jugadores, y decidió marcharse. No quiso triunfar, aunque quizás porque no podía. Podría haber seguido, pero renunció. Ahora, regresa tras dar muchas vueltas y como uno de los grandes entrenadores de todo el continente. Quizás sin el cartel de otros –por ejemplo, Bielsa–, pero con la certeza de ocupar un puesto privilegiado y una posición de favor en Liga.
El Barcelona, cuando el turrón todavía no se aborrece, tiene una oportunidad de oro para dar un golpe encima de la mesa en Mestalla. Es primero, tiene a Atlético y Real Madrid a 10 puntos, y al Valencia como único perseguidor. El equipo de Marcelino, aspirante por sorpresa esta temporada, también acude al partido imbatido (nueve victorias y tres empates) y con la posibilidad de colocarse a un punto del conjunto culé, que llega con problemas para equilibrar su zaga por la lesión de Mascherano y la sanción de Gerard Piqué.
Esos son los únicos problemas del Barcelona, que más allá de tener que confeccionar el centro de la defensa (Umtiti es fijo y Vermaelen podría acompañarlo), alineará con total seguridad al recién renovado Messi –estará en la entidad culé hasta 2022 y con una cláusula de 700 millones de euros– y, probablemente, con Alcácer –ha sido titular los dos últimos partidos– y Luis Suárez como pareja en el flanco de ataque.
Pero el conjunto culé no será el único que tendrá que improvisar. El Valencia también cuenta con la baja de Murillo, pero dispondrá de todos sus hombres arriba: el jugador revelación de esta temporada, Gonzalo Guedes, además de Rodrigo y Zaza, que, a pesar de sus molestias en la rodilla, podría salir de inicio en pos de recortar distancias con el Barcelona.
Sea como fuere, un partidazo de los de antes, el que decidirá si hay Liga. Porque si el Barça gana y se marcha a siete puntos del Valencia y a 10 de Atlético y Madrid, esta temporada podría ser un paseo militar de los azulgrana. En cambio, si el equipo de Marcelino consigue dar la sorpresa, si se queda a un punto, entonces la lucha por la Liga se reavivará, al menos, en los próximos meses. En fin, 90 minutos, quizás una Liga, “uno de los partidos más importantes del año”. Palabra de Valverde.
Noticias relacionadas
- El Real Madrid regatea su poca ambición en la Liga
- El Bernabéu canta contra el presidente de los árbitros: “¡Arminio, vete ya!”
- Alexis, evacuado de urgencia tras un choque durante el Alavés - Eibar
- Messi renueva con el Barcelona y seguirá siendo jugador blaugrana hasta 2021
- Cristiano Ronaldo y la teoría del kétchup
- Albañiles norcoreanos, las ‘hormigas’ tras el Mundial de Putin
- Discriminación y agresiones: los seguidores del Liverpool denuncian el trato de la policía de Sevilla
- Villar enseña los dientes: acude en persona al CSD y amenaza a Lete con una querella