Una puerta abierta. Eso dejó la renuncia de Feliciano López a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Con un horizonte bastante claro hasta ese momento (se clasifican para el cuadro individual masculino los cuatro primeros españoles de la clasificación), la baja del toledano ofreció una oportunidad imprevista a un grupo de seis jugadores que en Roland Garros pelearon por alcanzar el sueño de ir a Brasil.
Con Rafael Nadal, David Ferrer y Roberto Bautista dentro, Albert Ramos, Pablo Carreño, Nicolás Almagro, Fernando Verdasco, Guillermo García-López y Marcel Granollers llegaron a París dispuestos a discutir el último billete a la cita olímpica. Finalmente, tras alcanzar los cuartos de final (cayó derrotado ante Stan Wawrinka), su mejor marca en un torneo del Grand Slam, Ramos cerrará el grupo individual y tendrá la ocasión de vivir sus primeros Juegos Olímpicos como recompensa a un torneo extraordinario en París.
“Es una oportunidad única para mí y quiere decir que he hecho las cosas muy bien”, reconoció el 32 mundial, que antes de jugar Roland Garros era el 55 mundial. “Me sabe mal por otros jugadores que estaban cerca de ir y en el último torneo se ha decido de esta forma. Por ejemplo Carreño, que ha hecho un gran principio de año. Hacíamos bromas la semana pasada sobre eso, pero en ningún momento he pensado que podía llegar a ponerme por delante”, prosiguió el catalán. “Hay muchos que se lo merecen igual que yo, pero ya que me ha tocado lo voy a encarar con toda la ilusión del mundo para intentar hacerlo lo mejor posible. No me lo imaginaba, eso lo puedo asegurar. Mi padre cumplió 60 años durante Roland Garros y le dije que pusiese su fiesta de aniversario durante la semana de los Juegos porque pensaba que estaría seguro en casa”.
CARREÑO PARTÍA CON VENTAJA, PERO LA PERDIÓ
“A principio de año veía los Juegos Olímpicos muy lejos, era prácticamente imposible que lograse clasificarme”, aseguró Carreño, que partía con ventaja en esa carrera a Río al llegar a Roland Garros. “Ni lo habíamos planeado en el calendario porque era algo muy complicado, pero he hecho buenos resultados hasta colocarme como quinto jugador español en la clasificación”, prosiguió el joven de 24 años, sin experiencia en una cita olímpica. “La baja de Feliciano me dio una oportunidad que no esperaba. Por supuesto, si me clasifico voy a ir a Río de Janeiro. Para mí, sería increíble poder estar en unos Juegos”, aseguró el gijonés. “No dependo de mí, pero de momento tengo la cuarta plaza. ¡Que me la quiten!”, se despidió bromeando antes de que Ramos hiciese precisamente eso, arrebatarle el pasaporte a Río.
“Me encantaría poder estar en los Juegos”, reconoció Verdasco, que en un principio iba a formar pareja de dobles con Rafael Nadal. “Si no lo consigo tampoco me tengo que entristecer. Hay unos puestos concretos y el problema de España es que somos muchos”, recordó el madrileño, consciente de la cantidad de jugadores nacionales (13) que hay en el top-100. “Van los que más lo merecen. Estoy apuntado al torneo de Los Cabos”, confesó sobre la cita ATP que se disputa la misma semana que los Juegos. “¿Que Roland Garros me da Río? Pues mucho mejor. ¿Que no me lo da? Pues no podré hacer otra cosa que ir a Los Cabos”, reconoció. “Si me clasifico solo para el dobles, tendría que pensar si voy. La oportunidad de jugar el dobles con Nadal sería una experiencia única y muy bonita de tener”, cerró Verdasco, aún por anunciar oficialmente si estará con el mallorquín en la modalidad por parejas.
“Yo en ningún momento lo he pensado”, negó Almagro, que perdió sus opciones de clasificarse al perder con el belga Goffin en el segundo grande del curso. “Mi calendario se basa en otras cosas y no me he parado a plantearme eso. Si me clasifico, ya veré qué hago. He estado en dos Juegos Olímpicos y sé lo que es. En Londres jugué bastante bien. Hay que poner las cosas en la balanza y ver qué es mejor”, repitió el murciano.
“Era la última oportunidad que tenía de haber ido a unos Juegos Olímpicos”, se lamentó García-López, descartado también para estar en Brasil. “Me hacía ilusión. Aunque si lo miras desde otro punta de vista… te rompe el calendario, no da puntos, no da dinero y ganar una medalla es casi un milagro”, repasó el jugador de La Roda. “Sabía que existía la opción de ir y lo había comentado con mi equipo, pero me ha venido en un momento complicado. Si el corte hubiese sido en otro momento del año, probablemente habría ido yo. Durante toda la temporada he estado sobre el 30 del mundo, pero defendía muchos puntos en estas últimas semanas en tierra batida. Es un poco de mala leche, pero es lo que hay”.
“NO PUEDO ENTENDER A LOS QUE NO VAN A LOS JUEGOS”
Mientras las piezas del rompecabezas encajan, los jugadores siguen debatiendo en el vestuario sobre la importancia de la cita (sin puntos ni dinero) en el calendario de un tenista. Después de varias renuncias (Feliciano, Dominic Thiem, Bernard Tomic, Nick Kyrgios o John Isner), Nadal volvió a explicar la importancia que tienen los Juegos para él, con la experiencia de haber ganado una medalla en Pekín 2008.
“Los Juegos Olímpicos son el evento más importante en el mundo del deporte”, recordó Nadal, que será el abanderado de España en Río el próximo verano. “Si no quieres estar en el evento más importante en el mundo del deporte, entonces es difícil de entender cuál es la motivación para el resto de las cosas, ¿no?”, cuestionó. “No puedo entender a las personas que no quieren ir a los Juegos Olímpicos. No es algo que suceda todos los años. Es un evento en el que puedes competir una, dos o tres veces como mucho en toda tu carrera, si tienes suerte”.
Más o menos similar fue el discurso del sorprendente debutante. “Nunca he ido a unos Juegos”, dijo Ramos. “Entiendo que otros jugadores no vayan porque han ido a muchos, pero yo no estoy en situación de poder decir que no. Ellos sabrán lo que hacen. No sé si tendré otra oportunidad de volver a ir y por supuesto que voy a estar en Río de Janeiro. Tengo muchísimas ganas”.