Cargada de determinación, y mucho, dentro de la cancha, pero también fuera de ella. Aunque, en este último caso, apoyándose en la cautela. Así es Alba Torrens (Binissalem, Mallorca, 1989). Se marca un objetivo y nada ni nadie la aparta de su meta. Ni con el balón en las manos ni en el discurso, dirigiendo cada punto, rebote o asistencia, también cada palabra, hacia el interés común.
Por eso, ni ella ni sus compañeras quieren ver más allá del Preolímpico que empiezan a disputar este martes en la ciudad francesa de Nantes ante China (15:00 horas, Teledeporte). Su presencia en los Juegos de Río depende de este partido, el que disputen contra Venezuela (miércoles a las 18:00) y un hipotético cruce de cuartos de final (el viernes). Si todos se saldan con triunfos, el esfuerzo tendrá su recompensa. Pero hasta que eso no suceda, los aros olímpicos sólo son un premio lejano en el horizonte. Y primero habrá que ganárselo.
¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza al pensar en los Juegos Olímpicos?
Es un sueño. Tuve la suerte de estar en Pekín. Cuando sabes lo que es disputar unos Juegos Olímpicos, tienes la ilusión y el sueño de volver a estar.
Su debut con la absoluta se dio con una cita olímpica de por medio. Y le tocó jugar un Preolímpico (2008), al igual que ahora. ¿Cómo lo recuerda?
La verdad es que jugar ese Preolímpico con la ilusión de poder estar en Pekín, y además hacerlo en casa, en Madrid, hace que lo recuerde con muchísima alegría. Se consiguió el objetivo y nos clasificamos.
En el de este año, les toca ganar tres partidos para estar en Río: China, Venezuela y Bielorrusia o Corea previsiblemente en cuartos de final. ¿Quién les quita más el sueño?
Ahora mismo, sólo tenemos nuestra cabeza en China. No tenemos margen de error, cada partido es una final y hay que ir partido a partido. Hasta ahora, nosotras nos hemos centrado en nuestro juego y en nuestras sensaciones. Ahora nos enfocamos a preparar el partido de China y nada más. Cuando acabemos ese partido, ya pensaremos en Venezuela y sin ir más allá. No sabemos qué cruce nos va a tocar y aún no estamos centradas en eso.
¿Qué les diría a aquellos que ya les ven en los Juegos de antemano?
Nosotras sabemos realmente que esta clasificación no será nada fácil. Tenemos un objetivo, que es ir a Río, pero también somos conscientes de que el camino es corto, pero muy largo a la vez. Es duro y ahora mismo tenemos que demostrar nuestro mejor nivel para conseguir esas victorias.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de su preparación antes del Preolímpico?
La valoración general de todos los entrenamientos y partidos es muy positiva. De momentos en los que se han podido cometer errores o no hacer las cosas tan bien, se ha aprendido. Al final, el objetivo es llegar al cien por cien al partido contra China. Destacaría todo de forma positiva, porque al final de los errores aprendes para el momento de la verdad.
En Nantes competirán en la pista donde se retiró el jugador de balonmano Alberto Entrerríos hace unos días. A lo mejor les da suerte y todo.
(Risas) No lo sabía, es una buena coincidencia. Espero que tengamos esa buena energía.
La cita olímpica, en el caso de que se clasifiquen, podría ser el broche perfecto para su buena temporada en Rusia. Parece que el invierno le sienta bien, porque en Brasil también les tocaría competir en medio de esta estación…
(Risas) Sí, la verdad es que la temporada hasta ahora ha sido muy buena, ganando la liga rusa y un título tan importante como la Euroliga. Estoy muy contenta, pero eso ya es pasado. Ahora mismo, el objetivo es estar en Río y nos hace mucha ilusión. Tenemos muchas ganas, son muchos años de trabajo detrás de esto. Ojalá que la temporada acabe perfecta.
Además, ha conseguido esos logros junto a Sancho Lyttle. Cada vez que compiten juntas, hay premio. Igual ella es el talismán que puede llevarlas a la gloria este verano…
(Risas) Es verdad. Tanto los éxitos con la selección como las tres Euroligas las he conseguido con Sancho. Ojalá logremos muchas cosas más.
Sólo les falta ganar una medalla olímpica. ¿Qué daría a cambio de colgarse un oro, una plata o un bronce en el mayor evento deportivo del mundo?
Ahora cuesta pensarlo porque aún no estamos luchando por nada en Río, sino por estar allí. No creo que diese nada a cambio, pero por supuesto que disputar los Juegos y competir bien es un sueño.
Al común de los mortales puede resultarle un poco chocante la buena relación que tienen con su seleccionador, Lucas Mondelo. ¿Por qué es como un segundo padre para ustedes?
La verdad es que tenemos muy buena relación con él tanto dentro como fuera de la pista. Creo que él nos entiende y nosotras le entendemos a él. Tenemos muy claro lo que queremos e intentamos ir todos juntos a por ello. Al final, es un puzzle donde todas las piezas tienen que encajar. Esperemos que este verano también sea así.
Antes hablaba del partido a partido, y Mondelo se ha declarado fan del Cholo Simeone. ¿Usted también lo es o le gustan más Zidane o Luis Enrique?
(Risas) No tengo ninguna preferencia.
Si llegan a Río, ¿es impensable que no dispute los Juegos debido al virus Zika o se lo plantearía?
Ahora mismo, no me ha dado para pensar en ello porque aún no estamos clasificadas. Cuando lo estemos, ya nos plantearemos las demás cosas.
¿Entendería que Pau Gasol o Rudy Fernández no fuesen a Río por este motivo?
Creo que es una decisión muy personal, y todo es respetable.
Volviendo a su primera participación olímpica, en Pekín. ¿Algo tan grande como unos Juegos se vive más intensamente cuando se tienen 18 años, como le pasó a usted?
Para mí, vivir unos Juegos con esa edad fue algo casi casi inexplicable. Faltan palabras. Puede que sea uno de los mejores recuerdos que tengo en mi vida deportiva. Después de ocho años, los Juegos se verían diferentes desde fuera, pero los de Pekín nunca jamás los voy a olvidar.
¿Era de las que perseguía a los deportistas por la Villa Olímpica para pedirles fotos?
Perseguir no, pero algunas fotos sí que me hice, claro que sí (Risas).
¿Se acuerda de con quién?
Una foto que me hizo mucha ilusión y que no había conseguido nunca fue con Rafa Nadal.
¿Qué cree que tiene la Villa para que casi todo el mundo la prefiera antes que un hotel?
Es algo muy especial. Ya no es que estén los mejores deportistas de tu deporte, sino que están los mejores deportistas de todo el mundo. Esa convivencia, esa pequeña ciudad en la que está todo relacionado con el deporte, hace que sea una experiencia magnífica para todo deportista, sea del deporte que sea.
Cada cuatro años, se dice que España está en condiciones de superar el récord de medallas de Barcelona '92 (22). ¿Cree que será el caso este verano?
Ojalá sea así. Creo que en muchos deportes y aspectos se está trabajando mucho y bien.
Si pudiera ponerse en la piel de cualquier otro deportista que esté en Río, ¿quién sería su elección?
No lo sé, yo me quedo con mi equipo (Risas).
¿Se llevará muchas ensaimadas a Río?
No, hay que ir con lo que toca para estar al máximo (Risas).
Para terminar, ¿qué le haría más ilusión: ganar un anillo de la WNBA o ser campeona olímpica?
Ser campeona olímpica.