Con paso arrollador, sin dejar que su oponente respirase un solo segundo, Garbiñe Muguruza derrotó 6-1 y 6-1 a la japonesa Hibino en 56 minutos y llegó a los octavos de final en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde ahora se encontrará con Mónica Puig (6-3 y 6-2 a la rusa Pavlyuchenkova). En su primera participación en unos Juegos, y casi sin darse cuenta, la número cuatro mundial está a dos victorias de llegar a la pelea por las medallas (semifinales) y el cuadro le ha dejado un camino amable para conseguirlo, porque si vence a su próxima rival se encontrará luego con la ganadora del Kirsten Flipkens-Laura Siegemund, otro cruce asequible para Garbiñe, acostumbrada a ganar a oponentes de la máxima exigencia.
Fue un partido fugaz. Muchos espectadores no habían tomado asiento y la primera manga ya estaba sentenciada. En 10 minutos, Muguruza mandaba 4-0 después de romperle dos veces el saque a su contraria. La española, que ganó sus dos primeros servicios del partido en blanco, protagonizó una sorprendente puesta en escena que dejó sin capacidad de reacción a la japonesa, despojada del parcial inaugural en menos de media hora, anulada en todos los aspectos del juego y posiblemente consciente de lo imposible que tenía darle la vuelta al partido.
Como siempre en su corta carrera, Garbiñe lo fió todo a su raqueta. No fue ninguna sorpresa. Gane o pierda, Muguruza es incapaz de renunciar a ser protagonista, llevando el peso del partido sin que el nombre de su oponente tenga la más mínima importancia. Algo, sin embargo, ha cambiado: en los últimos meses Muguruza ha trabajado a conciencia para no reventar cada pelota sin miramientos, ensayando un plan alternativo que poner en marcha si cualquier encuentro se lo exige.
Ante Hibino, una jugadora menuda con buena mano, Garbiñe encontró vía libre para arrasar como más le gusta y también dejó señales de su madurez como tenista. Aunque la mayor parte de la noche fue Muguruza volando de ganador en ganador (13 en total) por una alfombra roja, la número cuatro fue capaz de bajar al barro para defender los pocos intercambios en los que la japonesa sacó las garras. Hibino, en cualquier caso, se rindió demasiado pronto. Quizás impresionada por el juego mercurial de Garbiñe, quizás encadenada a la responsabilidad, la japonesa sumó un error tras otro (acabó con 26) y se deshizo en un partido que jamás tuvo opciones de hacer suyo.
Muguruza, que este martes conocerá el camino que le espera junto a Rafael Nadal en el cuadro de dobles mixtos, tiene ahora el reto de saber gestionar lo que se le viene encima. Su cuadro en individuales invita a pensar que atacar la medalla es muy factible. Sigue viva en dobles junto a Carla Suárez, con el bagaje que ambas tienen como pareja (y sin las hermanas Williams en competición). En unos días, además, se unirá a Nadal para intentar conquistar el metal más fácil de todos, el que ofrece el cuadro mixto. Casi nada para una novata.
Carla no baja el ritmo
Antes de la impecable clasificación de Muguruza, Carla Suárez se abrió camino hacia esa misma ronda de octavos exhibiendo sus galones de veterana. En un partido decidido por detalles, la canaria descabalgó 7-6 y 6-3 a Ana Konjuh y se citó con Madison Keys (7-5, 6-7 y 7-6 a la francesa Mladenovic) en un cruce durísimo, y ahí está la evolución de la estadounidense (hoy nueve del mundo) y el cara a cara con Suárez (2-0) como prueba de lo que le espera a Carla.
“Es la primera vez que gano dos partidos en unos Juegos Olímpicos y sé lo complicado que es conseguirlo”, celebró la canaria tras la victoria. “Aquí la gente juega especialmente motivada y con ganas de hacerlo bien por su país”, prosiguió Suárez, que no pudo llegar tan lejos en Pekín 2008 ni en Londres 2012. “El partido de mañana será complicado. Todo está muy igualado, pero la línea a seguir es como he jugado hoy en el segundo set o el otro día ante Ivanovic en el tercero”, cerró.
Nadal y López, a cuartos
En un durísimo partido, Rafael Nadal y Marc López superaron a Juan Martín Del Potro y Máximo González (6-3, 6-7 y 6-2) para avanzar a los cuartos de final en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Atisbando ya las medallas, la dupla española jugará con Oliver Marach y Alexander Peya, que vencieron 6-4, 6-7 y 6-3 a los estadounidenses Baker y Ram. Si ganan, Nadal y López asegurarán, al menos, la opción de buscar el bronce.
Además, la pareja formada por David Ferrer y Roberto Bautista, un dobles sin experiencia, se plantó en los cuartos de final de Río después de vencer a Lukasz Kubot y Marcin Matkowski por 6-3 y 7-5. También con opciones de medalla a la vista, una pelea en la que entrarán si ganan el siguiente encuentro, los españoles chocarán con Steve Johnson y Jack Sock, vencedores 6-4 y 7-6 de los colombianos Cabal y Farah.