Es imposible que una victoria tan diáfana (92-67) sobre una selección como Francia, tercera en el último Mundial, se fragüe si una de las columnas del equipo falla. "La exhibición colectiva de baloncesto" que celebró Sergio Scariolo tras pasar a semifinales tuvo un protagonista discreto: Pau Gasol, con solo 5 puntos, desquició el ataque de una selección francesa que llegaba al partido todavía escocida por aquellos memorables 40 puntos que permitieron a España ganar las semifinales del Eurobasket 2015 en Lille.
El pívot de los San Antonio Spurs jugó 23 minutos -el cuarto jugador con más tiempo sobre el parquet- a pesar de la "pequeña contractura" (según el cuerpo médico de la selección) que se le produjo durante el partido contra Lituania. Puso tres tapones en los primeros minutos del encuentro y abanderó un comportamiento defensivo que alcanzó la semiperfección en algunos tramos de la tarde. El seleccionador francés, Vincent Collet, reconoció la superioridad completa de España y el fracaso de su plan para anular a su mejor hombre. "La defensa interior de España es muy fuerte y Pau Gasol condiciona mucho el juego... Nos ha variado muchos tiros", comentó: "Nos han superado en defensa, en ataque y en las acciones de uno contra uno".
"No esperábamos a Mirotic"
Collet añadió que "no esperábamos a Mirotic". El hispanomontenegrino cuajó su mejor actuación con la selección (23 puntos, 5 rebotes), como también Willy Hernangómez (16 puntos, 5 rebotes). La explicación a un partido demasiado fácil, para los jugadores españoles, pasaba por Gasol: "Pau siempre juega de manera solidaria...", explicó Sergio Llull a este periódico. "Es nuestro líder. Nos enfrentábamos a un equipo muy atlético que se iba a centrar mucho en pararle a él, y ha estado muy listo, distribuyendo muy bien el balón, ayudando mucho en defensa, poniendo tapones, cogiendo rebotes... Willy ha jugado un gran partido en ataque porque se ha podido liberar". Nadie cogió más rebotes que Gasol (8) en el equipo español.
Para José Manuel Calderón, el desequilibrio del equipo francés nacía también de la exhibición del '4' español hace un año: "Estaban demasiado preocupados con él y nos ha abierto espacios a todos los demás". Sergio Rodríguez fue otro de los que se refirieron a su compañero: "Pau ha estado tremendo atrás. Ha cambiado muchísimos tiros, ha empezado con varios tapones, ha reboteado y nos ha dado la oportunidad de correr y jugar sin tanta presión. Era lógico que después del partido que hizo el año pasado contra Francia en Lille estuviesen todos muy atentos con él, y ha sabido perfectamente encontrar a los compañeros e imponer una gran defensa".
No hubo un plan específico, al parecer: "Sergio nos da directrices sobre la forma de jugar y los puntos clave, pero después hay que interpretar al rival, y eso Pau lo ha hecho de forma tremenda", concluyó el base canario.
"Los demás reconocen su liderazgo"
Para el seleccionador español, experto en sacar partido a su estrella, la idea era "que podíamos sacar muchas ventajas de Pau, en 360 grados. Ha sido absolutamente decisivo en defensa. Ofensivamente no fue uno de sus mejores partidos, por supuesto, pero en defensa intimidó, marcando la diferencia y dando confianza al resto del equipo, de que estaba detrás de ellos, apoyándoles: podían ser agresivos porque les estaba cubriendo las espaldas. Pau es tan bueno que podemos sacar ventaja de él de muchas formas diferentes. Podemos hacerlo en nuestro equipo porque los demás le quieren y reconocen su liderazgo".
Gasol fue uno de los pocos jugadores que no compareció ante la prensa tras el partido. Continuó el papel discreto que había asumido desde el principio de la tarde y buscó aliviar el dolor en el gemelo. Al principio del torneo, antes de las primeras dos derrotas, avisó de que "intentaría llegar a su mejor forma en la fase final de los Juegos". España ya está en semifinales, de forma brillante (casi apabullante). "Hemos llegado en el mejor momento a la lucha por las medallas", decía un eufórico Felipe Reyes tras el encuentro.
España ha sabido aislarse de críticas prematuras y, por ahora, ha dado la razón a su técnico, que prometió una mejoría tras la derrota contra Brasil y se afanó en explicar que la preparación del equipo (por viajes, fichajes y lesiones varias) había sido insuficiente. "No nos importa nada de lo que viene de fuera," aclaró Scariolo. "En 2009, cuando no habíamos ganado nada aún, empezamos mal también. Ahí aprendimos a aislarnos". España ganó ese Eurobasket y llegará al viernes sin mucho que perder en su semifinal contra Estados Unidos. Llull resumió el sentimiento de un equipo inimitable: "No necesitamos dar golpes en la mesa... El que confíe en nosotros es bienvenido, y el que no, pues también se aceptan las críticas".
O como dijo Tony Parker tras su último partido con su selección, "si no fuese por Pau y esta generación española, habría conseguido 10 o 15 medallas con Francia".