Los tres triatletas españoles compitiendo en Río, Mario Mola, Fernando Alarza y Vicente Hernández, tenían muy claro que sus opciones para estar en las posiciones de cabeza de la carrera de los Juegos de Río pasaba por no dejar que los hermanos ingleses Brownlee tomaran la delantera en la natación o abrieran demasiado hueco con la bici. Y como en los peores sueños, eso fue exactamente lo que pasó. Mola, actual líder del Mundial, llegó al tramo de carrera a pie con casi minuto y medio de desventaja sobre los británicos, que tras unas espectacular carrera en Rio, consiguieron oro y plata, un podio histórico para el triatlón y para el deporte inglés.
La carrera, disputada en aguas abiertas en la idílica playa de Copacabana bajo un sol abrasador, comenzó con los grandes nadadores Vargas y Polyanski tirando de un grupo que trabajó desde el primer momento por romper la carrera y escapar junto a los hermanos Brownlee. “La natación se me dio relativamente bien, todo lo bien que pensaba”, explicó Mola, que sin embargo, salió del agua con casi 18 segundos de desventaja.
Los británicos enfilaron el primer paso por el duro repecho de la bici bien acompañados, y lideraron desde el primer minuto un pequeño grupo que se puso a tirar fuerte desde la primera pedalada. Mola, sabedor de su portentosa carrera a pie, estuvo cerca de atrapar al grupo de cabeza en esa primera de las ocho vueltas al durísimo circuito de Copacabana.
Lejos de atraparles, la distancia aumentó vuelta a vuelta, con un grupo perseguidor en el que nadie se organizaba para tirar, y algunos incluso hacían lo posible por frenar a los perseguidores. “Nadie ha trabajado, yo lo he dado todo y he hecho lo que he podido, pero en un grupo tan grande sin nadie tirando, es difícil. Más cuando los de delante sí que se han organizado desde el primer segundo”, explicaba Alarza, actual segundo en el ranking de las series mundiales.
Un Alarza que además fue perjudicado en una caída en la segunda vuelta de la bici que le dejó descolgado y exhausto,con las fuerzas justas para seguir tirando en la bici.
Tras una bici impecable para los británicos, Mola llegó a la segunda transición con 1:24 minutos de desventaja, y las medallas prácticamente inalcanzables. El mallorquín se calzó las zapatillas dispuesto a darlo todo, y acompañado por su compañero de entrenamiento, el sudafricano Richard Murray.
Mientras Mola remontaba posiciones, los Brownlee abrían brecha para destacarse claramente en la carrera a pie desde el segundo kilómetro, los dos corriendo juntos sin nadie que pudiera seguirles hacia la victoria. Al final, un arranque de Alistair Brownlee le dio un triunfo histórico, la primera vez que un triatleta repite oro en unos Juegos Olímpicos.
Le dio tiempo incluso de esperar unos segundos antes de cruzar la línea de meta a ver a su hermano pequeño, segundo, para fundirse en un interminable abrazo tras acabar. Jonny Brownlee, el pequeño de los hermanos, mejora así la tercera posición que obtuvo en Londres.
La sorpresa vino con la medalla de bronce, para el sudafricano Henry Schoeman que se sube por primer vez a un podio en una gran prueba internacional. Apenas a unos segundos detrás, su compatriota, Andy Murray, que hizo la remontada de la tarde pero no pudo rematarla. “Si hubiera tenido dos kilómetros más de carrera…”, se lamentaba la terminar.
Mola cruzó agotado en octava posición, mientras que Alarza fue 18º y Chente Hernández 27º. Tiempo ahora de que los españoles se centren en el Mundial, que tienen al alcance de la mano.