El triatlón siempre fue un deporte de 'locos'. O, más concretamente, de cuatro ‘locos’. Nadar 1.500 metros, aguantar 40 kilómetros sobre la bici y 10 corriendo -en distancia olímpica- nunca sonó demasiado bien. Sin embargo, desde el año 2000 las licencias han ido aumentando significativamente: de 4.036 a 25.040 en 2015. Es decir, los aficionados, los practicantes y los profesionales han ido in crecendo. Y, obviamente, también han ido a más los éxitos de España, que ha llegado a clasificar hasta a seis representantes para competir en los Juegos de Río: Javier Gómez Noya (que ha sido sustituido por Vicente Hernández por una lesión), Mario Mola, Fernando Alarza, Ainhoa Murua, Carolina Routier y Miriam Casillas.

Miriam Casillas, Ainhoa Murua y Carolina Routier posan tras conseguir su pase a Río. Getty Images



Junto a Australia, Estados Unidos y Reino Unido, España es el único país que tendrá a seis representantes compitiendo en Río de Janeiro a partir del día 18. Y, además, con dos opciones claras de medalla: Mario Mola y Fernando Alarza. Pero, comentado lo anterior: ¿A qué se debe esta explosión de talento? ¿Qué se ha hecho bien en el triatlón nacional para sacar a tantos y tan buenos deportistas? ¿Cuáles son las razones de tal auge? Iñaki Arenal (director de alta competición), Adrián Ruano (responsable del programa de tecnificación deportiva) y Miriam Casillas (olímpica en Río) contestan a estas preguntas para EL ESPAÑOL.

CANTERA

Todo comienza en el año 2003, cuando la Federación de Triatlón impulsa un programa de tecnificación para captar a jóvenes talentos. Desde entonces, siempre, en enero y febrero, se realizan pruebas de tiempo: una de 100 metros y otra de 1.000 nadando, y otra de 400 y 1.000 de carrera. Y dicha convocatoria ha sido todo un éxito a lo largo de los años. “Lo que nos interesa es ver a gente que sea capaz de hacerlo rápido casi sin haber entrenado porque así vemos el talento natural de los deportistas”, explica Adrián Ruano, responsable del programa.

La primera vez se presentaron a hacer las pruebas algo más de 100 personas y este último año las han hecho casi 900. Y de estos aspirantes, llegados a través de las pruebas realizadas en las comunidades autónomas, tan solo acaban en el Centro de Alto Rendimiento unos 16. Muchos de ellos, posteriormente, profesionales. “Gracias a este programa salen Mario Mola, Fernando Alarza, Vicente Hernández, David Castro, Miriam Casillas… todos esos jóvenes van a cadetes y juniors, y después vamos viendo si hemos acertado cuando compiten en los campeonatos de España o en los de duatlón…”, comenta Iñaki Arenal, director de alta competición.

REFERENTES

Para que la base de cualquier deporte aumente es necesario que los niños tengan referentes. Y, en este aspecto, el triatlón ha ido sumando varios en los últimos años. “La culpa de que el triatlón esté de moda la tienen Iván Raña (campeón del mundo y quinto en Sidney y Pekín) y Javi Gómez Noya (cinco veces campeón de las series mundiales), ambos pioneros en España, y los últimos que no salieron del programa de tecnificación. Muchos nos hemos fijado en ellos”, reconoce Miriam Casillas, que compite el próximo día 20 de agosto en Río.

Mola y Alarza celebran su primer y tercer puesto respectivamente en Hamburgo. Getty Images

TIEMPO

Más allá del programa de tecnificación o de lo que haya hecho la Federación de Triatlón, hay una razón evidente por la que es fácil practicarlo en España, la temperatura. “Está claro que las condiciones geográficas nos favorecen porque tenemos mucho mar y en marzo y noviembre se puede seguir entrenando”, reflexiona Iñaki. Y Adrián ratifica la tesis: “En Andalucía, Barcelona o Valencia, por ejemplo, hay muy buenas condiciones. El tiempo es bueno casi todo el año”.

FUTURO

Aun así, no todo está conseguido. El triatlón, a pesar de su ‘boom’ en España o sus éxitos, sigue siendo un deporte minoritario. Y, sobre todo, sigue resultando casi imposible ser profesional. En ese sentido, no todo el trabajo está hecho. “Hace falta inversión privada, que haya equipos, por ejemplo, como en el ciclismo y que los jóvenes, cuando ya tienen 24 ó 25 años, puedan tener patrocinios o recibir premios que les permitan dedicarse a esto. Así se ha hecho, por ejemplo, con el premio Cofidis”.

En otro orden, Iñaki apunta la otra asignatura pendiente del triatlón español: “Tenemos un pequeño déficit en mujeres, que siguen sin conseguir los mismos resultados que los hombres. Y luego, por otra parte, tenemos que intentar lograr que los deportistas puedan enlazar el programa de tecnificación con el alto rendimiento y esto con la competición internacional”. Es decir, el triatlón ha ido a más. Está, de hecho, en su mejor momento. Pero su progresión puede seguir creciendo, no sólo por lo comentado anteriormente, sino también porque se trata de un deporte divertido, que combina tres disciplinas y en el que cada año van aumentando el número de pruebas por toda España.

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