La polémica en torno a la selección del K4 que represente en piragüismo a España en los Juegos Olímpicos de Tokio ha tenido un nuevo episodio este miércoles. Después de que el martes cargaran desde varios frentes acusando de amaño a los dos representantes fijos de esta embarcación, Saúl Craviotto y Carlos Arévalo, y que este martes no saliera uno de los grupos de selección al embalse de Trasona porque uno de los palistas no estaba anímicamente en condiciones, este miércoles ha habido dos bajas.
Cristian Toro y Carlos Garrote, los principales afectados que se habían quedado, en primera instancia, sin plaza para los JJOO después de que el cuarteto Craviotto-Arévalo-Cooper-Germade consiguiera el mejor tiempo en el proceso, han solicitado la baja médica al asegurar que no se encuentran "en condiciones de seguir con las pruebas del selectivo", tal y como ha informado el programa de la TVG 'En Xogo'. La Federación aún no se ha pronunciado sobre lo que sucederá con las pruebas.
Después de reconfigurar el proceso de selección y cancelar las decisiones tomadas con los resultados del fin de semana, estaba previsto que en esta semana saliera un cuarteto definitivo de unas nuevas pruebas. Sin estos dos, solo quedan dos opciones: o aplazarlas, o dar por bueno el cuarteto que se estableció tras lo sucedido este domingo. Ese es el debate que se mantiene en el seno de la Federación, aunque lo más seguro es que se tome la primera.
España tiene a tres campeones olímpicos como Saúl Craviotto, Cristian Toro y Marcus Cooper Walz, pero también a dos campeones del mundo como Rodrigo Germade y Carlos Garrote. La retahíla de éxitos en esta disciplina la completa Carlos Arévalo, subcampeón mundial. Estos seis estaban citados en el embalse de Trasona, Asturias, la semana pasada para decidir quiénes serían los palistas que compondrían el K4 para la prueba de 500 metros.
La polémica
Tanto el Club Fluvial de Lugo, que representa a Toro, como el expresidente de la Federación, Juan José Román Mangas, denunciaron lo sucedido este fin de semana acusando a los dos palistas y al seleccionador de amañar el proceso. El primero envió una carta formal al actual presidente de la RFEP, Pedro Pablo Barrios, y el segundo hizo unas declaraciones incendiarias en el canal de televisión de La8 Zamora, su lugar de nacimiento y el de Garrote.
Miguel García, responsable de la selección contra el que cargó el Club Fluvial de Lugo y también el expresidente de la Federación, explicó en una nota de la RFEP que la diferencia de tiempos se podía deber a diversos motivos como "el frío, la salida que se hace manual o la propia activación de los deportistas". Decidieron repetir el proceso, pero ahora mismo se han quedado sin dos palistas. Algunos de ellos explicaban que "son amigos, pero separados en bandos como en una Guerra Civil".
Esto no beneficiará para nada la preparación para esos Juegos Olímpicos de este próximo verano. Además, los dos perjudicados, Garrote y Toro, han advertido que tienen unos audios que demostrarán el amaño.
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