La cuna de grandes campeones de natación que es Estados Unidos ha abierto las puertas a un español. Hugo González es una de las grandes figuras en el país norteamericano después de hacer que la Universidad de California haya conseguido el título de la NCAA. Su triunfo en las 400 yardas estilos, con récord de los campeonatos, confirma parte de lo que ya se vio en Tokio 2020 el verano pasado: es la gran promesa de este deporte para la nación y no hace más que dar pasos de gigante. Mientras este lugar era el epicentro del debate por la transexual Lia Thomas, el español se ha doctorado.
En un lugar donde Michael Phelps o Katie Ledecky han triunfado, Hugo González se doctoró este fin de semana. Irónicamente, su último éxito lo ha logrado en una prueba que hasta ahora le era muy incómoda: los 400 estilos, aunque en su versión americana, las 400 yardas que es una distancia más corta. Voló en Atlanta para firmar un 3:32.88 que ha pulverizado el récord universitario estadounidense que tenía un peso pesado a nivel mundial como el campeón en Tokio 2020, Chase Kalisz, con 3:33.42 desde hace cinco años.
El nadador mallorquín hace tiempo que apostó por el deporte en Estados Unidos, lejos de una España donde la piscina tiene un serio problema de infraestructuras pese al enorme potencial que hay en algunos de sus nadadores. Con mucha suficiencia, Hugo ha doblegado a un Léon Marchand que ha terminado segundo con 3:34.08. Carson Foster, que había dominado las series con 3:33.79 ha terminado tercero con 3:35.69. El hito es tal que llevado ese crono a los 400 metros, habría logrado un 3:56.29 que supondría la tercera mejor marca de todos los tiempos.
El año pasado sumó una segunda plaza en 200 estilos y una tercera en 200 braza, pero se quedó con una espina clavada en estos 400 estilos. Mientras avanza en sus estudios en Berkeley, donde cursa ingeniería informática, está convirtiéndose en una de las referencias de este ciclo. Él es un velocista y esta no debería de ser su prueba de cara al ciclo de Paris 2024. El plan era trabajar en los 100 espalda y 200 estilos, después de que en esta última prueba fuera medalla de oro en el Europeo de Budapest. En cualquier caso, es un golpe encima de la mesa para comenzar esta carrera que acabará con los Juegos Olímpicos.
Superar la adversidad
Hugo González de Oliveira, de padre español y madre brasileña, se ha convertido en uno de los nombres de moda del deporte nacional en los últimos años. Todo comenzó en Hungría cuando en 2021 ganó la medalla de oro en la prueba de 200 estilos, una de plata en los 100 espalda y una de bronce en los 50 espalda. Eso le hizo llegar a Tokio completamente lanzado para aspirar incluso a las medallas. Aún así, solo pudo completar esta temporada crucial con dos finales que le dejaron en una situación un tanto indeterminada.
La dificultad para acceder a beca y su propia formación académica le han empujado a reflexionar sobre qué camino tomar. Hugo González, en declaraciones a los medios, mostraba su enfado por su no clasificación para la final del 200 estilos en Tokio 2020 y dejaba en el aire intentarlo de nuevo en París 2024. Esa coletilla habitual de gran parte de los olímpicos que no terminan de triunfar. Pensar en el futuro y fijarse la meta de la revancha es costumbre, pero no obligación y ahí está el caso del joven nadador. Finalmente, ha seguido con su trayectoria en Estados Unidos y el resultado obtenido este fin de semana supone un nuevo respaldo.
Pese a su corta edad, el nadador entrena en Berkeley desde 2017. Allí, entre la piscina y las aulas, el balear ha conseguido aprender de los mejores bajo el agua sin descuidar su carrera académica, donde invierte el tiempo que le queda para obtener la carrera de ingeniería. Además, próximamente pasará a formar parte de la UCAM, donde quiere seguir instruyéndose en términos académicos. Este apoyo privado será esencial para que Hugo pueda mantener el nivel que ha demostrado este fin de semana en Atlanta.
Cambio de tercio
Los programas nacionales suelen ir encaminados a formar campeones en distancias más cercanas a los 400 metros, por ello, el talento desarrollado por Hugo González es más propio de un diamante atípico que de un producto nacional por antonomasia. Hugo prepara a sus presas paulatinamente y ataca sin piedad en la parte final. En el éxito en la prueba de 400 yardas estilos ha demostrado que es un nadador más completo que un simple velocista de los 100 y 200. En cualquier caso, lo que no cambia es su dominio en la espalda, donde se desmarca de sus rivales.
Además de su enorme talento y de sus capacidades, Hugo ha destacado siempre también por tener la cabeza muy bien amueblada y por saber siempre lo que quiere, demostrando disciplina y compromiso con el deporte que ama. Reconoce que los puntos donde más mejoras puede obtener son la natación subacuática, los virajes y las salidas y llegadas, puntos que lleva varios años machacando a fondo con un esfuerzo constante que ahora empieza a dar sus frutos y a llenar su cuello de medallas muy importantes y su mochila de sueños muy grandes.
Hugo González pasó por la Universidad de Auburn en Alabama para después formar parte de la Universidad de California en Berkeley. Dentro de su gran preparación, la cual ha sido mucho más detalla y específica que en España, centrándose en sus verdaderas cualidades y no en un modelo establecido casi por real decreto, Hugo ha podido trabajar con una leyenda como Dave Durden, histórico integrante del equipo estadounidense masculino de natación y considerado como uno de los mejores del mundo. Además, ha compartido piscina con nadadores de la talla de Ryan Murphy y Nathan Adrian, dos campeones olímpicos de talla mundial.
Ahora afronta un nuevo horizonte en su carrera a partir de este 2022. Lo hace con el respaldo del resultado obtenido en los que serán sus últimos campeonatos de la NCAA. Su futuro volverá a pasar por España, donde afrontará nuevos retos que deben corroborar su punto de crecimiento. España sigue teniendo un diamante en bruto con Hugo González de Oliveira, pero ahora tiene que llegar la refrenda final al entrar en edad profesional. La perla está pulida y tiene que seguir ganando valor en el mercado. Aunque lo importante también será que nadie se olvide de su figura pase lo que pase para no tener otro caso Rafa Muñoz.
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