El pulso de Vladimir Putin al veto que le ha impuesto el mundo del deporte sigue su curso. Este verano planea dar el gran golpe en la construcción de ese telón de acero entre Rusia y el resto del mundo en lo que se refiere a competiciones recuperando las Espartaquiadas. Estos particulares Juegos Olímpicos se celebraron en la era de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y ahora regresarán con la intención de copiar el programa que se verá en París 2024.
Estos eventos, llamados así por Espartaco, el hombre que lideró el levantamiento de los esclavos romanos, tenían como propósito mostrar el progreso de la cultura física y lograr récords deportivos. Se mantuvieron bajo este nombre como una especie de vacaciones deportivas para los más jóvenes y así incentivar la actividad desde edades muy tempranas. El secretario general de la Federación de Voleibol de Rusia, Alexander Yaremenko, desveló la intención de celebrar un gran evento en agosto para los profesionales.
"La Espartaquiada se llevará a cabo del 20 al 29 de agosto en Moscú. Debería convertirse en un gran evento multideportivo. Se ha declarado una repetición de todo el programa de los Juegos Olímpicos de París 2024", recalcaba el dirigente ruso en sport-express. Este es un nuevo movimiento del plan que prometió Putin a sus deportistas para que pudieran mantener su actividad de competición pese a que la mayor parte de las federaciones no dejen a los rusos competir tras la invasión de Ucrania.
La Espartaquiada
En un primer momento se conocieron así a las competiciones deportivas organizadas por clubes deportivos alemanes procomunistas. Estas Espartaquiadas llegaron a la URSS en la década de los años 20 y se hicieron notorias con el veto que impulsó este estado al movimiento olímpico. En 1928 se celebró la primera gran Espartaquiada en Moscú en contraposición de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam. El mismo evento se repitió en 1932.
El deporte soviético no se presentó en las olimpiadas hasta los JJOO de 1952 de Helsinki. Hasta entonces, en oposición a los Juegos Olímpicos "burgueses", tal y como eran considerados en la URSS, siguieron celebrándose estas Espartaquiadas. Hasta el colapso de la URSS, se sucedieron 10 Espartaquiadas de verano y siete de invierno, la última de las cuales tuvo lugar de marzo a septiembre de 1991. Lo curioso es que, cuando se rompió el estado soviético, algunas de las repúblicas mantuvieron esta tradición. Una de ellas fue Ucrania.
La intención de Rusia, tal y como desveló Yaremenko, es contar también con China para este gran evento de agosto. El presidente de la VFV expuso que es "un proyecto federal con el respaldo del ministerio de Deportes y la República de China". El gobierno está detrás de este movimiento para crear unos Juegos Olímpicos para los países que quieran participar. Cabe recordar que ya celebró una cita similar en marzo simulando los Juegos Paralímpicos de Invierno.
En esa cita participaron Bielorrusia, que también estaba incluida en el veto por el apoyo a Moscú en la invasión de Ucrania, Tayikistán, Armenia y Kazajistán. La oficialidad de esta cita fue tal que el Comité Paralímpico Ruso compensó a sus campeones. Por ocupar el primer puesto del podio han recibido 38.000 euros, 23.000 por ser segundos y 16.000 por el bronce. Pero el hecho que más resaltaron desde Rusia fue el hecho de volver a exhibir la bandera, cosa que no podían hacer internacionalmente.
El pulso de Putin
Alexei Drozdov, director del departamento de Deportes de Alto Rendimiento del ministerio de Deportes de Rusia también confirmó estas intenciones. Aunque el epicentro será Moscú, sede de la ceremonia de apertura, no descartó que varias ciudades se involucren en la competencia. Stanislav Pozdnyakov, presidente del Comité Olímpico Ruso, anunció a finales de abril que impulsarían una gran financiación para los deportes olímpicos que seguramente tenga relación con este evento.
Aunque estaba enfocado para el desarrollo de los deportes olímpicos para el período de 2022 a 2026, "nuestra tarea principal no es solo resolver la situación actual, sino también responder de manera adecuada y oportuna a los cambios en la situación internacional". Esta financiación será de 2.000 millones de rublos, unos 28 millones de euros. En cualquier caso, cuando se confirme el proyecto se conocerá la financiación total con la que contarán.
Tras dos meses de invasión rusa en Ucrania, el mundo del deporte sigue desempeñando un papel muy relevante en el conflicto. Si por el lado ucraniano son una multitud los profesionales que se han armado para defender su país, con algunos casos polémicos por no mostrar el mismo compromiso, Rusia está encontrando en sus atletas una figura relevante para mostrar a los suyos con un apoyo total a la guerra que han provocado. El último gesto de propaganda con deportistas es el de la joven patinadora Kamila Valieva.
Putin, para devolver este apoyo, ha propuesto participar en este telón de acero que se está construyendo en el deporte creando sus propias competiciones para que los profesionales puedan competir al más alto nivel. "Las competiciones canceladas deben compensarse con nuestros propios formatos nuevos; y podemos hacerlo rápido", sentenció el presidente ruso durante el acto con los deportistas rusos que consiguieron medallas en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022.
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