París 2024 exprime a todos: precios disparados en transporte y hoteles y restricciones a residentes
A menos de ocho meses de los Juegos Olímpicos de París 2024, crece la indignación por medidas que afectan al transporte y a la circulación en la ciudad.
30 noviembre, 2023 02:15Quedan siete meses y 25 días para que den comienzo los Juegos Olímpicos de París 2024, una cita que ahora mismo está entre nubarrones. No hay semana que salga una noticia que empaña su organización y esta no iba a ser una excepción. Los últimos anuncios, además, no contentan ni a residentes ni a visitantes.
En la ciudad de París se respira cierta preocupación sobre si estará a la altura de albergar la cita olímpica. Ha habido problemas con las entradas, investigaciones sobre posible corrupción en el comité organizador y existe un miedo creciente a una amenaza terrorista.
El próximo 26 de julio, a las 20:00 horas, todo el mundo estará pendiente de París y la ceremonia de inauguración de sus Juegos. Pero el camino hasta entonces, y no hablamos del de la antorcha olímpica, se prevé largo y cargado de curvas.
Este lunes, la región parisina -Ile de France- anunció un aumento de en torno al 100% de varias de las tarifas de sus transportes públicos, entre el 20 de julio y el 8 de septiembre de 2024. Estas medidas abarcan tanto el tiempo de los Juegos Olímpicos como el de los Paralímpicos.
Esta subida pretende cubrir, al menos en parte, los 200 millones de euros de gastos extraordinarios calculados por las autoridades regionales para la mejora y aumento de los trayectos de la red pública durante los Juegos.
Se creará una nueva tarjeta, París 2024, que contendrá unas tarifas que en varios casos duplican las que están actualmente en vigor. Así ocurre con la semanal para París y toda su región, que pasa de los actuales 30 euros hasta los 70 durante los JJOO. Los billetes individuales de metro y autobús, por ejemplo, pasarán de 2,10 euros a los 4.
Estos aumentos, dirigidos a los cerca de 10 millones de visitantes esperados, no afectarán a los usuarios habituales de la red de transporte (metro, cercanías, autobús y tranvía). Para ello, los políticos de la región incentivan a la población a comprar los billetes con antelación para disfrutar de la tarifa regular.
"Ya lo estamos pasando mal en el día a día con los transportes, no llegamos a dar la talla"
Pero el tema del transporte lleva tiempo generando fricciones políticas. Anne Hidalgo, alcaldesa de París, denunció que "no habrá un número suficiente de trenes ni tendrán una frecuencia necesaria" para absorber el flujo de visitantes, estimado en unos 15 millones durante las semanas del acontecimiento.
"Ya lo estamos pasando mal en el día a día con los transportes, no llegamos a dar la talla (...) de puntualidad, de confort por las parisinas y parisinos", denunció Hidalgo, cuyo Consistorio no tiene las competencias en los metros, autobuses, tranvías y trenes de cercanías, que están gestionados por el Estado francés.
La regidora también aseveró que otro de los problemas de los JJOO serán los sin techos, para los que, según ella, no se ha encontrado una solución que debería también aportar el Estado, competente en materia de seguridad.
Según denuncian las ONG, el perímetro de seguridad del evento podrá dejar miles de inmigrantes y demandantes de asilo sin acceso a centros de día, agravando su precariedad.
Los polémicos perímetros
Estos perímetros de seguridad, en plural, ya han sido fijados. Serán cuatro en torno a los diferentes centros olímpicos. El primero será el de los organizadores de los Juegos, donde sólo podrán entrar las personas acreditadas: atletas, miembros de los equipos, organizadores, periodistas y empleados, así como los espectadores con billete.
Luego habrá un perímetro de protección al que para entrar habrá que someterse a un registro. Ese perímetro, en principio, no afectará a los habitantes, salvo en la ceremonia de apertura. En ese último caso, el perímetro de protección cubrirá a los habitantes en los alrededores del recorrido por el Sena desde varios días antes con una limitación de la entrada de vehículos "al mínimo estricto", con registros a todos los que accedan.
Además, el espacio aéreo de París durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos estará cerrado en un radio de 150 kilómetros en torno a la capital francesa, tal y como indicaron recientemente las autoridades de aviación civil. La franja de tiempo será entre las 19:00 horas y medianoche.
El 26 de julio horas antes de que comience el desfile, en el interior de un 'perímetro rojo' especial únicamente podrán entrar en él los que puedan justificar que van a su casa o a un hotel o los que tengan billete para la ceremonia.
En torno a los centros olímpicos habrá también dos perímetros con restricciones a la circulación rodada, en los que no se impedirá el acceso de peatones o ciclistas.
En el primero de esos perímetros de circulación, 'rojo', estarán prohibidos los vehículos, salvo los que obtengan derogaciones, como los vecinos, los que van a visitar a personas vulnerables, los servicios de urgencia y de averías, así como los taxis o los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), pero sólo con un justificante especial. Todos ellos tendrán que haberse registrado previamente en una plataforma digital.
Por último, se establecerá un área 'azul' en la que se impedirá la circulación de vehículos en tránsito. De modo que para acceder, habrá que poder justificar su presencia.
Los hoteles, por las nubes
Estos problemas de transporte y movilidad de unen a las quejas respecto a los precios, centradas en las entradas de los diferentes eventos y, sobre todo, el alojamiento. Muchos hoteles de París han multiplicado los precios de sus habitaciones, algunos por quince e incluso más, de cara a las semanas de los Juegos Olímpicos.
El diario francés Le Parisien llevó a cabo un estudio al respecto durante el pasado verano. A algo menos de un año de la inauguración de la cita olímpica, al hacer búsquedas equivalentes en populares portales de reserva como Booking.com, algunos precios aumentaban más de un 1.500%.
Era el caso, por ejemplo, del Hotel Saint-Marc, de cuatro estrellas y en el céntrico distrito II de París, en el que una habitación ejecutiva esta semana costaba 285 euros, pero para reservar alojamiento en similares condiciones en 2024 el precio se elevaba hasta 4.511 euros.
Algo más alejado del centro, el Hotel la Perle Montparnasse, de dos estrellas, ofrece el pasado mes agosto noches en habitación doble con vistas a la calle por 88 euros. En 2024, sin embargo, la misma habitación subía a 950 euros.
Los pisos turísticos, más difíciles de comparar, también se encarecían, motivo por el cual el pasado mes de julio el Gobierno francés anunció que va a imponer, a partir de comienzos de 2024, la obligación de señalar en la web las tarifas que sean anormalmente elevadas en plataformas como Airbnb.
Mientras tanto, crece la indignación entre parisinos/as y futuros visitantes ante unos Juegos Olímpicos, los de París, que parecen heredar el caos que rodeó a la organización de los Tokio en el pasado ciclo. Aquella vez, eso sí, hubo una pandemia de por medio.