Jorge Lorenzo anuncia su retirada: el piloto que siempre ha ido con la verdad por delante

Lo que estaba llamado a ser el Dream Team del motociclismo, un equipo de ensueño integrado por Marc Márquez y Jorge Lorenzo, ha terminado de la peor forma posible. El piloto mallorquín ha anunciado este jueves su retirada de la competición en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, después de 18 temporadas en el Campeonato del Mundo. Tras un año de pesadilla, en el que nunca logró adaptarse a la Honda RC213V y en el que las lesiones lastraron su progresión, Lorenzo ha decidido poner punto y final a una fructífera carrera deportiva en la que ha cosechado un palmarés impecable: 68 victorias, 152 podios, 69 poles y cinco títulos de campeón del mundo (tres en MotoGP y dos en 250cc).

“Hay cuatro o cinco días importantes en la vida de un piloto: el día del debut, la primera victoria, el primer título mundial, que no todos pueden conseguirlo, y cuando anuncias tu retirada. Ese día ha llegado para mí y estoy aquí para anunciar que esta será mi última carrera en MotoGP y que me retiro como piloto profesional", ha anunciado visiblemente emocionado y seguido de un aplauso interminable de todos los asistentes a la conferencia de prensa, donde se ha echado en falta la presencia de Valentino Rossi, su compañero a lo largo de siete temporadas en las filas de Yamaha.

“No soy un gran piloto, soy un gran campeón”, reza en la parte posterior de su casco después de que Claudio Domenicali, CEO de Ducati, minusvalorara sus méritos para abrirle la puerta de salida de la fábrica de Borgo Panigale a uno de los mejores pilotos de la historia del motociclismo y que siempre ha ido con la verdad por delante, aunque en la mayoría de las veces le ha costado un disgusto.

Una trayectoria impecable emborronada por una campaña 2019 en la que, a lo largo de 18 carreras, nunca ha conseguido finalizar entre los 10 primeros y en la que su mejor resultado ha sido la undécima posición lograda en Le Mans. Un curso marcado por la terrible caída sufrida en Assen, donde se fracturó dos vértebras, cuando comenzaba a ver los primeros brotes verdes en su trabajo de adaptación a la Honda RC213V.

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“Cuando empezaba a vislumbrar algo de luz tuve esa caída tan fea en Assen. Cuando estaba en la gravilla y me levanté pensé: 'Jorge, ¿de verdad merece esto la pena después de todo lo que has logrado?’. Me fui a casa y reflexioné, pero a partir de ese momento se me hizo muy alta la montaña y no encontraba la paciencia ni la motivación para escalarla. Me encanta ganar y me he dado cuenta de que no era posible a corto plazo con Honda, así que...", ha narrado para romper a llorar en la despedida de un gran campeón.