Fernando Alonso no tira la toalla en las 500 Millas: las claves para creer en el milagro de Indianápolis
El piloto asturiano tendrá uno de los retos más complicados de su carrera al partir desde la 26ª posición, pero es consciente de que solo su talento puede acerar la Triple Corona.
21 agosto, 2020 00:34Noticias relacionadas
Fernando Alonso se enfrentará en unos días a uno de los mayores retos de su carrera deportiva, completar la Triple Corona. Un reto que, sin duda, no será nada fácil, ya que las condiciones en las que llega a la prueba de las 500 Millas de Indianápolis no son las mejores. A pesar de que todo hacia indicar que este año podría estar en la lucha por las primeras plazas, lo que han demostrado los entrenamientos y, sobre todo, la clasificación, es que el asturiano está muy lejos de los puestos de cabeza.
De esta forma, si el piloto español consiguiera vencer sería gracias, en gran medida, a su talento, porque ahora mismo se trataría de un verdadero milagro. O quizás no. Quizás no sea tan milagroso como a priori pueda parecer porque las 500 Millas no son una prueba normal. Se trata de una carrera caótica en la que puede pasar de todo y en la que salir atrás, seguramente no tan atrás, puede llegar a beneficiar a los pilotos para librarse de los accidentes que siempre se producen en la parte noble de la clasificación.
Por eso, y porque el talento de Fernando y su competitividad son infinitas, Alonso todavía está en disposición de ganar las 500 Millas Indianápolis y de dar la sorpresa, completando así el reto de la Triple Corona y sumando un nuevo hito a su palmarés en el que ya figuran logros tan importantes como los dosCampeonatos del Mundo de Fórmula 1 con victorias tan emblemáticas como la del Gran Premio deMónaco, el Campeonato del Mundo de Resistencia o triunfos en pruebas tan emblemáticas como las 24 horas de Le Mans o de Daytona.
Preocupación por Cheverolet y el Arrow McLaren SP 66
Lo que a priori era uno de los motivos para soñar con el triunfo se ha convertido en una auténtica maldición. Fernando Alonso montará un motor Cheverolet en su Arrow McLaren SP con el dorsal 66 en lugar de un motor Honda, un hecho que ya le hace partir en desventaja, especialmente en registros a una vuelta. La marca japonesa ha dado con la clave para estas 500 Millas de Indianápolis y todos sus pilotos están volando sobre óvalo del Motor Speedway, hasta el punto de copar por completo los primeros puestos de la clasificación y de los entrenos, lo que supone un hándicap más para Fernando Alonso.
El asturiano ha visto como sus registros han ido de más a menos a medida que se va acercando la prueba que se correrá el día 23 de agosto. El piloto español comenzó muy bien, inmerso en el Top5 a pesar de haber llegado sin apenas preparación específica y sin haber tenido la oportunidad de montarse en el coche ni conocerlo tras la cancelación de los test del mes de marzo.
Los resultados del comienzo, en los que Fernando también pasó sin problemas el refresher test sin ningún problema, hacían soñar con la posibilidad de que una victoria en la prueba no era algo descabellado. Rodando muy cerca del podio, un piloto tan seguro como Alonso sería capaz de ganar posiciones en carrera y aguantar la presión mientras otros iban cometiendo errores. Sin embargo, estas primeras esperanzas que quizás volaron demasiado lejos y demasiado pronto, se fueron esfumando.
En siguientes sesiones, ya con todos los pilotos en la pista y no solo con aquellos que querían acostumbrarse al circuito porque eran rookies o porque tenían poca experiencia, el Arrow McLaren fue descendiendo posiciones para afrontar una cruda realidad que no entraba en los planes de nadie, ya que se había construido un equipo para ganar. Un coche fiable, un equipo con experiencia y un nuevo ingeniero de pista Craig Hampson eran las armas que tenía Fernando Alonso para hacer historia. Pero nada más lejos de la realidad, la situación se fue haciendo cada vez más oscura.
Para colmo, llegó un imprevisto que nadie tenía en mente. Un error de Fernando al tocar un bordillo le hacía perder el control de su monoplaza y chocar contra el muro sin consecuencias para él. No obstante, tuvo que dar por concluida la sesión de entrenamientos y obligó a los mecánicos a reparar el coche a contrarreloj para tener a punto para la carrera.
Tras este susto llegaron las primeras bofetadas de realidad, que comenzó a hacer registros en torno al puesto 20 y 25 de tabla, lo que dio unas perspectivas muy malas de cara a la clasificación que se antojaba como el reto más difícil. Donde peor se encontraba el ArrowMcLaren era las tandas de vueltas cortas y sin rebufo, donde mostraba una total falta de fuerza. A pesar de tener una buena posición de salida, la clasificación consumó el desastre: Fernando Alonso saldría en el puesto 26.
A pesar de que la predisposición de Fernando había sido total, el resultado obtenido estaba muy lejos del objetivo de meterse en el Fast Nine, la lucha de los mejores nueve pilotos por la pole que se realiza un día después de la clasificación. El resultado final abogaba a jugárselo todo en la carrera y a confiar en el talento de Fernando para adelantar pilotos, uno tras otro, desde la parte final de una parrilla formada por 33 corredores.
En sus últimas probaturas antes de bajarse del coche por última vez hasta la carrera, Alonso ha vuelto a recuperar algo de moral quedando cercano al Top10 en unos entrenamientos que quizás se vayan a parecer algo más a lo que puede acontecer en carrera, aunque, de cualquier forma, se antoja que será muy complicado.
Precedentes para soñar
Las conclusiones con las que llega Fernando Alonso a la carrera tras estos últimos días de entrenamientos, actos, clasificación y respirar y empaparse de la Indy y de las 500 Millas no son realmente buenas. Ni buenas ni esperanzadoras, pero si a alguien no le falta fe para sus restos ese es al asturiano. Alonso es el primero que sabe que ganar la prueba está difícil, pero lógicamente no le vale otro resultado, por lo que intentará darlo todo por conseguir lo que antes era un objetivo y lo que ahora se ha convertido en una hazaña.
Sin embargo, Fernando no estará solo en Indianápolis el día 23 de agosto, sino que tendrá detrás a una gran hinchada de ‘alonsistas’ remando desde sus casas para que el asturiano intente llevarse la ansiada copa para su museo de Oviedo. Además, el piloto español no solo tendrá a la afición empujando, si no que también tendrá de su lado a la historia, o, por lo menos, a parte de la historia, esa parte que le demuestra que es posible ganar saliendo tan atrás.
La de 2020 será la edición 104 de la carrera, y en las 103 ediciones anteriores ya se han dado casos que dan algo de esperanza al sueño de Alonso. La posición más retrasada de salida con la que un piloto consiguió la victoria es la 28ª, y no pasó una vez, si no que fueron dos las ocasiones en las que se produjo esta asombrosa remontada.
Lo cierto es que ocurrió hace mucho tiempo, en 1911 con Ray Harroun y en 1936 con Louis Meyer, pero existir, existieron. Si Fernando consiguiera el hito de cruzar el primero la línea de meta conseguiría algo histórico, ya que desde la posición en la que sale, concretamente la 26ª, nadie ha conseguido vencer, aunque existan esos dos precedentes que lo lograron partiendo desde dos puestos más atrás.
Más datos que dan esperanzas al asturiano son las diez victorias que han llegado desde el puesto 20º en adelante en las 103 ediciones disputadas, un milagro semejante al que necesitaría Fernando. Tres llegaron desde el puesto 20, dos desde los puestos 22 y 28, y una desde los puestos 21, 25 y 27. La parte negativa de este registro es la que indica que desde el año 1936 solo lo han conseguido dos pilotos, y que desde el año 1987, cuando ganó Al Unser, ninguno, por lo que la machada de Fernando Alonso sería una hazaña de otro tiempo.
Esta son los escasos precedentes de lo que puede lograr el asturiano para conseguir el reto que se propuso, nuevamente, a principios de año, cuando finalizaba su meritoria participación en el Dakar y soñaba con formar parte del equipo Andretti Autosport, auténtico dominador de la prueba y poseedor de la pole position. Sin embargo, la mejor noticia para Fernando es que tal y como demuestra los datos, el primero en clasificación solo ha ganado 21 veces de 103, el puesto en la parrilla no es garantía de absolutamente nada.
Fernando Alonso, el deseado
La presencia de Fernando Alonso lo cambia todo. Se puede comprobar en cualquier disciplina a la que se acerca. Se vio durante muchos años en la Fórmula 1 a pesar de no tener coches competitivos, se pudo comprobar cuando decidió pasarse al Mundial de Resistencia, y se pudo ver también durante la disputa del Rally Dakar de este año. Tanto es así que el ‘Gran Circo’ ha querido volver a contar con su presencia para 2021, no sin antes intentarlo una vez más en el óvalo de Indianápolis.
Y precisamente ha sido durante todo este tiempo en el que Fernando ha estado adaptándose al McLaren cuando todos y cada uno de los grandes personajes de este mundo han aprovechado su paso por un micrófono para lanzar alabanzas a lo que consideran como un piloto único, uno de los mayores talentos de la conducción de todos los tiempos y un personaje que trasciende fronteras y disciplinas.
Los primeros en deshacerse en elogios con Fernando han sido los integrantes de su propio equipo, McLaren, quienes quieren que Fernando vuelva a participar en la Indy los próximos tres años a pesar de tener un acuerdo cerrado ya con Renault para volver a la Fórmula 1. El bueno de Zack Brown no sabe ya qué prometerle para conseguir que siga vistiendo sus colores, aunque sea una carrera al año.
También desde dentro de su propio garaje le han caído piropos que han llegado desde una de las incorporaciones de este año al equipo, el nuevo ingeniero de pista Fernando, Craig Hampson. Un histórico de esta prueba que sabe lo que es estar detrás de cuatro victorias declaró que, “si le daban a un buen coche, Alonso era capaz de ganar la carrera”. El asturiano estaba encantado de contar con una persona tan admirada dentro de la Indy, pero la satisfacción era mutua ya que Hampson afirmó sobre el piloto español que “era todo un orgullo trabajar con él, uno de los mejores pilotos, siempre concentrado y atento a cada detalle”.
Sin embargo, a Fernando también le han llegado piropos desde fuera de las fronteras de McLaren, a pesar de no estar en su universo, la Fórmula 1, donde es toda una institución. Uno de los halagos más importantes que ha recibido Alonso estos últimos días ha llegado de una de las mayores leyendas de la Indy, de Mario Andretti, quien afirmó de Fernando lo siguiente: “Ha demostrado su versatilidad y es muy bueno también para el automovilismo. Está en mejor situación de lo que muestran las clasificaciones. Su ritmo de carrera es muy bueno, el equipo tiene mucha experiencia y él también puede ya luchar con cualquiera”.
Otros personajes de gran importancia que se han unido a la lista de personalidades que han hablado, y bien, sobre Fernando han sido los directivos responsables de la Indy. Su presidente, Jack Frye, afirmó que “es un gran piloto de carreras, lo hemos visto de cerca en los últimos dos o tres años.
No es de extrañar que se haya adaptado tan rápido como lo ha hecho. Incluso después del accidente se recuperó y se rehizo enseguida. Es uno de los mejores de todos los tiempos. Ciertamente estamos contentos de que esté aquí. Espero ver lo que puede hacer este fin de semana.”. Por su parte, Doug Boles, presidente del circuito aseguró estar enamorado de Fernando como toda la afición, mientras que Mark Miles, presidente y director ejecutivo de Penske Entertaiment dijo que Alonso “no era una diva, si no un gran profesional que colabora con el campeonato, uno de los mejores de todos los tiempos”.
Todos los que conocen esta carrera tan especial y particular aseguran que Fernando es capaz de conseguir cosas muy grandes a pesar de su puesto en la clasificación. Las 500 Millas de Indianápolis son una prueba diferente a todas, donde los puestos en los entrenamientos pasan a un segundo plano y los accidentes, las averías, los abandonos y los líos entre pilotos y equipos cobran un total protagonismo.
Si en una carrera se pueden dar circunstancias casi paranormales, remontadas épicas y sucesos extraordinarios esa es la prueba del óvalo Motor Speedway. Por ello, no es extraño que todos confíen en que Alonso puede dar la vuelta a la situación y conseguir un resultado muy positivo.
Por su parte, Fernando ha estado preparándose físicamente durante mucho tiempo para poder resistir las exigencias de una prueba que lleva al límite a los pilotos. Le hubiera gustado a ver pasado más tiempo con el coche, haber tenido la oportunidad de dar más vueltas y de haber recuperado sensaciones de ediciones pasadas, pero la realidad es que el corredor español ha llegado con lo mínimo a Indianápolis y aun así todavía es capaz de conseguir lo máximo.
Las horas y las victorias conseguidas en el simulador que el propio Fernando iba compartiendo en sus redes sociales se convirtieron en una pretemporada necesaria para poder llegar tan solo unos días antes de la carrera y poder competir contra los mejores en una disciplina tan diferente a lo que siempre ha sido su terreno.
Sin embargo, Alonso nunca pierde la serenidad ni la ilusión, y mucho menos cuando se tratan de retos tan importantes. Por ello, sabe que cuenta con el caos de Indianápolis de su lado para lograr una remontada estratosférica que, seguramente le costará más que en los simuladores, pero que igualmente peleará con uñas y dientes.
Aquellos aficionados que se emocionan al recordar las increíbles hazañas de Alonso en la Fórmula 1 sobre la lluvia, o los que han podido verle este invierno poniendo contra las cuerdas a todos los grandes del Dakar en las dunas de Arabia junto a Marc Coma, sabrán de lo que Fernando puede ser capaz.
Alex Palou avanza en silencio
Fernando Alonso, para lo bueno y para lo malo, acapara casi todo el protagonismo del mundo. Es un animal en la pista, pero también un animal mediático. Tiene carisma y un liderazgo especial que atrapa, que atrae, pero es una realidad palpable que existe automovilismo más allá del asturiano. Y no solo existe automovilismo, si no que existe Indy más allá de Fernando y que existe Indianápolis más allá de Alonso.
Y eso que hay donde el corredor de McLaren acaba, que lleva volando desde que comenzó sus entrenamientos y que tendrá el día 23 un puesto de privilegio para pelear por un sueño es Alex Palou, el otro piloto español que correrá las 500 Millas.
El catalán de 23 años es uno de los debutantes de la prueba que mejor rendimiento está dando. Oculto tras el maremágnum de Fernando, está consiguiendo unos resultados increíbles y hasta fue capaz de introducir su Dale Coyne en el Fast Nine, un hito con el que no contaba al comienzo de las sesiones de preparación, pero que poco a poco se fue creyendo tras comprobar el increíble ritmo de su monoplaza. Por ello, llegará al día 23 de agosto con muy poquito que perder y con mucho que ganar, porque tiene licencia para soñar con una victoria si la suerte y las condiciones le sonríen. El talento ya lo pone él, porque la realidad es que le sobra.
Tal y como ha demostrado estos días, con apenas experiencia en esta prueba ya ha conseguido ponerse a la altura de los mejores y, pasito a pasito, está presentando sus credenciales para conseguir algo muy grande o, al menos, dar el mayor espectáculo posible y conseguir un gran puesto. Palou ha tenido la gran suerte de contar con un coche competitivo tanto en tandas largas de carrera como en marcas a una vuelta, por lo que sus manos han hecho el resto para situarse siempre en los puestos cabecero de la clasificación.
Palou es ambicioso y afirma que, incluso, podrían haber peleado por la pole, pero que un problema se lo impidió y que ahora guardan todo su ritmo y todas sus ganas para intentar pelear por la carrera. Lo cierto es que la vuelta más rápida de la clasificación fue suya, aunque posteriormente no pudo aguantar ese ritmo. Sin embargo, el día 23 de agosto estará totalmente preparado para intentar dar la campanada y salir campeón partiendo desde esa meritoria séptima plaza.
Fernando Alonso y Álex Palou, los dos pilotos españoles y las dos bazas nacionales para hacer historia en las 500 Millas de Indianápolis que tendrán a todos los aficionados al automovilismo pendientes de lo que puedan hacer. Tiene talento y calidad, uno tiene experiencia y unas manos privilegiadas y el otro mucha ganas por mostrarse y un coche potente, por lo que el espectáculo está garantizado. Las 500 Millas de Indianápolis pueden hablar más español que nunca.
[Más información: Accidente de Fernando Alonso en los entrenamientos de las 500 millas de Indianápolis]