El Gran Premio de Turquía está siendo una quimera para todos los pilotos que han tenido que intentar adaptarse a una pista muy complicada en unas condiciones realmente adversas. Las pocas vueltas de margen y el tiempo gélido que está azotando Estambul ha provocado que los equipos pasen verdaderos apuros para calentar sus neumáticos y tener la adherencia necesaria para ir al límite.
Muchos afirman que todavían no han conseguido alcancer ese punto de agarre con la pista para sentirse cómodos y aprovechar toda la potencia de los monoplazas, y que mañana será un nuevo día en el que esperan que suban las temperaturas para poder exprimir más las posibilidad de los coches.
Quien ha tenido una mañana especialmente difícil es Carlos Sainz. El piloto español ha sido uno de los que menos vueltas ha podido dar al Istanbul Park porque en la primera sesión de entrenamientos libres ha tenido problemas eléctricos en el motor de su MCL35 y se ha perdido 25 minutos de sesión. Un problema bastante importante.
Por ello, en la segunda tanda, han decidido ir a dar muchas vueltas y coger sensaciones, conocer cada centímetro del circuito sin mirar los tiempos porque la idea era obtener datos y minutos de rodaje, todos los que habían perdido por la mañana. Además, se han encontrado con una pista helada y que era una auténtico centro de patinaje donde los Fórmula 1 deslizaban como podían.
"Ha sido un día extraño por las condiciones de la pista. Tuvimos problemas por la mañana y por la tarde nos centramos en aprender sin centrarnos en el tiempo por vuelta. Al menos nos hemos divertido, pero habrá que mejorar el coche para la clasificación". Esto apuntaba Carlos tras el final de su jornada en el día de hoy.
Un viernes extremo
El español ha alucinado con lo que se ha encontrado hoy en el Istanbul Park: "Es el viernes más extraño que he hecho en mi vida. Esperábamos vueltas de 1:33 y por la mañana estábamos haciendo 1:45, eso explica lo difícil que era. Muy extraño, aunque un desafío bueno y diferente para lo que estamos acostumbrados".
Sainz reconoció que lo vivido esta mañana, cuando se vio obligado a parar su McLaren en una escapatoria tras un fallo en el motor y perder la dirección asistida, fue realmente negativo: "No es ideal perderse tantas vueltas, sobre todo cuando es una pista nueva para mí, aunque pude recuperar parte de las vueltas en los segundos libres y me siento preparado para la clasificación".
Carlos nunca había rodado en Estambul, pero a pesar de ser un día difícil asegura que ha sacado lecturas positivas y que la capacidad de los Fórmula 1 le ha vuelto a sorprender una vez más en un día tan complicado como el vivido este viernes: "No ha sido cómo esperaba por la superficie del asfalto, aunque pude hacer a fondo la curva 8, incluso con este agarre, eso muestra lo impresionantes y rápidos que podrían ser estos coches". Este sábado será turno para los últimos libres y la clasificación, donde espera estar en la Q3 y pelear por un buen puesto.
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