Kilian Revuelta repite victoria en el Dakar de Clásicos: "Una milésima puede cambiarlo todo"
El piloto español, junto a Óscar Sánchez, ha acabado primero en la novena etapa de su categoría. El dúo es segundo de su grupo y quinto en la general.
12 enero, 2021 19:14Noticias relacionadas
Los españoles Kilian Revuelta y Óscar Sánchez Hernández han acabado primeros en la novena etapa del Rally Dakar Classic. Segundo triunfo consecutivo para el dúo del Toyota Naturhouse que les aúpa hasta la quinta posición de la general. La pareja se convierte así en la revelación de una modalidad que se ha estrenado en la edición de este 2021.
Esta categoría de Clásicos del Dakar destaca por una peculiaridad y es que el vencedor de la prueba será el más regular. Es decir, aquel dúo que menos puntos sume al final de cada etapa será el que se proclame ganador. ¿Por qué? Porque los puntos, en este caso, son de penalización. Así las cosas, Kilian Revuelta se impuso este martes al acumular 69 puntos, 20 menos que los franceses Marc Douton y Emilien Etienne.
El binomio galo del Team Sunhill son los líderes destacados de la categoría de Clásicos a estas alturas de la competición. Por detrás suyo se encuentran los españoles Juan Donatiu y Pere Serrat Puig (Doria Racing) y los también franceses Lilian Harichoury, Luc Fertin y Laurent Correia (Team Boucou).
Con esta nueva victoria, la segunda consecutiva, Kilian Revuelta, miembro del Consejo de Administración de EL ESPAÑOL y vicepresidente de Naturhouse, y Óscar Sánchez Hernández cierran el Top 5 del Rally Dakar Classic una vez disputadas nueve etapas y ya sueñan con nuevos objetivos: completar un trío de triunfos y quién sabe si poder acabar en el podio de la categoría.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Kylian Revuelta, quien habla sobre la experiencia que supone competir por primera vez en el Dakar y también explica en qué consiste esta nueva modalidad de Clásicos, así como analiza los resultados obtenidos hasta la fecha con su Toyota Land Cruiser de 1996. Lo que tiene claro es que volverá el año que viene con más experiencia a sus espaldas.
En primer lugar, ¿cómo está siendo esta experiencia en el Dakar?
Pues muy buena, muy buena la verdad. Una experiencia inusual. Realmente sales de tu entorno, de todas las comodidades que tienes en tu vida habitual y te ves inmerso en un campamento que se va moviendo día a día, haciendo muchos kilómetros en coche, con polvo, con comida que no es la habitual, echando de menos una cervecita fría. Pero bueno, por otro lado, haces algo que te gusta y esos sacrificios son mínimos al final.
Para los menos entendidos, ¿en qué consiste esta nueva modalidad Classic?
Lo primero son los coches. Los coches ya no son esos que están preparados por y para la tierra, para este rally. Son coches que, en su momento, debieron correr el Dakar y son coches anteriores al año 2000. Al final, estás corriendo un rally que es paralelo al que corre por ejemplo Carlos Sainz. No es el mismo recorrido. Sí que salimos cada mañana del mismo campamento y dormimos en el mismo, pero no vamos por los mismos caminos porque sería muy difícil mezclar un coche de hace más de 20 años con uno nuevo.
Esta es una de las primeras diferencias, la segunda es que nosotros en lo que se corre es en regularidad. Corremos con un roadbook, que es con navegación también, pero lo que da la organización son unas medias que tú tienes que llevar en todo momento. Te dicen del kilómetro 0 al 10 tienes que ir a 90 km/h, en eso se basa. Durante 100 km vas siguiendo unas notas de la organización en el roadbook y luego en cada kilómetro tienes que estar en el tiempo debido.
Lo que nos encontramos es que dependiendo en qué recorridos es muy difícil ir a las medias en las que se marca. Luego cuando se ve la clasificación, lo que realmente consiste es que en ese kilómetro tienes que estar justo en el segundo que tenía que estar, en el momento adecuado. El tema consiste en no fallar porque si tú en el kilómetro 3 ya has fallado, vas a estar arrastrando en todas las mediciones el fallo, a no ser que aceleres mucho más. Hay momentos en los que tienes que coger velocidades muy altas para alcanzar lo que has perdido antes.
Junto a Óscar Sánchez Hernández se embarcó en esta aventura. Ya habéis participado en más pruebas, pero qué tiene de diferente este Rally Dakar que tantas pasiones despierta.
El Dakar es el súmmum. Desde mi punto de vista hay dos carreras en el mundo que son lo más, una es Le Mans, en resistencia, y otra es el Dakar. Habrá gente que luego diga que está en Fórmula 1 el Gran Premio de Montecarlo, pero, al final, estas dos carreras son muy potentes. Al final esto era como un sueño como aficionado. Siempre ves el Dakar en la televisión y, entonces, se dio la situación, salió la categoría Clásicos y aquí estamos.
Se mostró muy ilusionado antes del comienzo de la aventura. "Supera todo lo que uno puede imaginar" o "todo lo que consigamos ya es un sueño" son algunas de sus palabras.
Claro, al final, cuando ves el Dakar como seguidor, pues nosotros tenemos amigos que está corriendo el Dakar en motos, es gente que lleva una preparación física muy fuerte. Es difícil compaginar una vida laboral potente con preparar un Dakar para ir en motos. Para ir en coche necesitas una preparación, pero sobre todo un equipo detrás muy potente. Hay que pensar que esta carrera son 12 días y haciendo una media de 600 kilómetros cada día, los coches se rompen. Hay que llevar detrás un equipo muy fuerte.
En la categoría de Clásicos no hay que llevar tanto equipo detrás y es más asequible, por así decirlo. Este coche tiene 25 años ahora. Nos pasa a las mismas personas. Mi hijo pequeño duerme en el suelo y al día siguiente está encantado, yo duermo en el suelo y me estoy arrastrando. Pues lo mismo pasa con los coches, este coche ya tenía muchas fatigas. Se desmontó pieza a pieza, dejamos el chasis libre de la carrocería. Se reforzó todo el chasis y ya había algunas grietas de la edad, ahora este coche es prácticamente nuevo y eso permite que estamos en la etapa 10 y no hemos tenido roturas. Ayer uno de nuestros competidores, pues hoy ha roto el coche. Al final son pruebas muy duras. Hoy ha penalizado y le hemos adelantado.
Sextos, quintos, decimoctavos... hasta pelear entre los tres primeros las últimas carreras. Y llegó el premio gordo: dos primeros puestos en las etapas octava y novena. ¿Cómo le sabe todo esto?
Esto es por categorías, en la general de Clásicos estamos quintos, pero en la H1 estamos segundos. El día que pegamos el balón más grande fue por un problema mecánico en las dunas, tuvimos un problema con el ventilador y el coche no enfriaba. Ese día lo salvamos, por así decirlo. Fue salvar la carrera, ese día lo más normal es que hubiéramos reventado el motor y hubiésemos tenido que tirar de extintores automáticos para apagar el coche. Se calentaba, teníamos que ir jugando para que no se incendiase el motor. Cuando veíamos que la aguja marcaba rojo, teníamos que bajar la velocidad y pasar las dunas... pues así. Por eso penalizamos tanto.
Llegamos al campamento y dejamos fijo el ventilador. Desde ese momento, estamos funcionando con el ventilador al cien por cien. Al día siguiente tuvimos el problema con un reloj, no marcaba la hora bien de la carrera. No estaba cuadrado el reloj que teníamos nosotros con el reloj de carrera. Cuando llegamos por la noche al campamento, nos cogieron los comisarios y nos dijeron 'oye, dejadnos ver el reloj de carrera que lleváis en el coche porque habéis estado penalizando 20 segundos, 20 segundos...'. Así comprobaron que habíamos cogido la hora mal. Son fallos de novato, si eso no hubiese salido igual estábamos más arriba, o nos hubiese salido otra pega.
Acaban de alcanzar la quinta posición en la general. Los franceses no dan un respiro, pero después de estos últimos resultados, ¿se han planteado un nuevo objetivo más ambicioso?
La carrera es muy larga, quedan todavía tres días y puede pasar de todo. En tres días, los franceses que han estado mandando con mano de hierro pueden tener un problema, que todavía no han tenido ni un problema. Pero también nosotros podemos tenerlo. Quiero decir que en una milésima de segundo puede cambiarlo todo. De repente que el coche derrape, te choques contra una roca y rompas el neumático, pues ya has perdido la etapa. Queda demasiado, demasiado. Personalmente, yo firmaría acabar así, ya estaría contento. Pero bueno, cuanto más arriba quedemos, mejor.
De momento, si acabásemos así, quedaríamos segundos de nuestro grupo y quintos de la general, no estaría mal. Vamos a ver qué pasa, quedan tres días, los coches están muy fatigados, los pilotos estamos muy cansados, hay que pensar que llevamos con todo el tema de la Covid tuvimos que venir antes a Jeddah, llevamos desde el 28 de diciembre de aquí. Entonces, vamos a ver qué pasa. Son tres días, quedan tres finales por así decirlo.
Mirando al futuro, ¿ya piensa en volver el año que viene?
Sí, yo creo que volveremos el año que viene con más experiencia y esperemos no cometer los mismos errores -risas-. Luego aprenderemos de otros. Tenemos aquí a gente que lleva 30 años y nos dice que en cada Dakar aprenden algo nuevo. De todo se aprende.
[Más información: Kilian Revuelta, primer español en ganar una etapa en el Dakar clásico]