Fernando Alonso vuelve a estar de moda. El piloto asturiano regresa a la Fórmula 1 y lo hará en un equipo Alpine completamente renovado y que es una gran metáfora de su nueva vida. Una mezcla entre conceptos nuevos y antiguos para buscar objetivo ya alcanzados en el pasado, pero que llevan mucho tiempo siendo bastante lejanos. Alpine guarda la esencia de Renault como el nuevo Fernando guarda la del piloto que se proclamó doble campeón del mundo con la bandera de Asturias siempre cosida a su corazón.
Esa convivencia entre lo novedoso y lo añejo ha provocado que regrese a la mente de Fernando un gran proyecto que nunca terminó de caer en el olvido, pero que no pudo materializarse en intentos anteriores. Se trata de la creación de su propio equipo de ciclismo, una vieja ambición del ovetense que parece haber tomado fuerza a través de una vía que antes no había sido explorada, pero que puede darle grandes resultados.
La clave de Kimoa
La afición de Fernando Alonso por el ciclismo es de sobra conocida en todo el mundo. También lo es su anhelo por formar parte de ese gran mundo, por convertirse en uno de los patrones del pelotón internacional y tener voz y voto con un equipo competente en el World Tour. Se podría decir que Alonso ha soñado muchas veces con ser una gran alternativa al equipo Movistar, el único conjunto español presente en la primera división del ciclismo.
Al más puro estilo de Eusebio Unzué, Fernando ha estado explorando durante muchos años la posibilidad de formar parte, de un modo claramente activo, de un gran equipo de ciclismo. El asturiano no quiere pasar de puntillas por el mundo de las dos ruedas, sino que quiere tener una intervención trascendental que ayude además a dar un gran salto al ciclismo español, uno de los sectores deportivos de nuestro país que menos apoyo tiene, especialmente a nivel World Tour.
Sin embargo, ahora ha aparecido un factor que podría ser determinante en esa lucha que Fernando Alonso ha mantenido siempre con su deseo de dirigir su propio equipo de ciclismo. Esa nueva clave es Kimoa, la marca de ropa y complementas creada por el piloto español en el año 2017 y que va a jugar un papel fundamental en su sueño de convertirse en gran patrón del pelotón internacional.
El propio Fernando Alonso ha confirmado a través de sus redes sociales que Kimoa, su marca personal, va a ser el sponsor oficial de un equipo de ciclismo, dando luz verde a esos rumores que habían situado la marca del textil del español cerca del pelotón internacional. De esta forma, con casi total probabilidad, Fernando Alonso podrá hacer su entrada en el mundo del ciclismo, aunque de momento lo haga a través solo de un patrocinador y seguramente un proveedor de ropa y complementos. Sin embargo, eso ya implica un aporte de capital, poder en las decisiones y comenzar a hacer relaciones para tomar una posición mucho más decisiva cuando lo crea oportuno.
Un viejo sueño
Esta entrada de su marca de ropa personal como sponsor de un equipo de ciclismo de primer nivel le ha situado de nuevo al frente del pelotón internacional. Sin embargo, no es ni mucho menos la primera vez que Fernando Alonso copa la actualidad del mundo de la bicicleta. Por ello, el hecho de que esta aparición no sea algo aislado es lo que arroja todavía más luz sobre sus verdaderas intenciones a largo plazo.
En 2013, Fernando Alonso ya hizo un gran intento por tener su propio equipo ciclista. Fue mediante la compra del mítico Euskaltel Euskadi, una de las instituciones con más historia del pelotón nacional y que contaba con una línea de trabajo muy tradicional y marcada, lo que dificultó que el proceso saliera hacia delante.
Fernando estuvo durante muchos meses estudiando la viabilidad de esta operación en un momento en el que el Euskaltel estaba a punto de desaparecer y donde Alonso parecía ser su única vía de salvación. Sin embargo, las negociaciones con los dueños y con la organización del equipo no terminaron llegando a buen puerto. Las exigencias de la escuadra vasca fueron totalmente incompatibles con los intereses y las ideas de Fernando y el proyecto no resultó con éxito. El propio Alonso llegó a afirmar que había sido imposible sacar adelante un equipo para la temporada 2014.
Años más, con un proyecto que cogió especial fuerza hacia el 2016, Fernando Alonso intentó entrar en el pelotón internacional por su propia cuenta, creando su equipo de ciclismo, sin adquirir otro previamente establecido como iba a suceder con Euskaltel. Sin embargo, ese proyecto tampoco llegó a buen puerto a pesar de que Alonso estuvo muy cerca de lograrlo. No obstante, en esa época calificó las negociaciones con la UCI como muy duras.
El piloto español puso todo de su parte para darle ese impulso al ciclismo nacional que consideraba que necesitaba y que deseaba llevar a cabo, pero terminó metiéndose en un callejón sin salida del que se vio forzado a salir. El proceso fue lento, laborioso y muy caro, por lo que terminó desistiendo añadiendo que su aventura había sido muy complicada. Su agente, Luis García Abad, confirmó poco después que su anhelo había quedado en stand by.
Para ese gran equipo, Fernando Alonso asegura que estuvo en conversaciones con el Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, quienes iban a ser su gran soporte económico. Finalmente, el sueño de Fernando se truncó por segunda vez, aunque siempre se ha mostrado satisfecho de haber puesto una semilla que sí germinó en otros proyectos como los del UAE Team, que cuenta precisamente con la colaboración de los Emiratos y que este año han reinado en el Tour de Francia con Tadej Pogacar. Ahora, Fernando está camino de labrar su tercer intento de entrar por la puerta grande en el ciclismo internacional.
Apasionado de la bici
Si Fernando tiene un gran interés en crear su propio equipo ciclista o en vincularse de una forma activa al ciclismo es, además de por interés empresarial, por su gran afición a este deporte. Aquellos que siguen la actualidad ciclista y que están enterados de las cifras que se manejan y de la regular salud económica que vive, saben perfectamente que nadie puede invertir en ciclismo con la intención de enriquecerse.
Se necesita pasión y amor por un deporte que necesita de la ayuda de grandes inversores, casi altruistas, que emplean su dinero en evitar que este deporte muera o se siga devaluando. Por eso, la vocación de Fernando era real, porque es un apasionado y un gran amante de la bicicleta.
Es muy habitual poder ver a Fernando Alonso practicando ciclismo, tanto con su bicicleta de carretera de la marca MMR como con su mountian bike. El asturiano hace ya muchos años que incorporó las dos ruedas como parte de su preparación física para sus diferentes retos de conducción. Este año en el que ha tenido que prepararse para su regreso a la Fórmula 1, la bici ha jugado un papel fundamental y se ha puesto 'más fuerte que nunca' como se suele decir en el argot ciclista.
La relación de la bicicleta con Fernando es mutuamente beneficiosa, ya que el asturiano disfruta de uno de sus deportes favoritos mientras apura su preparación física, aportando a su organismo trabajo de cardio, de resistencia y larga duración, con sesiones explosivas, buscando un punto alto de frecuencia cardiaca sostenido durante espacios de tiempo similares a los de una carrera. Este tipo de entrenamientos, incorporados por numerosos pilotos de motociclismo o de coches, es casi una religión para Fernando Alonso, que quiere devolverle a la bici parte de todo eso que le aporta.
El nuevo Fernando
Una de las claves de su regreso a la idea de formar un equipo ciclista, además de la existencia de Kimoa, que en sus anteriores intentos no existía, es el hallazgo de un nuevo Fernando que se ha reformado incluso con el paso de los años. Alonso ya no es solo ese piloto voraz y competitivo que vivía por y para los circuitos de Fórmula 1, sino que ha aprendido a mirar la vida con perspectiva. Además, en este 2021 vivirá la experiencia de regresar a la que siempre fue su casa con la ambición de probarse a sí mismo, de probar a ese nuevo Fernando Alonso.
Su periodo alejado de la Fórmula 1, compitiendo en el Mundial de Resistencia, en el Dakar o en óvalo de Indianápolis le han permitido resetearse física y mentalmente para volver completamente renovado y con ánimos totalmente nuevos, como los de su 'viejo-nuevo' equipo, Alpine F1. Durante estos últimos años, Fernando no solo ha impulsado el liderazgo de su marca de ropa Kimoa, sino que ha impulsado también su museo personal de Oviedo, su circuito de karts, sus propios chasis y su propio equipo que ya se extienden por diferentes disciplinas, desde los eSports, hasta la Fórmula Renault y que en este 2021 también se lucirán en las pruebas de karts más exigentes del mundo.
Este es el nuevo Fernando Alonso, un icono mediático, un líder en la pista y un empresario que busca exprimir al máximo su afición por diferentes deportes y que en esta nueva versión de sí mismo, más preparada que nunca como él mismo reconoce, espera tener también éxito en su proyecto a largo plazo de formar parte del pelotón internacional del ciclismo.
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