Alpine enfría el regreso de Fernando Alonso a la F1
El director del equipo francés, Luca de Meo, no confía en que la revolución que ha sufrido Renault les permita más que ganar "alguna carrera".
5 febrero, 2021 00:09Noticias relacionadas
La vuelta de Fernando Alonso a la Fórmula 1 es uno de los motivos por los cuales, los espectadores volverán a sentarse delante del televisor para seguir una nueva temporada que arrancará, si la pandemia lo permite, el próximo mes de marzo en el circuito de Sakhir en Bahrein. El asturiano despierta ilusión y optimismo, pero no solo en España o en Europa, sino en todo el mundo.
En los últimos dos años, a Fernando Alonso lo han visto compitiendo por Europa en el Campeonato del Mundo de Resistencia, lo han visto en América compitiendo en las 500 Millas de Indianápolis y lo han visto también en Asia, domando las dunas del Rally Dakar en Arabia Saudí. Eso significa que, lejos de perder seguidores, durante su ausencia de la Fórmula 1, Fernando Alonso se ha convertido en un icono mundial mucho más grande del que ya era.
Ahora, el asturiano regresa a la que siempre ha sido su casa, dando un gusto tremendo a los amantes de la Fórmula 1 que siempre le han considerado como uno de los más grandes a pesar de tener menos títulos que Schumacher, Hamilton, Vettel o Senna. Su talento, con coches siempre inferiores a los de sus rivales, ha brillado con luz propia y eso le ha permitido obtener un reconocimiento especial. Por eso, ver en qué condiciones vuelve, saber si puede ganar a Hamilton o si simplemente su retorno será un fracaso, genera expectación y atención. Pero empieza a ver un lugar donde las expectativas y las ilusiones se reducen, su propio equipo: Alpine F1 Team.
El frenazo de Alpine
El regreso de Fernando Alonso a Renault, que ha sido rebautizado como el equipo Alpine F1, estaba marcado por el verde, a pesar de que los colores vayan a pasar del negro y el amarillo al azul francés. Y estaba marcado de verde porque es el color de la esperanza que simbolizan las nuevas ilusiones que tenía el piloto asturiano con esta nueva aventura en el 'Gran Circo'. Además, esos nuevos proyectos no solo son cosa de Fernando, sino también de todo el equipo que le rodea y que ha estado trabajando con él Enstone.
Por eso ha sorprendido tanto el frenazo que le ha metido al proyecto el líder supremo del Grupo Renault y de Alpine, Luca de Meo, director ejecutivo de la casa francesa. Cuando todo era emoción y grandes propósitos para el futuro, De Meo ha aparecido para, más que poner cordura, echar un jarro de agua fría a las aspiraciones del equipo. En caso de ser ciertas sus palabras, el retorno de Fernando quedará incompleto.
De Meo ha decidido echar el freno de mano de cara a la temporada 2022, a priori, la última que tiene Fernando firmada con el equipo galo, aunque tiene opción de ampliar esa vinculación si así lo desea. Todos apuntaban a ese año como el primero en el que podrían pelear por el título tras los importantes cambios en los monoplazas y en la reglamentación para esa temporada, pero el CEO de Renault no espera más que algún podio y pelear por ganar o varias carreras.
Cuando todos esperaban que el año 2022 fuera ese año en el que Fernando Alonso pudiera pelear de nuevo por el título mundial de Fórmula 1 y que tuviera la oportunidad, no solo de vencer a Lewis Hamilton, sino de igualar también a su ídolo Ayrton Senna con tres entorchados, Luca de Meo ha roto parte de esas esperanzas y esos sueños. Estar en el podio con regularidad es la meta que le pone al equipo, algo que se antoja insuficiente para pelear por el título. Ganar carreras con normalidad y estar en la pelea por el mundial tendrá que esperar, al menos, hasta 2023, o esa es la perspectiva que baraja el jefe del proyecto.
¿Realidad o estrategia?
Estas palabras de Luca de Meo han sorprendido tanto en el seno más cercano a la Fórmula 1 que ya se ha generado un importante debate. Las bajas expectativas del director ejecutivo del Grupo Renault pueden ser una realidad, una visión formada gracias a los datos que maneja ya el equipo para el coche de este año, el A521, y con los resultados que ya se conocen para el monoplaza de 2022, en el que se trabaja desde primeros de enero tal y como pidió Fernando Alonso.
Si De Meo considera que el rendimiento del equipo no da para más teniendo en cuenta que este año han sido superados por McLaren y Racing Point, que solo se han conseguido tres podios sin victoria y que equipos como Ferrari preparan un importante salto ya en 2021, puede ser una forma de rebajar la euforia y mostrar la realidad de un equipo que tendrá que pelearse cada resultado del Top5. Antes que llegar en una nube ficticia al inicio del campeonato, mejor que los aficionados conozcan las limitaciones.
Sin embargo, también hay otra posibilidad, la de que sea una estrategia y que, la realidad, sea bien distinta. Esta estrategia podría tener dos caminos, el de dar una expectativa a la baja para proteger una posible caída si el rendimiento no es realmente el esperado, lo que comúnmente se llama poner la venda antes de la herida, o establecer una estrategia de despiste. Comenzar a vender un Alpine que no preocupe a nadie, que se desmarque de la línea triunfal de crecimiento que están vendiendo equipos como Red Bull o Ferrari, y dar la gran sorpresa cuando los motores V6 vuelvan a 'rugir'. Esas son las dos conspiraciones que ya se manejan en el 'Gran Circo'. Una dura realidad o una posible estrategia.
La visión de Fernando
Estas palabras no solo han extrañado en la Fórmula 1 por las impresiones que se tienen del nuevo proyecto de Alpine, que son muy buenas, sino, sobre todo, porque confrontan y mucho con la visión que tiene Fernando Alonso del futuro y de su regreso. Para Fernando Alonso, el 2022 es capital, es el año que tiene marcado en rojo en su calendario, es el motivo por el cual regresa a la Fórmula 1 y es el gran objetivo de su recta final en la Fórmula 1.
En la primera parte del discurso de Luca de Meo, ambos puntos de vista están de acuerdo. De hecho, Fernando Alonso dejó claro por activa y por pasiva, especialmente tras el crecimiento en la ilusión de Renault por los buenos resultados, que su punto de mira estaba en 2022 y que 2021 sería simplemente un año de transición. Esta versión ha sido respaldada por el propio De Meo. Aún así, el piloto español está convencido de que podrán superar los tres podios conseguidos en este 2020.
Sin embargo, 2022 es diferente porque Fernando Alonso ese año quiere pelear por estar en lo más alto. El asturiano sabe que probablemente, Mercedes seguirá siendo el equipo más fuerte y que el resto darán pasos para reducir esa diferencia, pero confía tanto en su potencial y en el del equipo que ya sueña con disputar el título ese año, con tener la sensación en cada carrera de estar peleando y no que sea una consecuencia porque algo anormal haya ocurrido.
El objetivo de Alonso, por eso ha regresado a la Fórmula 1, es volver a disfrutar, tener la oportunidad de pelear por todo y no depender de una carambola en cada carrera para colar su Alpine entre los mejores. El propio Fernando ha asegurado que su vuelta no es solo un motivo de viajes y visitar restaurantes, es competir y pelear por ganar. Quizás De Meo subestima el rendimiento y el salto de calidad que Alonso le pueda dar al equipo y se sorprenda de lo que el asturiano es capaz de hacer, aunque ya le dio una pequeña demostración en los test de Abu Dhabi. Alonso ha venido a por el título, así lo comunicó en su fichaje cuando ordenó que desde el 1 de enero de 2021, Enstone debía trabajar por y para el monoplaza de 2022, y así lo hará o con De Meo o contra él.
Los apoyos de Alonso
En la casa francesa hay algo más que jefes de traje y corbata pendientes de papeles y ordenador. Hay todo un equipo de mecánicos e ingenieros que están deseando que el 'Gran Circo' empiece a rodar porque se mueren de ganar de trabajar con Fernando Alonso. Para muchos de ellos, las semanas que el asturiano pasó en Enstone reconociendo todo lo que había sido suyo fueron las más especiales de su carrera. Por eso, tenerlo ahora los mandos de la máquina que ellos mismo están creando, es un sueño hecho realidad.
Han visto a Fernando trabando en la fábrica día y noche, analizando datos, resultados, telemetría, exprimiendo el coche en cada test, en el simulador y en las pruebas del túnel del viento como si le fuera la vida en ello. Por eso, conocen su trabajo desde el primer momento y están asombrados con lo que les ha demostrado hasta ahora, y si tienen que ponerse de parte de alguien, estarán del lado del bicampeón que ha dado rienda suelta al optimismo que Ricciardo y Ocon se encargaron de crear.
Precisamente el piloto francés es otro de los grandes valedores del asturiano y de su idea, de su objetivo, de su proyecto. Sabe que tendrá muy difícil superar a uno de los mejores de todos los tiempos, pero ese reto le apasiona. Es consciente de la oportunidad y de la responsabilidad que tiene, pero estar por delante de Fernando significará estar en lo más alto, por eso él también quiere soñar con tocar el cielo en 2022 y no se conformará con lo que ya ha logrado este mismo 2020. Otro nombre que también ha llegado con el propósito de lograr lo máximo es Davide Brivio, que ha dejado al equipo campeón de MotoGP para pelear junto a Alonso y Ocon por la ansiada corona.
Trabajadores, ingenieros, mecánicos y compañeros de Fernando están con el español y le quieren demostrar a De Meo, en caso de que sus palabras sean sinceras, que se equivoca y que ellos van a pelear por lo máximo, obligándole a creer en un proyecto en el que él ha sido parte fundamental de su resurrección.
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