"Yo a lo mío". Así es como resumía Carlos Sainz la proeza que acababa de conseguir en Abu Dhabi. Sin hacer ruido, sin llevarse el calor de los focos y sin tener el reconocimiento que merece un piloto de su talla, de su talento y sobre todo de su regularidad. Es habitual y casi una falta de respeto que Carlos se quede fuere cuando se enumera a la nueva generación de talentos de la Fórmula 1.
Los Lando Norris, Pierre Gasly, Charles Leclerc o George Russell son nombres que rondan la cabeza de todo el mundo, pero Sainz no tiene nada que envidiarles. De hecho, les puede batir y lo hace con cierta regularidad en la pista. En cuanto tiene un coche que es mínimamente competitivo, demuestra su regularidad, su mayor virtud, y el rendimiento que es capaz de obtener en una carrera.
Esa tercera posición en Abu Dhabi ha significado mucho para Carlos. Seguramente, sea el golpe encima de la mesa más importante de toda su carrera. Gracias a ese resultado, y a un final de temporada espectacular, ha conseguido sumar un nuevo podio que le aúpa hasta el quinto puesto en la clasificación de pilotos, algo que hace unos meses parecía inalcanzable.
Se puede afirmar con todas las letras que Sainz es, ahora mismo, el campeón de los mortales de la Fórmula 1, el primero del resto, el piloto que más puntos ha sumado fuera de los inalcanzables Mercedes y Red Bull. Después de los monstruos y tras toda una temporada pegándose con su SF21 para intentar adaptarse a él y encontrar el feeling necesario para brillar, Sainz mira a todos desde lo alto.
Carlos ha sumado un total de 164,5 puntos este curso. 164 razones que demuestran lo bueno que es el madrileño y media en el bolsillo para celebrar esta noche un éxito que sin duda habrá llenado de orgullo a su círculo más cercano.
Como le decía Fernando tras la carrera en Yas Marina, este puede ser un podio de esos que pocos recuerden, olvidado, casi oscuro, eclipsado por la épica batalla por el título entre Verstappen y Hamilton. Sin embargo, para Carlos tiene toda la luz necesaria para iluminar una primera temporada en Ferrari que ha superado incluso sus mejores expectativas.
La carrera de Abu Dhabi
El fin de semana de Carlos en Abu Dhabi ha sido una completa montaña rusa. Llegaba con buenas sensaciones de Arabia Saudí donde un error en la clasificación le hizo irse contra el muro cuando tenía aspiraciones de Top5. Sin embargo, en la carrera demostró de qué pasta está hecho firmando una remontada desde el puesto 15 hasta el 8º. Otra vez en los puntos, como un reloj suizo.
El viernes, en los entrenamientos libres, las sensaciones no fueron buenas. No hay cosa que más moleste a un piloto de Fórmula 1 que esa sensación de incomodidad, de no sentirse uno con su monoplaza, de falta de feeling. Así lo suelen explicar ellos para transmitir que algo no va bien.
Los ingenieros y mecánicos de Ferrari se pusieron manos a la obra y el sábado estaba todo resuelto. Dieron con la tecla rápidamente y el propio Sainz se lo agradecía tras una clasificación en la que firmaba un quinto como posición de salida. Superaba a su compañero Leclerc, pero se le colaba por delante un sorprendente Lando Norris.
Sin embargo, el de McLaren no era problema y en la salida mordía el polvo ante la maniobra del español. Carlos ha dedicado la última parte de la temporada a preparar a conciencia las salidas, uno de sus puntos fuertes durante su estancia en la factoría de Woking, pero que con los de Maranello no ha sabido explotar. En Abu Dhabi sí lo hizo y se posicionó cuarto a la espera de lo que pudiera pasar.
Se aprovechó del desgaste que sufrió 'Checo' Pérez en su intervención en la lucha por el título en favor de Verstappen y consiguió colocarse en posiciones de podio con un final increíble. Eso, unido al bajón de Norris y Leclerc, provocó que Carlos obtuviera la ventaja necesaria para dar un salto de dos posiciones en la tabla de puntuaciones.
La brillantez del nuevo
Carlos ya ha completado su primera temporada como piloto de Ferrari y lo ha hecho con nota. Seguramente pocos esperaban a comienzos de año que el madrileño pudiera alcanzar un nivel tan excelso como para batir a Leclerc. Incluso él mismo, que siempre defendió que su llegada respondía a una igualdad de condiciones con el monegasco, admitía que lo normal era que el primer año no pudiera ser tan rápido como el '16'.
Además, las diferencias al comienzo, con un Leclerc mucho más habituado a los monoplazas de la Scuderia, debían ser tan grandes que la renta fuera ya insalvable el resto del campeonato. Sin embargo, Carlos ha hecho un ejercicio de paciencia y constancia durante todo el Mundial, sumando puntos con mucha regularidad y consiguiendo llevar hasta la meta su coche en todas las carreras.
Ha sido el único piloto de la parrilla capaz de terminar todos los Grandes Premios. Compartía ese registro con Giovinazzi, que no pudo acabar la última cita en Yas Marina. Además, Sainz termina el año como el segundo mejor recién llegado a un equipo, solo superado por 'Checo' Pérez, quien lo lógico es que hubiera peleado por el tercer puesto con Valtteri Bottas al llevar uno de los coches más potentes de todo el campeonato.
Sainz ha superado a pilotos como Vettel, Fernando Alonso o Ricciardo en esta contienda y es junto al asturiano el único 'novato' capaz de superar a su compañero de equipo, solo que él lo ha conseguido llevando a Ferrari hasta el tercer puesto del campeonato de constructores. Cierra el año sin victoria, lástima aquella que se escapó en Mónaco, pero con cuatro podios, sumando al de Abu Dhabi y al del Principado los de Hungría y Rusia.
Las últimas tres carreras de la temporada han consumado la heroica remontada del piloto de Ferrari sobre su compañero y sobre su amigo Lando. Mientras ellos sumaban 11 y 9 puntos respectivamente, Carlos ha sumado 25, dando un salto enorme que ha culminado con ese gran podio en Abu Dhabi.
Después de un año de mucho trabajo en silencio, de humildad y sencillez, de pasar muchas horas en Maranello, en el simulador y en el gimnasio, tratando de cuidar la excesiva degradación de los neumáticos del SF21, intentando entender la composición aerodinámica del coche y superando sus problemas con las salidas, Carlos puede decir que lo ha conseguido.
Por ello, tras su éxito en Abu Dhabi, el español solo podía sonreír por el deber cumplido y sacar pecho por su excelente 2021: "Probablemente nadie se acuerde de este podio. Quizás un podio poco visto, pero bueno, yo a lo mío. Haciendo mi trabajo sin pensar en el campeonato, pensando sólo en cómo acabar hoy la carrera por delante de Lando y Charles. Al final acabando en el podio, que me ha dado el 5º en el campeonato de pilotos".
"Acabar el año con podio era un objetivo difícil, estar a la altura en un primer año casi sin test de pretemporada. Empezar el año como lo empecé, yendo rápido desde el principio, pero sin acabar de hacer las carreras que me gustaría. Este último tercio me he empezado a parecer mucho al Carlos de McLaren, que hizo dos años muy buenos. Sé que al nivel ese puedo llegar y puedo hacer carreras como las de hoy, que son muy fuertes".
La lección a Ferrari
Con este quinto puesto, Carlos Sainz podría darle lecciones a mucha gente. A sus críticos, a los que no confiaban en él o incluso a los que dijeron que no tenía nivel para ser piloto de una escudería como Ferrari. Había quien pensaba que no era candidato para sustituir a un cuatro veces campeón del mundo como Vettel y que sería una comparsa al lado de Leclerc, claro número uno de la formación.
Sin embargo, la lección más grande se la lleva Ferrari. Puede que el revuelo levantado por el Verstappen - Hamilton, que ha caído del lado del holandés, eclipse el paso tan importante que ha dado el madrileño este año en su carrera, pero ganar a Leclerc ha sido una heroicidad que le pone en una posición de privilegio para el 2022 y a Ferrari en un problema.
Esta actuación y todo su 2021 responden a las palabras que hace unos días Binotto vertía sobre el equipo, asegurando que Leclerc era el candidato a ganar el título en detrimento de Carlos. De momento, la clasificación ha marcado quién debe ser el número uno para 2022. Además, él está listo para la batalla.
"En 2022 que venga lo que venga, estaré más que preparado. En cuanto estoy en una pelea yo juego, peleo, que es lo que he venido a hacer a la Fórmula 1. Mi final de año demuestra que estoy listo para lo que venga, que en cuanto me pongo a ir cómodo con el coche voy rápido y hago unas carreras muy completas".
Sainz le ha dicho que en la cara a Mattia Binotto y a toda su cúpula que él tiene que ser su número uno y que merece, al menos, las mismas oportunidades que Charles. Hablando dentro de la pista y no fuera, el español le ha dado una lección increíble a una escudería legendaria que no se ha comportado como tal. Que se prepare el 2022 porque si Ferrari da con la tecla del cambio de normativa, aquí está el campeón de los mortales para hacernos disfrutar.
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