Solo seis etapas más un prólogo que no llegaba a los 20 kilómetros han sido suficientes para poner del revés la carrera de motor más exigente del mundo. Dicen que el Rally Dakar es una experiencia inigualable que dura 365 días. Sin embargo, en la edición del 2022, con solo siete han bastado para dejar una sensación de caos pocas veces vistas.
La carrera echó a andar el pasado 1 de enero y este viernes 7 ya ha llegado a su ecuador, a su jornada de descanso, la cual se producirá el día 8. Para algunos será una bendición, ya que necesitan descansar el cuerpo, la mente y hasta el alma. Para otros será una cuenta atrás y una contrarreloj para intentar arreglar los vehículos lo antes posibles para así estar listos y poder luchar por los objetivos marcados.
El Dakar se ausenta durante unas horas, pero no se apaga, ya que el vivac y la caravana seguirán en continuo movimiento, especialmente teniendo en cuenta cómo ha concluido la carrera, con varias etapas neutralizadas, con una amenaza terrorista y con algunos favoritos despidiéndose de las pocas opciones que les quedaban.
Al-Attiyah cabalga en solitario
La categoría estrella del Rally Dakar, la de coches, no está dejando indiferente a nadie. Se podría decir que está teniendo de todo menos batalla en la cabeza, aunque eso no indique que no ha habido emoción en la primera semana de la carrera. Desde el prólogo inicial hasta la última jornada disputada, un importante ramillete de participantes ha demostrado su clave y su nivel para pelear por cosas importantes.
La carrera comenzó con el dominio aplastante de Nasser Al-Attiyah y con polémica, mucha polémica. El catarí se llevó el triunfo con 12 segundos de ventaja sobre Carlos Sainz en el prólogo para después dar paso a la madre de todos los triunfos. En la etapa 1B llegó el caos. El príncipe de las dunas volvía a vencer con autoridad y el español, con problemas de navegación, cedía más de horas diciendo adiós a la carrera.
Aquella segunda etapa ha sido la que ha marcado la discordia de este Dakar, ya que muchos denunciaron fallos en el roadbook e incluso se dejó caer desde algunos sectores que Nasser podría haber tenido información extra para no perderse. Lo cierto es que algunos pilotos como Sebastien Loeb en coches o Lorenzo Santolino en motos sí fueron capaces de trazar el camino correcto con más o menos certeza, pero nadie con la seguridad de un Al-Attiyah que dibujó una línea perfecta de waypoint en waypoint sin mostrar ni la más mínima duda, ni el más pequeño titubeo.
Fue ese día, en el que Carlos montaba en cólera y decía adiós a la carrera, algo que también le sucedió a su compañero Stéphane Peterhansel, cuando el otro francés, Loeb, se metía de lleno en la pelea por su primer Touareg con Nasser. Pero también fue esa jornada en la que comenzó el dominio incontestable hasta el momento del jefe del Toyota Gazoo Racing.
Loeb venció en la segunda etapa, Carlos se llevó la tercera y Al-Attiyah respondió en la cuarta demostrando quienes eran los más fuertes de la carrera. No obstante, uno de ellos, 'el matador', estaba fuera de la contienda. Para colmo, empezaron los problemas mecánicos del Audi que, paradójicamente, no son en las baterías ni en el software electrónico que lleva el coche más sofisticado que ha pisado nunca un Dakar, sino que han sido en los amortiguadores. Problemas propios de un vehículo que no ha probado una carrera hasta llegar a Arabia Saudí por falta de tiempo.
Con varias horas perdidas, y con Lategan y Terranova dándose una alegría, Sainz y el resto de la parrilla han observado como Al-Attiyah se quedaba solo en la pelea debido a la última pérdida de más de 15 minutos protagonizada por Loeb que le dejaba a expensas de un milagro al tener una desventaja de 50 minutos con el de Toyota. De hecho, llegada la jornada de descanso, hasta Al-Rajhi se ha metido en la pelea tras ponerse segundo.
Mientras el Audi sigue dando problemas y con el objetivo de aprender, recabar información para el nuevo proyecto de su coche híbrido y luchar por etapas, Sainz encara ya la última semana sin olvidar lo que pasó a las primeras de cambio: "El balance de esta primera semana es que está siendo duro, y empezando por el primer día que fue inaceptable. Viéndolo en frío se ve claro que el libro de ruta tenía un error y que no se hayan tomado medidas para anular ese tramo me parece gravísimo y algo para mirar de cara al futuro porque no puede ser".
A Carlos no le ha dejado buenas sensaciones la primera semana y al resto de participantes españoles en coches tampoco les ha traído demasiada suerte. El mejor situado en la clasificación tras la última debacle de Sainz en la sexta etapa en la que perdió 40 minutos es Óscar Fuertes, que se sitúa 24º, uno por delante del madrileño y rozando las 4 horas de pérdida. Y haciendo un sándwich a su amigo y compañero en la Extreme-E se encuentra la debutante en coches Laia Sanz.
Todos ellos están teniendo que pagar la nueva norma de la FIA que da beneficio en las salidas a los vehículos prioritarios, teniendo ellos que partir muchas veces desde el puesto 90 hacia atrás cuando su lugar real sería dentro del Top30. Al menos, la piloto de motos se marcha a la jornada de descanso con buen sabor de boca tras hacer su mejor etapa siendo 22ª a solo 15 minutos de la cabeza.
Las cosas no le han ido bien a otro nombre fuerte de la armada española como es Nani Roma. El piloto del equipo BRX ha sufrido muchos problemas con su Hunter de Pro Drive, incluso ha sufrido un vuelco que le ocasionó la fractura de varias costillas a su copiloto Alex Haro, y sigue en carrera, aunque a años luz en la clasificación después de verse obligado a terminar una etapa por carretera evitando todos los puntos de control.
La mejor noticia de todas es la quinta posición de Armand Monleón, copiloto de Lucio Álvarez y que están luchando por el podio, y la octava posición de Daniel Oliveras, copiloto de Orlando Terranova con quien se ha apuntado una victoria de etapa. Todavía quedan días por delante para todos ellos en los que lo más útil es seguir aprendiendo, tanto Carlos y Nani de sus coches como Laia de la categoría. No obstante, la polémica de esa enorme pérdida de tiempo y ese roadbook al que probablemente le faltaba una viñeta para poder explicar mejor un punto kilométrico de rumbo confuso y de pista principal inexistente seguirán dando de qué hablar.
La nota negativa la dejan algunos abandonos como los de la familia Plaza, con Mónica y su padre Manolo, o el de Jesús Calleja, por problemas en sus vehículos. Por su parte, el debutante Carlos Checa también perdió toda posibilidad de entrar en la general al sufrir un vuelco de su coche y tener que estar varias etapas ausente para repararlo. Aun así, ha conseguido reengancharse a la prueba y está mostrando muy buenas maneras.
Santolino sueña, Barreda sufre
En motos, aunque también se produjeron pérdidas, estas no fueron tan grandes y aunque se han abierto huecos entre los favoritos, no son tan importantes como la ventaja obtenida por Nasser A-Attiyah en coches. Con dos pilotos en constante pelea por el Top10, la situación es más esperanzadora, aunque podía ser mucho mejor.
Mientras Lorenzo Santolino salvaba ese primer corte marcado por la navegación, Joan Barreda se dejaba buena parte de sus opciones de llevar a cabo una carrera normal y regular. Un agujero de 40 minutos le obligaba a ir al límite desde el principio. Gracias a su vértigo sobre la moto no solo ha conseguido llevarse dos victorias de etapa, sino que ha reducido su desventaja a la mitad.
La lucha en la categoría de motos está realmente igualada con pilotos como Sam Sanderland, Matthias Walkner, Daniel Sanders o Van Beveren metidos de lleno en la pelea. GasGas, KTM, Yamaha y Honda peleando por la victoria. El primer español en la clasificación es Lorenzo Santolino, que está dando una exhibición en navegación, tranquilidad y regularidad para mantenerse siempre en los puestos de cabeza, sin cometer errores muy grandes, y preparando una segunda parte de Dakar en la que va a ir al máximo.
El Dakar está dejando contratiempos en nombres importantes como Kevin Benavides, Toby Price, Ricky Brabec o el propio Joan Barreda, que a pesar de estar noveno en la general a solo 27 minutos, cuenta con una merma importante. En la quinta etapa sufrió una fortísima caída que le ha ocasionado, además de una lógica pérdida de tiempo, una fractura en la clavícula. De momento, sigue en competición y con la esperanza de que los cuidados médicos hagan milagros en el día de descanso, pero sabiendo que el reto de ganar cada vez está más lejos.
Al menos, las dos últimas etapas han sido neutralizadas y recortadas por las bajas condiciones de seguridad del momento, provocando críticas y polémicas, pero dando vida a un Barrera que cualquier kilómetro que se ahorre es un pasito hacia delante en su supervivencia en la lucha.
El siguiente español es Joan Pedrero en un meritorio 23er puesto y que está cuajando una carrera muy seria, de menos a más y buscando siempre acabar con sensaciones positivas. Mención especial requiere también la actuación de Danilo Petrucci, que recién salido de MotoGP ha conseguido sumar una impresionante victoria de etapa.
Españoles por el Dakar
Estos son algunos de los nombres más destacados de la armada española en Arabia Saudí, pero no son los únicos. A destacar también es la actuación de Alex Feliú en quads, que ya es noveno en la general, y que se quedó solo tras el abandono de Toni Vingut en la etapa 1B tras una caída que le ocasionó varias fracturas importantes.
Dentro de los prototipos ligeros, en la categoría T3, Cristina Gutiérrez sigue brillando gracias a su meritoria tercera posición en la general a pesar de los muchos problemas mecánicos que ha sufrido y que le han hecho a perder mucho tiempo. Además, Fernando Álvarez es cuarto, Santiago Navarro y Marc Sola son séptimos y Xavi Blanco, copiloto de Liparoti, es octavo. El objetivo de todos ellos para lo que resta de Dakar será seguir disfrutando y llegar hasta la meta. Mientras tanto, Seth Quintero domina las victorias de etapas y 'Chaleco' López la general.
En Side by Side, los españoles también están dejando sensaciones muy positivas. Gerard Farres, que llegó a este Dakar como apoyo de sus compañeros, ya es cuarto en la general y está a solo un minuto de colarse en el podio. Por su parte, el copiloto Oriol Mena se sitúa quinto con Rokas Baciuska y el ejemplar Joan Lascorz, primer piloto tetrapléjico en participar en el Dakar, es décimo junto a Miguel Puertas.
En camiones, la participación española es más discreta y la lucha por el liderato se disputa entre los Kamaz de Sotnikov, Nikolaev y Shibalov, con liderato para el primero de ellos con 10 y 38 minutos de margen respectivamente. Y por último, en Dakar Classic, que cuenta con una gran participación española, el liderato de la general lo poseen Jesús Fuster y su copiloto Juan Carlos Ramírez.
Miedo a la cancelación
Todos ellos, y muchos más, están dando un gran espectáculo a la carrera. Sin embargo, en las últimas horas, todo ha quedado enturbiado por una serie de rumores que, poco a poco, se han ido confirmando. Antes de que comenzase la prueba, el 29 de diciembre, uno de los coches pertenecientes a la organización sufría un incendio provocado por una explosión que le ocasionó lesiones muy graves al piloto francés Philippe Boutron, quien tuvo que ser operado de ambas piernas y que pasó varios días en coma.
Este ataque se sumó a otro registrado durante el transcurso de la carrera, lo que provocó que la policía de Arabia Saudí y la propia seguridad de la prueba dirigida por la empresa organizadora ASO, abrieran una profunda investigación para estudiar si se trataba de una posible amenaza terrorista.
En días anteriores, la versión oficial transmitida era de tranquilidad absoluta, pero de no poder descartar que la procedencia tuviera algún rastro de atentado. Ahora que se ha acercado el ecuador de la prueba, esa posibilidad ha cogido cada vez más fuerza hasta el punto de que el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, ha admitido que en el gobierno central son partidarios de suspender la prueba para evitar más riesgos.
Mientras tanto, desde ASO y desde la dirección de la carrera, David Castera intenta transmitir tranquilidad asegurando que por el momento, la decisión es la de continuar porque la investigación no tiene un veredicto: "A día de hoy no nos planteamos cancelar porque la investigación continúa". Una afirmación contundente, pero que terminará de darse forma en las negociaciones y conversaciones que se lleven a cabo en la jornada de descanso.
Castera habló para France TV e intentó valorar la situación actual: "Nos hacemos muchas preguntas, pero hasta que no obtengamos respuestas, no vamos a sacar conclusiones. De momento vamos a terminar este rally y luego ya veremos. Siento mucha tristeza. Hace dos días hablé con Philippe. Es un tipo increíble, me ha impresionado hablar con él. Mis pensamientos están con Philippe en todo momento".
"Organizamos un evento deportivo cuyo objetivo es disfrutar, vivir su pasión y en ningún caso ser víctimas de atentados, si esa hipótesis se confirmara. Me invade una profunda tristeza. Hemos implementado numerosas medidas de seguridad adicionales en coordinación con las autoridades saudíes. Es algo que pueden apreciar en el vivac, alrededor del vivac, en las salidas y en las llegadas de la especial... todo ello para mantener un nivel óptimo de seguridad. Vamos a intentar estar bien y pelear para que el deporte prime sobre todo lo demás".
Con ese objetivo llega el Dakar a su jornada de descanso y así arrancará su segunda semana, la decisiva, con un inevitable miedo por ser un posible objetivo de ataques terroristas, un fantasma del pasado, y con las polémicas suscitadas por lo roto del terreno que ha obligado a reducir etapas y las protestas de aquellos corredores que se siguen sintiendo perjudicados por la navegación respecto a otros. Que continúe el Dakar.
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