Tras cuatro días de entrenamientos en España la nueva Fórmula 1 comienza a tomar forma y a mostrar los primeros indicios del espectáculo al que asistiremos cuando el semáforo rojo se apague en Melbourne. La puesta de largo de los nuevos monoplazas ha traído consigo la emoción de los aficionados ante las nuevas y musculosas formas de los nuevos monoplazas junto con la satisfacción de los pilotos, quienes tras años de aburrimiento a bordo de coches lentos ahora sufren las consecuencias del incremento de la fuerza G y el reto de la alta velocidad en curva.
Si bien los nuevos cambios parecen contentar a todo el mundo, las prestaciones de los diferentes equipos durante el arranque de la pretemporada dejan alegrías para unos, tristeza para muchos y la constatación de que el rival a batir no ha cambiado con respecto a los últimos tres años.
Alonso: McLaren sí, Honda no
La arriesgada apuesta de Fernando Alonso abandonando Ferrari en pos de un mundial con los colores de McLaren-Honda llega al tercer año de vida con los mismos problemas vistos en las dos últimas pretemporadas.
El nuevo motor Honda sigue dando los problemas que han echado al traste todo el programa de desarrollo que el equipo tenía en mente para la primera semana de test. Los únicos que han aprendido algo han sido los mecánicos, que ya son capaces de cambiar el motor con los ojos cerrados tras haberlo hecho hasta en tres ocasiones durante los cuatro días de pruebas.
En un coche donde hasta los colores son nuevos parece que el asturiano vuelve a toparse con los inconvenientes de siempre, que le alejan por el momento de las posiciones de cabeza donde sus exequipo luce como alternativa a los temibles Mercedes. En McLaren, y quien sabe si en la mente del piloto español, la sorpresa no son los problemas mecánicos sino la fortaleza y la capacidad del equipo italiano de igualar y batir los tiempos de Mercedes como reconoce Eric Boullier.
Sainz: de la falta de potencia Ferrari a los problemas Renault
Carlos Sainz, retenido por Red Bull en Toro Rosso otro año más, sufrió en 2016 la falta de potencia del propulsor Ferrari de 2015. El paso a Renault debía suponer el salto de calidad que le permitiese demostrar todo su potencial en la pista pero la unidad de potencia francesa gemela a la de Red Bull no para de dar problemas.
El potencial del STR12, que exhibe algunas soluciones más refinadas incluso que Mercedes en algunos puntos del monoplaza, queda infrautilizado como consecuencia de las averías que afectaron durante la jornada del jueves al piloto madrileño.
El responsable del equipo, Franz Tost, declara que, a pesar de los problemas, “el monoplaza nos ha dado un feedback prometedor”. El coche de Sainz es uno de los que más conversaciones ha desatado en el paddock de la pista española pero la velocidad no sirve de nada sin la fiabilidad que debe permitir al piloto español asegurarse un puesto en un equipo de primera en 2018.
Ferrari ilusiona pero no se ilusiona
La verdadera sorpresa de la pretemporada viene de un equipo por el que pocos apostaban apenas una semana atrás. La Ferrari cooperativista ha presentado un coche interesante y muy trabajado en su parte central, con soluciones que gustan a los expertos, al tiempo que el nuevo motor parece ajeno a los problemas de juventud de Honda y Renault.
El equipo italiano ha rodado casi como un reloj durante los cuatro días, igualando, cuando no mejorando, los tiempos de la nave espacial plateada de Hamilton y Bottas.
En Maranello parecen haber descubierto cómo gestionar los neumáticos pisando los tiempos de Mercedes a pesar de usar compuestos más duros que los germanos. La solidez del propulsor, gestión correcta de los Pirelli y ausencia de problemas han permitido que hasta un Kimi Räikkönen con fiebre se pusiera en cabeza.
Una fiabilidad que, unida a los cambios de reglamento -"una aspirina para la Fórmula 1", hace soñar a Sebastian Vettel, aunque el alemán pone calma en la escudería de Il Cavallino: “Realmente no he prestado mucha atención al trabajo de los demás. Y, en cuanto a predicciones, no tengo una bola de cristal, tengo otras dos bolas, pero creo no te pueden decir mucho…”, señaló al final de la primera tanda de entrenamientos en el circuito catalán.
Mercedes, el destructor que aterra al paddock
Lewis Hamilton está impresionado a la vez que feliz de ver los problemas de adaptación que sufre su nuevo rival en el equipo -el finlandés Valtteri Bottas- a la vez que da por seguro que su nuevo monoplaza esta en otra liga en comparación con el del año pasado y prácticamente toda la competencia de este año.
Los alemanes, de la mano del italiano Aldo Costa, han presentado una auténtica obra de arte fiable, que no se rompe a pesar de la mayor potencia y llena de novedades aerodinámicas que crean escuela como la aleta de tiburón que integra una ‘chimenea’ para evacuar el aire caliente de la mecánica permitiendo adelgazar aún más la parte inferior de la carrocería.
El coche a batir sin duda es el W08, y el enigma de 2017 es quién podrá acercarse a los alemanes.
Red Bull se esconde
De Red Bull conviene hablar cuando Adrian Newey presente su apuesta por el Mundial, ya que por el momento el RB13 ha rodado ‘desnudo’ a la espera de los apéndices aerodinámicos que guardan en secreto en Milton Keynes.
El genio de Newey apuesta por arrancar con un coche sencillo y limpio con el que aprender mientras ‘espía’ las soluciones más interesantes de los rivales e incorporarlas en su nueva criatura en el momento oportuno.
Por el momento el equipo austriaco es la tercera fuerza sin necesidad de mostrar su rostro final.
Noticias relacionadas
- Ferrari 'vuela' sobre 200.000 litros de agua en Montmeló
- El McLaren se exhibe con neumáticos de lluvia en Montmeló
- ¿Quién es Tatiana Calderón, la última mujer en aterrizar en la F1?
- El McLaren de Vandoorne, penúltimo como el de Fernando Alonso
- Alonso, décimo de 11 en el primer día de test con el MCL32
- ¿Es el nuevo Toro Rosso de Sainz un plagio del Mercedes de Hamilton?
- Las mejores imágenes de la presentación del STR12 de Toro Rosso en Montmeló