Jorge Ureña Andreu (Onil, Alicante, 1993) no ha oído hablar de Cobi (mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92), odia entrenar con frío, forma parte de la banda municipal de música -es percusionista- y espera con ganas a que lleguen las fiestas de su “pueblo”. Mientras tanto, este decatleta (que competirá en heptatlón en Belgrado) ha conseguido batir su propio récord y firmar la mejor la marca del año en heptatlón (6.249 puntos). En eso basa sus esperanzas de cara al campeonato de Europa que comienza este fin de semana (del 3 al 5 de marzo). Sabe que tiene posibilidades de medalla y no renuncia a ellas. O, al menos, así lo siente al mismo tiempo que se da a conocer en conversación con EL ESPAÑOL.
Jorge Ureña es…
Pues un chico de Onil (Alicante), de pueblo, que lleva practicando deporte toda la vida. Siempre he hecho muchas cosas y al final me he decantado por el atletismo. Ahora, estoy especializado en pruebas combinadas. Mi padre también era decatleta, así que, como se suele decir, lo llevaba en la sangre y siempre me he fijado en él. Además, es mi entrenador junto a Jesús Gil. Yo me aficioné porque es una de las opciones que te dan aquí. Al principio, hacía de todo: fútbol, escalada, triatlón, natación, baloncesto… Siempre me han gustado muchas cosas, pero con el tiempo tienes que dejar de lado unas y centrarte en otras, y yo quise hacer atletismo y decatlón.
¿Jugaba al baloncesto?
Sí, pero de base y en el banquillo [risas].
Seguro que se le da mejor explicar qué es el decatlón. ¿Qué le dice a la gente?
Bueno, que dentro del atletismo es una prueba más. Lo que pasa es que nosotros hacemos 10 pruebas y durante dos días. En el primero los 100 m, los saltos de longitud y de altura, el lanzamiento de peso y los 400 m; y el segundo, los 110 m vallas, los lanzamientos de disco y de jabalina, el salto con pértiga y los 1.500 m. En cada prueba hay una tabla de puntuaciones, se van sumando y se obtiene una marca.
En resumen, que si falla en una…
Se va bastante a la baja. No se pierde, pero fastidia bastante.
Aunque a usted le va bastante bien.
Voy día a día, y luego que venga lo que tenga que venir. Intento lograr el objetivo y luchar por ello.
Y lo ha conseguido porque competirá este fin de semana en el Europeo de Belgrado. ¿Qué le viene a la cabeza si digo 28 de enero de 2017?
El récord… [risas]. La verdad, me encontraba bastante bien y creía que podía batirlo, pero el objetivo era conseguir la marca para competir en heptatlón en el Europeo. Sabía que con 6.000 puntos entraba. Por eso, bueno, el récord era secundario. Lo que pasa es que empecé muy bien haciendo marcas personales de 60, y cuando comienzas bien en las pruebas combinadas parece que todo va rodado. En este caso, todo fue muy bien, estuve cerca de mis marcas e incluso batiéndolas.
¿Se tomó algo después para celebrarlo?
[Risas] Nada, una cervecita y a entrenar al día siguiente.
Lejos queda la marca de Antonio Peñalver, al que ya le quitó su récord de heptatlón.
Sí, el año pasado cuando se la quité me llamó; y éste, como fue mi propio récord, sí que me felicitó y eso.
¿No le pegó ni nada por acabar con su récord?
No, no… [risas].
Ahora hablando en serio. ¿Qué significado tiene para usted Antonio Peñalver?
En España ha sido un maestro para los que hacemos pruebas combinadas. Fue medallista olímpico (plata en Barcelona ‘92). Y, estos últimos años, cuando veías que el nivel en combinadas era un poco flojo, pensabas: '¡Madre mía éste! Es una leyenda'. Eso sí, él tenía muy buenos lanzamientos y yo es lo que peor llevo.
Volviendo al Europeo. ¿Podemos esperar una medalla suya en heptatlón?
Ese es el objetivo. Voy a intentar luchar por las medallas, que es donde tengo que estar y a partir de ahí ya veremos.
En ese caso, ¿lo celebrará, no? ¿Tiene algo pensado?
Bueno, después vienen las fiestas de los moros y cristianos de mi pueblo, que son en abril, así que las disfrutaré a tope. Hay comparsas, desfiles… y nos pasamos todo el día en la calle.
Imagino que lo celebrará con Eusebio Cáceres, que también es de allí. ¿Qué les dan de comer en Onil?
La verdad que no lo sé. Yo creo que tenemos buenos entrenadores con los que trabajamos muy bien la base. Él también comenzó haciendo de todo, pero destacaba en longitud y dejó las pruebas combinadas. Al final, con una buena base ganas coordinación y el hacer tantas cosas permite que no te aburras, que cuando eres pequeño es importante.
Da la sensación de que hay un resurgir del atletismo nacional: Orlando, Bruno Hortelano, Ruth (aunque sea más mayor), usted… ¿Estamos ante una generación de oro?
Sí, yo creo que podemos estar ante una generación de oro próximamente y esperemos que así sea. Hay gente joven que está obteniendo muy buenos resultados. También Eusebio Cáceres, Pablo Torrijos… creo que estamos haciendo algo interesante.
Hablando de usted. ¿Cómo es su día a día?
Bueno, entreno tres horas al día (de 18:00 a 21:00), y luego alguna mañana también hago algo. Las técnicas me las reparto durante toda la semana y lo bueno es que cuando estás lesionado de un lugar, siempre puedes hacer otra cosa.
Contaba Rafa Nadal en una entrevista con este diario que los deportistas profesionales viven con dolores. ¿Es así en su caso?
Si, sobre todo en pruebas combinadas. No hay prueba en la que no te duela algo.
¡Vaya, que no se va a la cama sin dolores!
Sí, siempre te vas con dolores. Y en competición igual: que si sobrecargas, que si los tobillos… siempre hay algo que da problemas.
¿Imagino que le dirán que se queja mucho entonces?
[Risas] Bueno, es lo que hay.
Al menos el decatlón le dará para vivir.
Para vivir no da. Bueno, el atletismo, en general, no da mucho para vivir, y mucho menos las combinadas. Si dijeras otra cosa… En el decatlón somos como los porteros de fútbol, que están ahí, pero…
O sea, que lo de ser rico, famoso y guapo como Cristiano…
Eso no [risas].
Y cuando no está entrenando, ¿qué hace?
Voy al cine, leo, salgo con los amigos, voy a tomar café y todo eso. Lo último que he visto en el cine es a 'Contratiempo', la de Mario Casas, y la verdad que el final fue muy emocionante. Y también estoy leyendo la trilogía del Baztan, de Dolores Redondo.
¿Y ligar? ¿Se liga más por ser decatleta?
No, no sirve, no [risas].
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