Madrid

La revolución técnica acordada por Ruth Beitia y Ramón Torralbo hace poco más de una semana se ha revelado en un éxito. La campeona olímpica, en su segunda competición con esta nueva carrera de diez apoyos saliendo de lanzado, y tras ajustar un par de detalles con respecto al campeonato de España, voló por encima de 1,98 metros, su mejor salto de la temporada y una marca que la aúpa hasta la tercera posición del ránking mundial.

Corregidos los problemas de distancia a la hora de la batida, a punto estuvo Beitia de volver a superar la barrera de los dos metros, con un primer intento muy bueno sobre 2,01. En esta ocasión, el listón fue derribado, pero en tan sólo una semana, la santanderina, con casi 38 años, tendrá otra oportunidad para sumar a su dilatado palmarés la decimoquinta medalla en competiciones internacionales. Al Europeo de Belgrado, la mejor atleta española de la historia llega en condiciones óptimas.

Dibaba, sin récord de 1.000 metros

La excepcionalidad de batir un récord del mundo puede parecer rutina para Genzebe Dibaba. La fondista etíope, de 26 años, es una especialista en derrotar al crono, pero en Madrid, alentada por un público entregado en una gran fiesta del atletismo, no consiguió levantar los brazos al cruzar la línea de meta y celebrar así la que hubiera sido su octava plusmarca mundial. Dibaba empleó un tiempo de 2 minutos 33 segundos y 6 centésimas en recorrer los 1.000 metros, lejos del objetivo que se había marcado: los 2:30.94 de la mozambiqueña Maria Mutola, un registro que databa de 1999.

La carrera salió rapidísima, cumpliendo los pasos intermedios estipulados de antemano —28.80s en el 200, 58.47s en el 400 y 1:29 en el 600—. Dibaba, que dijo que lograría el récord si pasaba por el 800 en menos de dos minutos —lo pasó en 2:00.62—, se desinfló en la última vuelta, viendo cómo los segundos caían a toda velocidad y el récord se le escapaba. Mención especial para la española Ester Guerrero, que fue la sombra de la discípula de Jama Aden durante tres cuartos de la prueba, pero que acabó explotando por culpa del ácido láctico ante tal esfuerzo.

Dibaba en plena carrera en Madrid. Javier Lizón EFE

Orlando Ortega, el hombre fiable

Orlando Ortega está entregado al afecto que le profesa el atletismo español, sabedor de lo que ha significado este cambio de colores tras abandonar Cuba —sus lágrimas en Río son el fiel reflejo de ello—. Al saltar a la pista, responde a los aplausos y agradece al público el calor que éste le transmite. Y después, el subcampeón olímpico de 110 metros vallas devuelve todo este cariño con grandes marcas y adoptando un papel de figura atractiva para posibles nuevos aficionados de este deporte.

Orlando Ortega en acción durante el Meeting de Madrid. Javier Lizón EFE

En el Meeting de Madrid, Ortega tenía la misión de rebajar su propio récord de España de 60 metros vallas (7.48 segundos). Paró el crono en 7.51s y lanzó un puñetazo rabioso al aire. Su elegancia sobre los obstáculos y la gran frecuencia entre ellos no fue suficiente para remontar una puesta en acción no tan buena como acostumbra. Al igual que Beitia, Ortega, el hombre fiable, peleará en Belgrado por la medalla de oro.

Alexis Copello (17,10 metros en triple salto), Bralon Taplin (45.19s en los 400 metros), Yunier Pérez (6.60s en los 60m) o Franck Elemba (20.86 metros en lanzamiento de peso) fueron otros de los grandes protagonistas del Meeting Internacional Villa de Madrid.

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