A los ojos de los aficionados de todo el mundo, Fernando Alonso ha salido reforzado del primer Gran Premio de la temporada, y eso que una carrera que debería haberlo devuelto a la lucha por el Mundial terminó con su McLaren dejándole tirado a tres vueltas del final.
En Australia Alonso, a diferencia de Stoffel Vandoorne, contaba con las últimas evoluciones aerodinámicas en su monoplaza y un motor capaz de terminar un Gran Premio. El problema del asturiano es que su unidad de potencia es, con diferencia, la peor del lote, con lo que el coche que “con un motor Mercedes volvería a ganar” (según Eric Boullier) no fue capaz de aguantar una carrera completa.
Muchos han apodado a Fernando Alonso como ‘Magic’, pero el español no necesita ‘robarle’ la coletilla que acompañó al nombre de Ayrton Senna. Al asturiano le sobran méritos propios para tener mote propio.
Alonso ‘el Santo’
Cuando analizamos los resultados del piloto de Oviedo vemos que en muchas de sus carreras se han obrado verdaderos ‘milagros’ si consideramos los monoplazas que le han correspondido en determinados momentos. Si hay un piloto que va fuerte y se cuela en los puestos altos, tenga el material que tenga, ese es Fernando Alonso.
Esa característica es la que más miedo mete en el cuerpo de sus adversarios, que consideran al bicampeón como uno de los peores rivales aunque lleve años sin ganar una carrera. El último milagro de ‘San Alonso’ ha sido meter un coche roto desde el principio de carrera en décima posición durante 40 vueltas por delante de monoplazas motorizados por Mercedes, la unidad de potencia que su jefe ambiciona para McLaren.
Los aficionados reconocen su valía
Puede que los jefes de equipo de los equipos más importantes no tengan o no quieran hacer hueco en sus equipos para el campeón español, pero para más de 50.000 aficionados de todo el mundo el piloto mejor valorado es Fernando Alonso.
Según el último sondeo a escala global lanzado desde Motor Network, el imperio mediático de Motorsport arroja unos resultados muy esclarecedores sobre las preferencias de los aficionados de la Fórmula 1. En tan sólo 72 horas, el público que paga por ver las carreras (y que constituye el sustento del deporte) han designado a Fernando Alonso y Ferrari, respectivamente, como el piloto y el equipo mejor valorados de todo el Mundial; precisamente aquellos que más ‘bofetadas’ se han llevado en los últimas temporadas en términos de resultados y expectativas frustradas.
A Ferrari se le ha fusilado en plaza pública durante todo el año pasado y gran parte del invierno, hasta el punto de que nadie creía en la cooperativa italiana creada por Marchionne antes de la pretemporada. Fernando Alonso, por su parte, sufre por tercer año consecutivo los efectos de su decisión de pasar a McLaren-Honda, un matrimonio que le había prometido la competitividad de la era Senna, pero que ha convertido su vida en la Fórmula 1 en un auténtico calvario.
Por el bien de la Fórmula 1
Fernando Alonso debe estar en condiciones de luchar y jugársela con Vettel, Hamilton y Verstappen para que el deporte gane, la afición se dispare y las audiencias generen el dinero que tanto escasea en la F1. Ferrari ha demostrado cómo con una sola victoria en dos años es capaz de dar la vuelta a un Mundial que sin el equipo de Maranello no sería ni la mitad de interesante de lo que es. Los ‘gurús' de Liberty Media deben pensárselo dos veces antes de tratar a Ferrari como si fuera Force India si quieren recuperar los miles de millones gastados en la compra de una F1 construida por Bernie Ecclestone durante 40 años, pero que puede venirse abajo en un abrir y cerrar de ojos.
Ross Brawn dice que “la F1 necesita más Verstappen”. Quizás, mejor que clonar al holandés, bastaría con conseguir que los mejores tengan coches competitivos para garantizar el espectáculo.
En China Alonso con 160 CV menos
El Gran Premio de China está a las puertas y el número uno para más de 50.000 personas deberá obrar otro milagro si la exclusiva de Andrew Benson, periodista de la BBC, es cierta. El británico ha anunciado que las simulaciones de McLaren arrojan un déficit de potencia híbrida en las características rectas largas del circuito chino que pueden suponer 2-3 segundos por vuelta.
Con este panorama Fernando Alonso volverá a partir por tercer año consecutivo con una desventaja respecto al resto de la parrilla. Tres años de aventura sin resultados (sin contar el año extra de preparación Honda) entre McLaren y Honda son demasiados. Especialmente cuando ya no quedan casi esperanzas de mejora. La situación que vive el equipo, Alonso y los aficionados es inaceptable se mire por donde se mire.
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