Por quinta carrera consecutiva, todas las que se llevan en este Mundial, acabó en los puntos, pero en la única prueba que hay en 'casa' consiguió el peor resultado hasta el momento esta temporada. Fernando Alonso terminó octavo en Montmeló en una carrera en la que sobrevivió a un accidente desde el principio pero en la que el McLaren decepcionó. Ganó Hamilton, en su segunda victoria consecutiva, con Bottas y Verstappen en el podio. [Así te hemos contado el GP de España de Fórmula 1]
Dos caras para un puesto que fue el mismo en el que partió de parrilla, pero insuficiente porque se le colaron dos coches que en principio deberían ir por detrás: Magnussen con el Haas y Carlos Sainz (séptimo) con el Renault. McLaren cambió por completo a lo que había ocurrido hasta ahora. Antes se hacían malos sábados y buenos domingos y en Montmeló fue al revés: en la clasificación fue el primero de los 'mortales' (solo por detrás de los tres grandes, Mercedes, Ferrari y Red Bull) y 'pinchó' en carrera.
Bien es verdad que la prueba de este domingo estuvo marcado por el inicio, con un accidente de Grosjean que dejó el coche en mitad del trazado nada más arrancar la carrera, por lo que, con todos los monoplazas juntos, Hulkenberg y Gasly chocaron contra él. Los tres fuera y Alonso regateando aquello como pudo, por la escapatoria y perdiendo varias posiciones.
"La primera vuelta fue mala, nos quedamos arrinconados en la curva 2, perdimos ahí posiciones", analizó Alonso tras la carrera. "Creía que iba a ser imposible conseguir puntos y esto de estar en los puntos deja un buen sabor de boca", añadió el asturiano, envuelto con la bandera de España, al igual que hiciera Carlos Sainz. Ambos, además, dieron la vuelta de honor con la enseña nacional en Barcelona.
Para llegar a los puntos, Alonso tuvo una lucha difícil en un circuito en el que es muy difícil adelantar, pero en el que Fernando superó de forma espectacular a Leclerc. Una vez quitado el monegasco, se mantuvo en la octava posición y ahí se estabilizó. Le faltó la lluvia, a la que pareció rezar durante varios tramos en la carrera. "Había algunas curvas en las que hacía sol y otras en las que parecía una película de miedo, con el cielo totalmente negro. No hubiera venido mal para poner algo de picante a la carrera", explicó después Fernando.
El octavo puesto, como decimos, sabe bien porque la situación en carrera no alimentó a que se pudiera alcanzar mejores puestos, pero tampoco se debe ocultar que en Australia se hizo quinto y en Bahréin, China y Azerbaiyán acabó séptimo. Es el peor puesto de este año, pero ¡ojo!, está en el grupo de tres pilotos, junto a Hamilton y Vettel, que han acabado en los puntos en todas las carreras de este Mundial. Quien lo iba a decir el año pasado... McLaren, a pesar de las mejoras en el monoplaza, no evolucionó en carrera. Verstappen, para más inri, abandonó por problemas en la caja de cambios.
Con Carlos Sainz séptimo, demostrando su regularidad y su buen hacer, la carrera fue para Hamilton, que dominó de principio a fin. Salió primero y solo perdió el liderato cuando entró a boxes y Verstappen tardó en hacer su parada. El holandés, otra vez con algún error infantil, entró en el podio por una parada por boxes de Vettel cuando había virtual safety car. Segundo fue Bottas, un piloto que se limita a acelerar y esperar a lo que ocurra en carrera.
La victoria de Hamilton es la segunda consecutiva y le hace ser más líder del Mundial llegado al primer cuarto de temporada. 95 puntos para él, con 78 para Vettel. Son los únicos que podrán ganar el Mundial.