Piastri resiste los ataques de Leclerc en Azerbaiyán y Carlos Sainz pierde el podio por un accidente

Esto es lo que necesitaba la Fórmula 1. Desde hace tiempo instaurada bajo el yugo de Max Verstappen y sumida en la monotonía, esta temporada está dejando pasajes que reconcilian a este deporte con el espectáculo. [Así vivimos la victoria de Piastri en el GP de Azerbaiyán]

Oscar Piastri se llevó una maravillosa victoria en el Gran Premio de Azerbaiyán en uno de los finales más emocionantes que se recuerdan en los últimos tiempos. El de McLaren resistió las constantes acometidas de Charles Leclerc durante muchas vueltas, y se hizo con su segunda victoria de la temporada.

La peor noticia llegó en la penúltima vuelta de la carrera. Carlos Sainz venía firmando una increíble remontada, al acecho durante muchas vueltas de lo que estaba pasando entre los tres primeros clasificados, y se metió de pleno en la pelea por el podio. 

Sin embargo, justo cuando consiguió alcanzar la tercera posición, un toque con Checo Pérez provocó que ambos pilotos terminaran estrellándose contra el muro, destrozando sus coches y abandonando a pocos kilómetros del final.

Fernando Alonso, por su parte, se benefició de este accidente y, sin hacer demasiado ruido, ascendió hasta la sexta posición. Una buena plaza que le permite seguir sumando puntos en el Mundial.

Un día emocionante

Con Leclerc partiendo desde la pole, el monegasco fue capaz de aguantar su primera plaza en la salida y empezó a consolidarse como líder de la carrera. Esas buenas noticias para Ferrari no se refrendaron un poco más atrás, porque Sainz, que salía tercero, perdió su posición con Checo Pérez nada más empezar el Gran Premio.

Con el juego de las primeras paradas, empezó a estabilizarse la carrera sin demasiados sobresaltos ni novedades, pero después de un momento de letargo de este Gran Premio, enseguida empezó a dibujarse un panorama apasionante en la pelea por el triunfo.

Leclerc y Piastri, en plena disputa. REUTERS

Con Verstappen de nuevo alejado de los grandes focos y rodando retrasado, Piastri, Leclerc y hasta Checo Pérez formaron un trío cabecero que dejó fuertes momentos de emoción. 

Fue el de McLaren el que consiguió doblegar a Leclerc, abriendo así la veda de las hostilidades en este Gran Premio de Azerbaiyán. Parecía que el de Ferrari tenía mejor ritmo y que sería cuestión de tiempo que pudiera recuperar el liderato, pero los hechos arrojaron una realidad bien distinta.

El monegasco trató una y otra vez de superar a un Piastri que ejerció una resistencia fuera de lo común. Siempre con el aliento de Leclerc cerca en el retrovisor, guardó como oro en paño esa primera posición y terminó alzándose con el triunfo. 

En esas últimas vueltas Carlos Sainz se enganchó a la pelea por el podio. Tras dejar atrás primero a Norris y después a Albon, se colocó cuarto justo detrás de Pérez y de Leclerc. Las esperanzas del madrileño crecieron más cuando fue capaz de posicionarse tercero tras uno de sus ataques, pero enseguida todo se fue al traste. 

Mientras trataba de guardar su posición, cambió ligeramente su trayectoria hacia el costado izquierdo, pero allí estaba ya Pérez tratando de recuperar el puesto perdido. El resultado, los dos estrellaron sus coches contra el muro y tuvieron que decir adiós en el penúltimo giro. Un final triste para una carrera que dejó momentos de mucha emoción y que propició el ascenso de Russell a la tercera plaza.