La Fórmula 1 sigue sacrificando a los circuitos históricos en favor de los GPs más exóticos: adiós a otro mítico trazado
- La rotación de circuitos redefine el calendario de la F1, priorizando nuevos destinos sobre trazados con gran legado histórico.
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La Fórmula 1 continúa con su política de transformar el calendario para adaptarlo a nuevos mercados, un movimiento que, aunque estratégico, está generando descontento entre los aficionados.
La reciente renovación del contrato del Gran Premio de Bélgica, que asegura la presencia del icónico circuito de Spa-Francorchamps en el calendario hasta 2031, unida a una condición que ha dejado a muchos con un sabor agridulce: el trazado belga ya no tendrá una cita anual, sino que rotará su lugar en el campeonato. Esto significa que en los años 2028 y 2030 no formará parte de la temporada.
La decisión de la Fórmula 1 de instaurar un sistema de rotación para Spa-Francorchamps refleja una clara tendencia hacia la diversificación geográfica. Stefano Domenicali, director ejecutivo de la F1, explicó que este modelo permitirá liberar espacio en el calendario para incorporar nuevos Grandes Premios en lugares que nunca antes habían albergado una carrera del campeonato.
Entre los posibles destinos figuran Tailandia, Argentina, Ruanda y un segundo Gran Premio en Arabia Saudita, todos ellos dispuestos a pagar cifras millonarias por un lugar en el prestigioso campeonato.
La estrategia de rotación no se limitará a Spa-Francorchamps. Circuitos europeos como Imola y el Circuit de Barcelona-Catalunya también podrían ser incorporados al sistema en el futuro, lo que pone en jaque la continuidad de otras pistas históricas. Al mismo tiempo, Zandvoort, el circuito de los Países Bajos, ya ha confirmado su salida del calendario después de 2026, marcando un nuevo precedente.
La ausencia de un histórico
El circuito de Spa-Francorchamps es considerado por muchos como uno de los trazados más desafiantes y emocionantes del mundo, conocido por su curva Eau Rouge-Raidillon y su ubicación pintoresca en las Ardenas belgas.
Desde su debut en el campeonato inaugural de 1950, el Gran Premio de Bélgica ha sido parte esencial de la historia de la Fórmula 1, ofreciendo momentos icónicos tanto para los pilotos como para los aficionados.
Aunque el nuevo contrato asegura cuatro carreras más en Spa hasta 2031, su inclusión discontinua en el calendario es una muestra del cambio de prioridades de la F1. En palabras de Domenicali: "Spa-Francorchamps es elogiado con razón por pilotos y aficionados como uno de los mejores circuitos del mundo. Su continuidad, aunque no anual, asegura que podamos seguir disfrutando de su magia en el futuro".
La renovación del Gran Premio de Bélgica ha sido celebrada por autoridades locales como Pierre-Yves Jeholet, vicepresidente del gobierno valón, quien destacó el impacto positivo del evento en la economía de la región.
Según Jeholet, "el Gran Premio genera un importante beneficio económico para Valonia y coloca a la región en el centro de la atención mundial". La rotación, aunque reduce la frecuencia del evento, permitirá al circuito planificar a largo plazo y mantener su relevancia dentro del campeonato.
Calendario más mundial
La evolución del calendario de la Fórmula 1 refleja un cambio de enfoque hacia nuevos mercados emergentes. En los últimos años, la competición ha sumado Grandes Premios en lugares como Arabia Saudita, Miami y Las Vegas, mientras que nuevos destinos como Madrid ya tienen asegurada su incorporación a partir de 2026. Además, la F1 está explorando opciones en África, con el circuito sudafricano de Kyalami como principal candidato aunque sigue peleando con Ruanda por albergar el Gran Premio.
Esta globalización responde a una estrategia financiera y de marketing que busca atraer a nuevos aficionados y maximizar los ingresos por derechos televisivos, patrocinios y tasas de organización. Sin embargo, este enfoque también ha generado críticas por parte de puristas que consideran que la competición está sacrificando su esencia y desconectándose de sus raíces europeas.
Con la intención de mantener un calendario de 24 carreras como máximo, la F1 enfrenta el desafío de equilibrar las demandas de nuevos mercados con la continuidad de los circuitos tradicionales. Domenicali ha reiterado que la calidad de los eventos y la estabilidad financiera de los promotores son factores clave para decidir qué pistas permanecen en el calendario.
La salida de Zandvoort y la posible rotación de otros trazados europeos podría marcar el inicio de una transformación más amplia. Circuitos históricos como Barcelona, Monza, Mónaco y Silverstone también podrían verse afectados en el futuro si no logran adaptarse a las demandas de la competición.
La renovación del contrato de Spa-Francorchamps bajo un sistema de rotación es un claro ejemplo de cómo la Fórmula 1 está priorizando su expansión global sobre la tradición. Aunque esto puede atraer a nuevos aficionados y mercados, también plantea preguntas sobre el equilibrio entre innovación y legado.
A medida que la competición avanza hacia un futuro más diverso, la continuidad de los circuitos históricos dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas reglas del juego.