La pasada temporada, en su primera campaña en MotoGP, rozó el podio en Misano tras terminar cuarto y cosechar su mejor resultado del curso. Loris Baz (1 de febrero de 1993, Sallanches, Francia) afronta su segunda campaña en la categoría reina recién llegado al equipo Avintia Ducati, donde se ha integrado a la perfección gracias a su fluido castellano, aprendido en tierras valencianas, donde residió una larga temporada.
El piloto francés es el más alto de la parrilla de MotoGP, pero no cree que sus 1,92 metros y 79 kilos sean un hándicap para estar regularmente entre los 10 primeros, objetivo que se ha marcado en la temporada que arranca el próximo día 20 de marzo en el circuito qatarí de Losail.
Después de protagonizar una terrible caída a 290 km/h, cuando se le reventó el neumático trasero en plena recta de meta del circuito de Sepang, en los segundos entrenamientos de pretemporada en la pista australiana de Phillip Island ha brillado gracias a una séptima posición (1:29.583) que le ha permitido situarse por delante de los pilotos oficiales de Ducati.
Una de las claves de su perfecta adaptación a su Ducati Desmosedici GP14.2 ha sido el trabajo hecho por su equipo, que ha elaborado la moto de forma artesanal. Tan buenos resultados ha dado, que ahora la marca de Borgo Panigale lo va a fabricar con materiales más ligeros para que pese menos.
“Han subido el asiento y lo han desplazado hacia atrás ocho centímetros, un proceso complicado porque abajo hay un soporte de carbono que han tenido que cortar y hacer otro nuevo. Debajo del asiento está la válvula del escape y es complicado buscar espacio, pero en el equipo lo han hecho muy bien”, explica Baz, quien no cree que tenga demasiadas desventajas por ser tan alto.
Diez centímetros más que Rossi
“Soy 10 centímetros más alto que Valentino Rossi y cinco más que Marco Simoncelli, por lo que no creo que haya mucha desventaja. El punto donde pierdo más es en las rectas, por el peso y por la estatura, aunque en las frenadas puedo hacerlo más tarde que otros porque cojo más el aire y al tener más peso lo cargo más hacia delante. Al final, es bastante similar”, reflexiona el piloto francés, quien cree que esta temporada las fuerzas entre los pilotos oficiales y los privados estarán más igualadas.
“La centralita única nos ha ayudado mucho y ha servido para igualar más la categoría, porque antes había mucha diferencia entre los oficiales y los privados y creo que ahora podremos lugar con ellos. Los nuevos neumáticos Michelin también han ayudado porque todos empezamos de cero para comprender cómo funcionan estas gomas”, sentencia el piloto más alto de la parrilla de MotoGP.