La retirada de las dos especificaciones del neumático trasero de Michelin, después de que al británico Scott Redding se le desprendiera la banda de rodadura durante la cuarta sesión libre del GP de Argentina, trae de cabeza a la mayoría de los pilotos de MotoGP. La goma de seguridad que vienen empleando desde entonces tiene una carcasa demasiado dura que ha metido en problemas a casi todos durante la carrera de Jerez, después de que la temperatura de la pista (40 grados en el asfalto) subiera considerablemente con respecto a los días anteriores.
Valentino Rossi, que creció como piloto con los neumáticos del fabricante francés, es uno de los pocos que se siente a gusto con ellos, quizá porque también es uno de los más altos (1,82 metros). Así lo ha demostrado durante la carrera del GP de España, que dominó desde la primera hasta la última vuelta sin que Jorge Lorenzo ni Marc Márquez pudieran hacer nada. Mucho menos Dani Pedrosa, el piloto más ligero (52 kilos) de la parrilla de MotoGP, al que le cuesta calentarlo y no encuentra tracción.
“He hecho lo máximo, pero no quiere decir que haya ido a tope porque si te fijas en mi pilotaje es como si lo hiciera en lluvia. Levanto la moto despacio, cambio de marcha pronto, no doy gas a fondo. En la recta era imposible ir a fondo de lo que derrapaba la moto en cuarta, quinta y sexta. He ido toda la carrera regulándome porque sabía que al final el neumático podía reventar si hacías derrapar mucho la rueda. Está claro que el neumático, a más peso mejor y a menos peso peor. Era vital acabar con algo de goma en el neumático”, explicó el piloto del equipo Repsol Honda, que tiene muy claro cómo se puede solucionar el problema.
Tras la limitación de los test durante la temporada 2016, que ha coincidido con la llegada de Michelin como proveedor único de neumáticos, al fabricante francés le es casi imposible trabajar con los pilotos para conseguir una carcasa menos dura. “Desde mi punto de vista, lo que se tiene que hacer es dejar de limitar los entrenamientos, porque estamos teniendo unos problemas graves con los neumáticos. No es un problema de Ducati, ni de Yamaha, ni de Honda, ni de nadie. Es un problema del campeonato y de Michelin. Deberían ser más flexibles, dar más días de entrenamientos para que Michelin pueda arreglar esta situación. Me parece raro que seamos los pilotos lo que tengamos que pedir más entrenamientos porque si están trabajando para hacer chasis y basculantes para usar ese neumático, dentro de seis meses cambiarán ese neumático y toda la evolución y el dinero gastado no servirá para nada. El campeonato debe hacer algo con esta situación”, razonó Pedrosa.
Jorge Lorenzo, que llegó a recortar algo de tiempo a Rossi cuando restaban 10 vueltas para el final de la prueba, tuvo que renunciar a sus aspiraciones de subir a lo más alto del podio y asegurarse la segunda plaza. “Tenía problemas de tracción en la recta cuando se iba completamente derecho. El problema de spinning [patinaje del neumático trasero] se ha incrementado mucho más cuando he comenzado a recortar la distancia con Rossi y cada vuelta iba peor. No es agradable no tener tracción con una moto de 200 y pico caballos cuando está derecha, porque tienes la sensación de llevar un neumático de agua cuando la pista se comienza a secar. No había tracción y había que cortar gas al 80%”, explicó el piloto español de Yamaha, que recortó cuatro puntos a Márquez en la general de MotoGP.