Misano

El convulso final de la pasada temporada, tras el incidente de Sepang, provocó una brecha que parecía insalvable en la relación que hasta entonces había sido de suma cordialidad entre Valentino Rossi y Marc Márquez. Comenzó el presente curso y ni siquiera cruzaron sus miradas en el primer encuentro, mientras que en las gradas de los circuitos del calendario mundialista iba creciendo un fanatismo y se instalaban los silbidos contra Márquez y Lorenzo. Una situación que alcanzó su culmen en Mugello, cuando el campeonato del mundo de MotoGP pisó por primera vez suelo italiano.

Dorna, la empresa promotora del campeonato del mundo, tomó la decisión de reforzar la seguridad de los dos pilotos españoles con sendos guardaespaldas para evitar cualquier encontronazo con los tifosi. Una medida que no impidió que ambos vieran como volaban los tomates en el podio del circuito ubicado en la Toscana.

Dos semanas después, el fallecimiento de Luis Salom en Montmeló propició el acercamiento entre Rossi y Márquez, que sellaron la paz cuando ambos se dieron la mano en el parque cerrado tras una carrera en la que ganó el piloto italiano. Desde entonces, algunas risas cómplices entre ambos en las conferencias de prensa previa de los jueves y gestos que van configurando una situación de normalidad.

Este fin de semana, el campeonato del mundo vuelve a recalar en suelo italiano. Como cada año, el trazado Marco Simoncelli de Misano volverá a teñirse de amarillo porque Tavullia, el pueblo de Il Dottore, se encuentra a sólo 13 kilómetros y los tifosi poblarán la grada de su Fan Club, con capacidad para 18.000 espectadores, pero en esta ocasión por fin se respira tranquilidad tras la paz de Montmeló.

“Hablando honestamente, se nota mucho el cambio de ambiente. En Mugello sí que escuchabas algún comentario que te decían por la espalda. Aquí, no. Aquí hay un ambiente distinto a Mugello. Me estoy encontrando muy bien. Está claro que el domingo estará todo amarillo porque es la casa de Valentino, pero tampoco varía mucho de los otros circuitos”, confesó Márquez, al que Dorna también ofreció la posibilidad de contar con guardaespaldas en Misano, pero el piloto del equipo Repsol Honda declinó el ofrecimiento.

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