Hace 10 días se anunció la obligatoriedad del airbag en los monos de todos los pilotos del campeonato del mundo. Una medida que entrará en vigor a partir de la temporada 2018, pero que la mayoría de los integrantes de la parrilla de MotoGP utiliza habitualmente desde que en 2007 se puso en escena por primera vez un sistema un tanto aparatoso pero que, casi una década después, ha evolucionado prácticamente hasta la mínima expresión y ya sólo pesa 500 gramos. Una protección que resulta sumamente efectiva porque salvaguarda la zona de la espalda, los riñones, el pecho y los hombros cuando su bolsa se hincha al detectar que se va a producir una caída. Un equipamiento que evitó que Marc Márquez sufriera lesiones graves cuando se tiró de su moto a 280 km/h para evitar chocar contra el muro al final de la recta de meta del circuito de Mugello en 2013, en su primera temporada en MotoGP.
Lo curioso es que Jorge Lorenzo ha desvelado que no lo suele utilizar porque le resulta incómodo y que sólo lo emplea en ocasiones puntuales, como cuando se enfrenta a condiciones de lluvia. El piloto español de Yamaha ha confesado que no lo llevaba cuando sufrió la brutal caída en el tercer entrenamiento libre del Gran Premio de Japón y su cuerpo impactó de forma violenta contra el asfalto. Tuvo que ser evacuado en helicóptero al Hospital de Utsunomiya –a 36 kilómetros de Motegi- para poder someterse a un TAC, aunque después se descartaron lesiones de gravedad.
“Cuando me caí en Japón, no llevaba el airbag. Siempre es mejor llevarlo porque, si actúa, te hace de colchón pero depende de la caída. Pedrosa lo llevaba [se cayó el día anterior y se fracturó la clavícula] y se lesionó. Es importante y es un tema en el que estoy muy encima. Quiero llevarlo siempre, pero el mono con el airbag lleva unos plásticos en la parte trasera de los hombros que ocupan muy poco pero lo suficiente como para hacer los hombros menos flexibles”, señaló Lorenzo, quien aseguró que trabaja junto con Alpinestars para intentar reducir su peso (500 gramos) y su tamaño para hacerlo más cómodo. “La mayoría no tiene problemas y lo usa, pero a mí, particularmente, me está costando llevarlo siempre. Lo llevo muchas veces y en agua, siempre, pero cuando veo que las condiciones son buenas y las posibilidades de caída pocas, prefiero ir sin. Prefiero ir sin él por comodidad en la parte superior del cuerpo”, razonó el piloto español, que finalizó la primera jornada del Gran Premio de Malasia en la décima posición y a 0.803 del mejor crono del día marcado por Marc Márquez (2:01.210), que no tomó parte en la segunda sesión por culpa de una gastroenteritis que arrastra desde hace dos días.