Afronta un desafío descomunal después de ganar tres coronas de campeón del mundo de MotoGP con Yamaha a lo largo de nueve temporadas. Jorge Lorenzo, que se despidió de la marca de los tres diapasones con una victoria en el circuito Ricardo Tormo de Cheste y unos números superiores a los de Valentino Rossi en las siete campañas en las que han compartido box, se estrena hoy con Ducati. La fábrica de Borgo Panigale le ha fichado para ganar el título, por lo que el piloto español deberá adaptarse con rapidez a la Desmosedici y lidiar con la presión.
Presión por el título
Lorenzo está acostumbrado a trabajar bajo presión y es consciente de que Ducati le ha fichado para ganar el título de campeones del mundo una década después del único que poseen -Casey Stoner, en 2007-. “Cuando haces una inversión de este calibre con un piloto como Lorenzo, el objetivo claro es intentar luchar por el título. Lógicamente, estamos hablando de un objetivo extremadamente difícil pero, claramente, nosotros lo vamos a intentar. Los próximos años serán años en los que Ducati va a intentar pelear por el título”, aseguró Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, tras reunirse con el piloto español al mediodía en el circuito Ricardo Tormo de Cheste y presentarle a los integrantes de su nuevo equipo.
Capacidad de adaptación
Hasta la fecha, Lorenzo se ha adaptado con rapidez a todas las motos con la que ha competido a lo largo de su carrera deportiva (Derbi, Honda, Aprilia y Yamaha), aunque en MotoGP sólo conoce la YZR-M1, que ha sido su compañera durante los últimos ocho años.
“Hace mucho tiempo que no cambio de moto, así que tengo curiosidad. Creo que me adaptaré bastante bien. Por lo que hemos visto, la Ducati ya no es una moto que sólo puede ir rápido en agua o en determinados circuitos; es más consistente, puede aspirar al podio en casi todas las carreras y a la victoria en alguna otra. Tendrá sus puntos fuertes y débiles, que trataremos de reducir o eliminar”, asegura el piloto español, que deberá modificar su estilo de pilotaje para exprimir al máximo el potencial de la Desmosedici.
“Nosotros trabajaremos para ayudarle a que su adaptación sea lo más rápida posible, porque lo verdaderamente importante será la primera carrera y no el primer test”, razona Dall’Igna.
Moto competitiva
Dall’Igna coincidió con Lorenzo en Aprilia a lo largo de dos temporadas en las que el piloto español se proclamó campeón del mundo de 250cc (2006 y 2007). El ingeniero italiano llegó a la fábrica de Borgo Panigale a finales de 2013 y dos años después diseñó una Ducati Desmosedici completamente nueva con la que sus pilotos comenzaron a ser competitivos y a recoger los frutos de su trabajo en forma de victorias en 2015.
“La dificultad está en ser competitivo en las 18 carreras de la temporada, porque nosotros somos competitivos en algunas pistas pero no en las 18”, razona Andrea Dovizioso, que siempre ha echado en falta que la moto no gira tan bien como la Yamaha o la Honda. “Tenemos una buena frenada, una aceleración óptima, pero en el momento en que soltamos los frenos, cuando estamos sin frenar y sin dar gas, la moto no gira bien”, explica el piloto italiano sobre una de las carencias de la GP16, que para Lorenzo es fundamental porque su principal virtud es el paso por curva.
Compañero de equipo
La relación con su compañero de equipo, con el que compartió box a lo largo de siete años, pasó de ser complicada a inexistente después del incidente de Sepang de la pasada temporada. “Es totalmente normal cuando dos pilotos fuertes quieren batirse el uno al otro con la misma moto. Y más en dos personas con mucho carácter y un orgullo grande”, explica Lorenzo sobre su relación con Rossi.
Ahora le espera Andrea Dovizioso, que afronta su quinta campaña en Ducati tras obtener su primera victoria vestido de rojo en el pasado GP de Malasia. “Desde fuera, veo a Andrea una persona lógica y tranquila. Espero que hagamos un buen equipo y trabajemos para que la moto sea lo mejor posible”, asegura el piloto español sobre su nuevo compañero de equipo. Dovizioso, un trabajador nato, es una persona discreta que goza del afecto de buena parte del paddock. Por eso, todo el mundo se alegró de su victoria en Sepang y recibió multitud de felicitaciones.
El factor Stoner
Sólo Juan Llansà, su mecánico de confianza desde que debutó en el campeonato del mundo en 2002, le acompañará en su nuevo desafío vestido de rojo después de que el holandés Wilco Zeelenberg, que ha sido su team manager y asesor en pista durante los últimos seis años, tomara la decisión de quedarse en Yamaha. Lorenzo necesita una persona que supla el papel de Zeelenberg, un rol que puede recaer en Casey Stoner. El único piloto que ha sido capaz de ganar un título de campeón del mundo de MotoGP con la fábrica de Borgo Panigale, en 2007, ejercerá como su coach durante los días de test en el circuito Ricardo Tormo de Cheste y podría seguir desarrollando ese papel a lo largo de 2017. “Todavía no he hablado con él. Se ha ido retrasando mucho este tema y no hemos hablado de ello con la seriedad que requiere el asunto”, afirma Lorenzo, que este martes y miércoles se subirá por primera vez a la Ducati Desmosedici.
“Jorge ya ha ido muy rápido con varias motos diferentes: Derbi, Honda, Aprilia y Yamaha. Llevaba mucho tiempo en Yamaha [nueve años] y necesitará un cierto tiempo de adaptación, pero estos dos días de test le van a venir de maravilla y podrá volver el próximo año con fuerza”, analiza Stoner.