El Distrito Telefónica, la sede en Madrid de la multinacional de las telecomunicaciones, ha servido como escenario para la puesta de largo del equipo Movistar Yamaha MotoGP 2017. Una presentación bajo el lema We choose to make history (‘Elegimos hacer historia’) que no deja ninguna duda sobre las intenciones y propósitos que se ha marcado en la temporada que arrancará el próximo 26 de marzo en el circuito qatarí de Losail.
Una apuesta por la veteranía y la experiencia de Valentino Rossi, que afronta su vigésimo segunda temporada en el campeonato del mundo -la duodécima con la fábrica de Iwata- y que aspira a atrapar su décima corona de campeón para poner el broche de oro a su carrera profesional. Por otro lado aparece en escena el talento y la juventud de Maverick Viñales, recién llegado al equipo tras la salida de Jorge Lorenzo pero con el suficiente empaque para poder optar al título de campeón en su primera campaña vestido de azul Yamaha.
“Maverick me impresionó mucho desde el primer momento. Está preparado para luchar por el campeonato y desde el primer momento va a ser un candidato al título. Su talento está clarísimo y el año pasado terminó en la cuarta posición de la general, pero muy cerca de Lorenzo. Ha ido muy rápido desde el primer momento, así que será un problema tan grande como lo era Lorenzo”, analizó Il Dottore, que el próximo 16 de febrero cumplirá 38 años y deja atrás un compañero de equipo con el que no se dirigía la palabra.
De momento, la relación con Maverick es fluida y de respeto mutuo. “La rivalidad en la pista siempre es dura, pero creo que con Maverick puedo tener una buena relación. Cuando regresé a Yamaha [en 2013], mi relación con Jorge era buena hasta que llegó el final de la temporada 2015”, recordó Rossi sobre el piloto que le dio a Yamaha los últimos tres títulos de campeón.
“Tanto Valentino como yo tenemos una relación de respeto. Siempre nos hemos llevado bien y no hemos tenido ningún conflicto, pero en la pista sólo gana uno y yo quiero ganar. Espero que podamos tener una buena relación y mucho respeto hasta que nuestros caminos se separen”, aseguró Maverick, que recibe con los brazos abiertos los halagos de su nuevo compañero de equipo.
“Sin haber hecho ninguna carrera con la Yamaha, que Valentino diga que soy un candidato al título me da una motivación extra”, afirmó el piloto de Roses, quien aseguró que debe mejorar en frenada para poder plantarle batalla a Rossi y Márquez en las últimas vueltas de carrera tras una excelente adaptación a la M1 que promete emociones fuertes hasta el final.
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