Ni el Tour de Francia, ni el Giro de Italia, ni la Vuelta a España. Ni la Fórmula 1. Ni el boxeo. Y, por supuesto, tampoco MotoGP. La decisión del Tour Down Under, prueba ciclista que se disputa en Australia, de eliminar a sus azafatas del podio no ha encontrado continuidad en el resto del mundo del deporte. No lo han hecho en los grandes premios de Qatar y Argentina, no se hará este fin de semana en el circuito de Las Américas y tampoco se hará en el Gran Premio de España en el circuito de Jerez el próximo 7 de mayo. ¿O sí?
La polémica sobre las azafatas en el mundo deporte (ligeras de ropa o no) es tan antigua como su propia presencia. Cuando todo comenzó, a principios de los años 80, el nuevo concepto publicitario ya llevaba asociado la guerra de sexos y un más que palpable sexismo. Hoy, casi 40 años después, nada ha cambiado.
Varios son sus trabajos en el mundo del deporte. Desde entregar los trofeos y los peluches en los podios ciclistas, a ejercer de paragüeras en MotoGP o marcar la posición de los pilotos en la parrilla de la Fórmula 1; y eso sin contar las funciones de representación que hacen de sus deportistas, sus equipos y sus patrocinadores, ya sea con llamativos modelitos o ejerciendo de verdaderas relaciones públicas de sus contratadores. Para todo ello suelen pasar rigurosos castings en los que, como mínimo, se les exige una altura de 1,75 -sin tacones, claro-, talla 36 -como mucho-, buena imagen y probablemente hablar de forma fluida inglés y quizás algún idioma más.
Habría que preguntar si el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 impuso tales niveles de exigencia cuando en 2014 decidió cambiar a las 'grid girls', las chicas de la parrilla, por chicos. "Llegas ahí y aparcas al lado de George o Dave. ¿Cuál es el problema?", se preguntaba Sebastian Vettel. Lo cierto es que la experiencia fue alentada por los organizadores del propio gran premio y no por la organización del mundial de Fórmula 1. Tal vez por uno o quizás por los otros, ni en 2015 ni en 2016 se repitió la experiencia.
La más absoluta falta de respeto llegó en el Tour de Flandes de 2013, cuando el ciclista esloveno Peter Sagan, segundo clasificado en aquella clásica, aprovechó para pellizcarle el culo a una de las azafatas mientras ésta estampaba los ya tradicionales besos al ganador, el suizo Fabian Cancellara, en el escalón más alto del podio.
Muchas han sido las voces que en todo momento han criticado la presencia de las azafatas, paddock girls y grid girls -según el deporte- y en España, concretamente en Andalucía, Francisco Javier Fernández, Consejero de Turismo y Deporte de la Junta, anunció en 2016 que su departamento se comprometía a incluir en los acuerdos de patrocinio de eventos deportivos cláusulas específicas que supondrían eliminar el concepto de mujer objeto tanto en las ceremonias de trofeos como en las propias competiciones. Además de fomentar actuaciones dirigidas a la igualdad de género. Unas medidas que, por el momento, no se han traducido en soluciones concretas.
Quizás por lo anterior desde Ganemos Jerez han impulsado una iniciativa para erradicar la "cosificación de la mujer" en el Gran Premio de España. Para ello, la marca de Podemos en Jerez presentará en el pleno municipal una propuesta apoyada por hasta siete colectivos feministas de la provincia de Cádiz para eliminar "una costumbre injusta y denigrante, que trata a la mujer como un simple objeto con evidentes connotaciones sexuales". Pretenden así sentar "un precedente ejemplar a nivel internacional", ya que dar a la mujer "un papel ornamental, hipersexualizado y, en algunas ocasiones, vejatorio" es "desde hace muchos años habitual" en "las competiciones deportivas en el mundo del motor".
Además, según Ganemos Jerez, este tipo de publicidad incumple la Ley General de Publicidad, en la que afirman que se declara ilícita "la publicidad que presente a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados". También es contraria, según Ganemos Jerez, a la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y a la Ley de Comunicación Audiovisual de Andalucía.
El Gran Premio de España de MotoGP tendrá lugar del 5 al 7 de mayo en el circuito andaluz, en la que será la cuarta prueba puntuable del Mundial y la primera en territorio europeo.