La montaña rusa en la que se ha convertido el campeonato del mundo de MotoGP, provocada por el suministrador de neumáticos Michelin, ha llevado a Maverick Viñales a la desesperación. El piloto de Yamaha ha sumado tres triunfos esta temporada (Losail, Termas y Le Mans), aunque en Mugello pudo luchar por la victoria pero se conformó con la segunda plaza pensando en la pelea por el campeonato.
En Austin no sumó ningún punto tras una caída en los compases iniciales de la carrera, mientras que en Jerez finalizó sexto. La debacle protagonizada en Montmeló, donde concluyó décimo, ha colmado la paciencia del piloto español, que acusó problemas con el neumático trasero que provocaban que en plena recta pareciese que no avanzase.
“Tengo claro que el problema no es la moto. Vengo de ganar y hacer segundo y aquí acabo décimo. No me entra en la cabeza porque yo siempre doy el 100%. El equipo tampoco entiende lo que está pasando. Llegas aquí con motivación, pensando en luchar por estar arriba, y luego acabas décimo; y porque Aleix ha roto el motor y otros pilotos no han acabado, sino hubiera sido decimosexto. Me marcho a casa sin saber qué es lo que ha pasado y no muy motivado, la verdad. Esto es un drama, tengo la motivación por los suelos”, afirmó el líder del campeonato del mundo de MotoGP, que ha visto como su renta en la general se ha reducido a siete puntos sobre Andrea Dovizioso y a 23 sobre Marc Márquez, el rival que más le preocupa.
Desde Michelin aseguran que la debacle de Yamaha se debe a que la fábrica de los tres diapasones no acudió a Montmeló al test programado hace tres semanas después del Gran Premio de Francia. “El hecho de no haber venido al test no es la explicación a lo que ha pasado. Cal Crutchlow estuvo en el test y ha acabado detrás mío. El argumento de Michelin me parece una excusa porque en Mugello y en Termas no probamos nada e íbamos rápido. La cuestión es que todas las motos funcionen con estos neumáticos”, razona el piloto de Yamaha, que se ha propuesto no volver a hablar del fabricante francés de neumáticos.
“Tampoco quiero quejarme siempre y convertirme en el quejica de MotoGP, pero es que tengo que decir algo. No puedo sentarme aquí y decir que no ha pasado nada. La gente tiene que saber por qué el resultado ha sido el que ha sido. No me creo que mi moto vaya bien en Mugello y aquí no, cuando Yamaha es la moto más estable que he pilotado en mi vida”, asegura con contundencia Maverick Viñales, quien reconoce que psicológicamente estas cosas afectan.
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