La temporada de MotoGP dice adiós como cada año en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, pero nada volverá a ser como antes. Se retira el ídolo de masas de MotoGP, el piloto que hizo grande este deporte con sus victorias al límite y sus locas celebraciones. A sus 42 años, Valentino Rossi ha disputado este domingo su última carrera en la categoría reina dejando atrás un legado que sólo estará al alcance de poquísimo tras conseguir nueve títulos de campeón del mundo, 115 victorias, 235 podios y 65 poles después de 26 temporadas en activo. Il Dottore ha erigido a Pecco Bagnaia como su sucesor en su despedida después de que su pupilo más aventajado sumase su cuarta victoria de un año en el que ha despegado y ha finalizado segundo en la clasificación general.
Bagnaia decidió rendir homenaje a su jefe corriendo con el casco que Rossi utilizó en Phillip Island tras proclamarse campeón del mundo de MotoGP en 2004, en su primera temporada con Yamaha después de su tormentosa ruptura con Honda. Che spettacolo! fue el vivido en Cheste, donde las Ducati firmaron un nuevo triplete liderado por el italiano. Jorge Martín, enfermo con gastroenteritis, finalizó segundo después de verse superado por Bagnaia en el ecuador de la carrera y consiguió sellar el título de mejor debutante del año; mientras que Jack Miller completó el tercer escalón del podio después de que Álex Rins sufriera una caída en la undécima vuelta cuando ocupaba la tercera plaza.
Pecco Bagnaia levanta el casco que Valentino Rossi lució en Phillip Island 2004, tras proclamarse campeón.
Rossi, que partía décimo en parrilla y finalizó décimo, volvió a vivir un momento de gloria cuando se paró en la curva 2 y todos los pilotos de MotoGP hicieron lo mismo para despedirse de él como merecía. Después inició su última vuelta de honor bajo el estruendo de la traca valenciana antes de penetrar en un pasillo humano por el pit lane hasta llegar a su box, donde le esperaban todos los miembros de su equipo para ovacionarle. Che spettacolo!