De izquierda a derecha; Jorge Martín, Pecco Bagnaia y Marc Márquez, en la rueda del prensa del GP de Indonesia.

De izquierda a derecha; Jorge Martín, Pecco Bagnaia y Marc Márquez, en la rueda del prensa del GP de Indonesia. MotoGP

MotoGP

Márquez, una sequía de más de 1.000 días sin ganar y la presión de Bagnaia: "Puede ser un desastre"

El piloto español inicia la segunda parte del campeonato en busca de reengancharse a la pelea por el título. 

17 agosto, 2024 02:15

Muchas cosas han pasado en el mundo del motociclismo desde el 24 de octubre de 2021. El adiós de Valentino Rossi, el bicampeonato de Bagnaia, la llegada a MotoGP de Pedro Acosta... Se han vivido infinidad de momentos desde la última victoria de Marc Márquez en la categoría reina. La última vez que se subió a lo más alto de un podio fue hace 1.028 días.

Entre medias, la carrera del piloto de Cervera ha sufrido numerosos altibajos. Muchas caídas, lesiones, ilusiones con volver a renacer e incluso la marcha de Honda, el equipo que le dio todo y le convirtió en una verdadera leyenda. Precisamente, ha sido este último acontecimiento el que ha vuelto a provocar la ilusión sobre la figura de Márquez. 

Su llegada a Gresini parece haber significado un nuevo punto de inflexión en su trayectoria. Ha vuelto a tener una moto potente y eso le ha permitido plantar batalla en muchas carreras. Sin embargo, todavía se le resiste el triunfo. Suma cuatro podios en la temporada y ha estado alguna vez cerca de subirse al cajón más alto.

Ahora, con la llegada del Gran Premio de Austria y la entrada al ecuador del Mundial, Marc Márquez tratará de poner fin a una racha que se alarga ya hasta casi tres años. Además, tampoco pierde el sueño y el hambre de ser campeón del mundo. Bien es cierto que esto segundo no llegará sin lo primero.

Ahora mismo, el piloto catalán ocupa la cuarta posición en el campeonato. Suma 179 puntos y está a 60 del liderato, en manos del Jorge Martín. Entre medio están Enea Bastianini y Pecco Bagnaia, su compañero de equipo en 2025 con Ducati.

Máxima rivalidad

Márquez y Bagnaia son dos gallo de MotoGP y el año que viene tendrán que convivir en el mismo corral. No será fácil la situación para la fábrica italiana que tendrá que lidiar con los fuegos que se vayan progapando a lo largo del campeonato.

De momento, a meses de compartir box, ya se han intercambiado algunos mensajes en público. Fue Pecco Bagnaia, en la previa al GP de este próximo fin de semana, quien tomó la palabra: "Creo que será super bueno o un desastre. Veremos el año que viene cuando empiece. Puede ser un desastre en el caso de que empezamos a gritar o tener algunas discusiones", afirmó el vigente campeón.

"Pienso que Ducati ha decidido cambiar su estrategia, que fue creer en pilotos jóvenes y darles la posibilidad de llegar al equipo de fábrica y de luchar con los materiales top. Y después cogieron a Marc, que es él piloto que tiene más campeonatos. Seguro que será supercompetitivo, porque ahora ya es muy rápido", añadió al ser preguntado por la edad de Márquez.

Por su parte, el piloto español fue optimista con su entrada a Ducati. "Esperemos que mi llegada sea para bien. Tengo la experiencia de cuando estaba en Repsol Honda y era el mejor del box y llegaron Lorenzo y Mir, dos campeones del mundo, y yo conocía mejor la moto. Para mí será una experiencia distinta. Pecco es el referente, lleva el nº1 en el carenado y necesito aprender de él como hace las cosas, su estilo de pilotaje", apuntó.

"Como es lógico, en un boxe donde hay dos pilotos que van rápido, se ayudan entre ellos. Se ayudan a que crezca el nivel, directa o indirectamente, y esto quiere decir competitividad dentro del garaje, pero puede ser una competitividad sana, con la que nos ayudemos entre nosotros a subir el nivel. Luego, lógicamente, cada uno tiene su equipo técnico, pero no veo por qué tiene que ser mala la relación", añadió.

Del mismo modo, Márquez afirmó que le gustaría que "Pecco" ganara el Mundial porque "será mi compañero el año que viene y prefiero tener al vigente campeon en el box". Una prueba más de la competitividad feroz del español. Es la medicina con la que ha logrado ocho mundiales y es la gasolina que le hace seguir queriendo más.