Jorge Martín y Pecco Bagnaia posan junto a la torre de campeones, en el Museo Nacional de Arte Cataluña.

Jorge Martín y Pecco Bagnaia posan junto a la torre de campeones, en el Museo Nacional de Arte Cataluña. MotoGP

MotoGP

Jorge Martín, ante su cita con la historia de MotoGP: "Me puedo permitir competir sin fijarme en nadie, ser yo mismo"

Montmeló
Publicada

Se conocen desde que eran unos niños, cuando comenzaron a competir en moto, y hasta llegaron a compartir habitación durante dos años en la adolescencia cuando ambos eran pilotos del equipo de Jorge Martínez Aspar. Jorge Martín y Pecco Bagnaia se juegan este fin de semana en el circuito de Barcelona-Cataluña el título de campeón del mundo de MotoGP, pero ambos se respetan tanto que aseguran que no van a recurrir a juegos mentales para desquiciar al rival.

“No vamos a hacer nada para poner en jaque el resultado de Martín. Voy a dar el máximo en las dos carreras, pero no voy a tratar de generar nada; lo que pase, pasará. Sacar 20 puntos en un fin de semana es muy difícil, pero tenemos que dar el máximo. Mi objetivo será ganar las dos carreras y conseguir el título el domingo. Él contará con la ayuda de otros pilotos como Aleix Espargaró, y yo con la de los riders de la Academy de Valentino Rossi. Creo que más o menos estamos en una situación parecida, pero él tiene una ventaja de 24 puntos, puede permitirse jugar con ella”, asegura el vigente campeón del mundo de MotoGP, que llega a la última cita de la temporada en una situación totalmente opuesta a la del pasado año, cuando se plantó en el circuito Ricardo Tormo de Cheste con una renta de 21 puntos sobre el español, que ganó la carrera al sprint y redujo la distancia a 14 a falta de la carrera del domingo.

Nos respetamos mucho. Nos conocemos desde que éramos muy pequeños y creo que esto cambia un poco el desarrollo de la relación. Quizá, si estuviese peleando con otro, no sería esta relación ni mucho menos. Con Pecco es así y nos ha tocado vivir esto. Hay que disfrutarlo, pero todavía no hay nada hecho. Hay que seguir pensando en lo que tenemos por delante”, reflexiona Jorge Martín, que desde que llegó de Malasia, hace dos semanas, no ha cambiado su rutina habitual de preparación.

“He hecho, básicamente, lo mismo. He entrenado igual y he comido igual. He vuelto a Andorra, pero sí he tenido un choque con la realidad por el frío que hace. Cuando me fui al periplo transoceánico era verano y he vuelto en invierno, hasta ya ha nevado. Mi rutina ha sido la misma porque quiero mantener la misma mentalidad. Es un fin de semana más. Mi objetivo va a ser pilotar al 100%, como es siempre y como en Malasia. Obviamente, con un poco más de cabeza. Luego, ganar o no, será una consecuencia de hacerlo bien o mal. Me puedo permitir competir sin fijarme en nadie, ser yo mismo”, explica Martinator, al que le bastaría ser séptimo en ambas carreras para proclamarse campeón del mundo de MotoGP.

El español se muestra más relajado que la pasada temporada ante su crucial cita con la historia, un estado fruto del trabajo que ha llevado a cabo a lo largo del curso con su psicóloga. “El año pasado idealicé mucho el hecho de ganar, estaba muy obsesionado con ganar y pensaba que me cambiaría la vida. Yo creo que pase lo que pase el domingo o el sábado, mi vida va a ser exactamente igual. Quiero ganarlo, porque quiero ganarlo por mi gente, por mi equipo, por mi familia, por los periodistas que me apoyáis, por la gente que está en las gradas apoyándome, por ellos. Es así, a mí no me va a cambiar nada. Mañana seré el mismo, el martes me subiré a la Aprilia y el miércoles seguiré entrenando. Quiero hacerlo más por ellos”, resume Jorge Martín ante un fin de semana en el que vivirá una montaña rusa de sentimientos.