Gonzalo Pérez de Vargas (Toledo, 1991) decidió ser portero a los cinco años, casi involuntariamente, en el colegio público Ciudad de Nara, cuando su profesor de Educación Física, Rafael Sierra, preguntó quién quería ser portero. Él levantó la mano y, desde entonces, no ha bajado los brazos. Jugó en el Amibal, el Granollers e hizo su particular Erasmus en Toulouse antes de volver a Barcelona para sustituir a Sterbik.
Ahora, consagrado como internacional y después de hacer un partidazo contra Suecia (19 paradas en 41 disparos), se puede considerar heredero directo de Hombrados y Barrufet. Y sí, también es daltónico -de hecho, en muchas ocasiones no sabe de qué color viste el equipo contrario- y gusta de cocinar. Pero no tira las campanas al vuelo: “Hay que ir partido a partido”.
¿Cómo lleva la preparación antes del partido contra Dinamarca?
Bien. Ayer estuvimos atendiendo a la prensa, luego tuvimos sesión de vídeo a mediodía, comimos, descansamos un poco y nos fuimos a entrenar por la tarde. Y el día del partido, paseamos un rato, otra vez vídeo y por la tarde ya al estadio y a jugar. Pero con muchas ganas de que llegue, porque llevamos dos días de descanso y ya al tercero se nota.
¿Están pasando mucho frío?
Pues la verdad es que el tiempo es un poco cambiante. Amanece con sol, luego se nubla… Pero sí, la sensación es de frío. Durante el día estamos a ocho o diez grados bajo cero, y luego por la noche aumenta.
¿Ha probado la comida polaca?
Normalmente comemos en el hotel, pero el día de la victoria contra Suecia, cuando se terminó la primera fase, nos fuimos a comer todos fuera y nos gustó bastante. Eso sí, donde se pongan unas migas o un pisto manchego... Pero estamos comiendo bien. No nos podemos quejar.
Y si no se queja usted, que es el Ferrán Adriá de la selección…
[Sonrisas] No, no, aquí somos muchos los que nos metemos entre fogones. Pero sí que me interesa la cocina. Me gusta hacer risotto, cordero al horno, pescado de diferentes maneras... Voy probando e indagando. El problema es que no tengo mucho tiempo y, a veces, simplemente, recurro a algo rápido.
Al parecer, están jugando mucho a la pocha. ¿Gana alguna partida?
Pues la verdad que el año pasado, cuando empezamos a jugar, no ganaba ninguna. Pero en este Europeo ya está todo más igualado y nos vamos repartiendo las victorias. Lo importante es no quedar último…
Hablando ya de balonmano. Hacen un buen partido contra Alemania, pero fallan contra Eslovenia. ¿Qué pasó ese día?
Pues que teníamos una gran selección enfrente y que juega más o menos como nosotros, y eso siempre nos cuesta. Tuvimos un inicio un poco malo y luego lo sufrimos durante el resto del partido. Al final, conseguimos un empate cuando todo estaba perdido y a la postre ha sido importante para pasar con cuatro puntos a la Main Round.
Quizá fue un mazazo a tiempo.
Puede ser, cometimos errores, hemos hablado sobre lo que hicimos mal y eso nos sirvió de toque de atención. Ese día nos dimos cuenta de que no podíamos salir así y luego lo solucionamos contra Suecia.
Y además con un partidazo suyo, con 19 paradas en 41 lanzamientos.
En defensa estuvimos muy bien y eso me ayudó a mí a hacer paradas. Pero lo importante es que conseguimos la clasificación. Después me felicitaron el entrenador y los compañeros. Estamos en una buena posición y con cuatro puntos.
Si Sterbik se recupera, igual usted es suplente. ¿Cómo asume ese rol?
Bueno, él está mejor de los isquiotibiales y podría jugar contra Dinamarca. Pero lo llevamos bien. Somos dos personas muy tranquilas y sabemos que es imposible estar en condiciones todos los días. Tenemos que estar preparados para jugar y lo importante es que hemos respondido en la portería los tres partidos. Nos echamos una mano siempre que es necesario. Es un placer trabajar con él.
Ahora llegan Rusia, Dinamarca y Hungría. ¿Qué es lo que más temen de ellos?
Siendo sincero, no hemos visto demasiado de ellos en la primera fase. Dinamarca lleva una línea muy parecida a nosotros, tuvo problemas para superar a Montenegro y luego se clasificó con cuatro puntos con buenas sensaciones. Hungría, en cambio, creo que no fue muy convincente ante Alemania: tuvo muchas pérdidas de balón y falló muchos lanzamientos. Y Rusia ha cambiado la cara con el nuevo entrenador.
¿Se ven en semifinales si consiguen la victoria ante Dinamarca?
Estaremos muy cerca, pero no podemos contar con que vamos a ganar a Hungría y Rusia sí o sí. Dependerá de muchas cosas. Pero, de momento, hay que centrarse en Dinamarca.
Por cierto, ¿cómo lleva que le comparen con Barrufet y Hombrados?
Es una buena señal y un orgullo para seguir trabajando, pero cada uno tenemos nuestra forma de jugar y ocupar su sitio ahora en la selección da fuerzas para seguir.
¿Se han prometido no venirse sin el oro?
No nos hemos prometido nada y es difícil, pero estamos aquí para conseguir la medalla de oro y la clasificación para los Juegos Olímpicos.
Y personalmente. ¿Se tiñe de verde si ganan el oro?
[Sonrisas] No, de momento no. No hemos prometido nada. Cuando ya esté todo más avanzado, entonces veremos…