La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ya ha anunciado cuándo decidirá si vuelve a acreditar a Rusia y sus atletas para la disputa de competiciones internacionales. Será el 17 de junio, menos de dos meses antes de los Juegos Olímpicos de Río en los que todavía peligra la representación de la federación rusa de atletismo.
Según el comunicado de la IAAF, su consejo se reunirá en Viena días antes de los campeonatos nacionales en los que los deportistas rusos deben lograr la marca mínima para disputar la cita olímpica. En marzo pasado, el organismo presidido por Sebastian Coe aplazó hasta mayo una decisión definitiva sobre la situación de los atletas rusos. Éstos tienen prohibido participar en competiciones internacionales, como ocurrió en los Mundiales de pista cubierta celebrados en marzo en Portland.
Coe aseguró entonces que la federación rusa aún tiene varios meses de trabajo por delante para cumplir con todos los criterios de la lucha antidopaje y ganarse el derecho a volver a la familia del atletismo. Por orden de la IAAF, Rusia ya ha elegido un nuevo presidente de su federación nacional, desarticulado la agencia antidopaje y apartado a los entrenadores implicados en prácticas de dopaje.
Además, Rusia y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) acordaron esta semana que dos expertos independientes sean responsables de la lucha contra el dopaje en el deporte ruso. Dichos expertos, que han sido nombrados por la AMA, residirán permanentemente en Rusia y tendrán libre acceso a todos los departamentos y acciones relacionadas con la lucha antidopaje.
El objetivo de dicho acuerdo es evitar la injerencia, precisamente de lo que la AMA acusó en su momento a los directivos del atletismo ruso, y garantizar que el sistema antidopaje sea totalmente independiente. Anteriormente, Rusia y la AMA ya acordaron la creación de un órgano supervisor para garantizar la independencia de la agencia antidopaje rusa, RUSADA, implicada directamente en el escándalo que rodea al atletismo ruso.
Por otra parte, todos los atletas rusos que tengan posibilidades de competir en los Juegos de Río tendrán que someterse a tres controles independientes de manos de la IAAF, como mínimo, antes de viajar a Brasil. El actual escándalo estalló a finales de 2014 por el reportaje de la televisión alemana sobre la existencia en Rusia de un sistema de dopaje promovido por el Estado, similar al que instauró la vilipendiada RDA.
Un año después la Federación Rusa de Atletismo se vio privada de su licencia, lo que podría dejar a leyendas como la pertiguista Yelena Isinbayeva, doble campeona olímpica, sin acudir a Río.