Una nueva tragedia ha vuelto a poner de luto la lucha libre. El luchador de la UFC Josh Samman murió este miércoles a los 28 años a causa de una sobredosis, según apuntan las últimas investigaciones, después de pasar cinco días hospitalizado en un hospital de Florida.
El informe toxicológico revela la presencia de varias drogas no especificadas que le provocaron una sobredosis. La Policía encontró al luchador inconsciente pero con pulso el pasado jueves, hasta que ayer se declaró su muerte cerebral.
Samman comenzó en el circuito MMA -artes marciales mixtas- en 2007. Tras una carrera que crecía a velocidad de vértigo, en 2013 participaría en un reality llamado 'El último luchador'.
Más tarde, hizo su aparición en la UFC -el campeonato mundial de lucha definitiva- debutando con un noqueo a Kevin Casey, el yerno de Muhammad Ali. Tras varias varias victorias en la categoría, Samman se animó a publicar su autobiografía, en la que detalla su intensa relación con las drogas.
A pesar de ello, Samman se hizo una figura reconocida en la UFC e, incluso, se dedicó a la promoción de la competición en su Florida natal, lo que "ha dado a cientos de aspirantes la oportunidad de perseguir sus sueños como luchadores profesionales", tal y como señala su familia en un comunicado.