Para Russell Stringer Bell, el narcotráfico sólo se puede comprender a través de las leyes económicas que regulan el mercado. También reconoce que es una cuestión de gangsterismo, intimidación, extorsión, asesinatos... y "de que conozcan tu nombre en cada jodida esquina del gueto", por supuesto. Pero la visión empresarial de este genial personaje de la serie 'The Wire' lo termina por convertir en un hombre de negocios empeñado en estructurar el crimen organizado como si fuera una empresa en legítima competencia, obsesionado tanto con eliminar a sus rivales como con la elasticidad de la demanda.
Idris Elba, el actor británico que dio vida a Bell en la serie -y que suena como uno de los favoritos para ser el primer James Bond negro de la historia-, asume con tanta naturalidad la versatilidad del mejor personaje de su filmografía que ha decidido embarcarse en un experimento sin precedentes: convertirse en doce meses en un profesional del kick boxing. Una tarea para nada sencilla, ya que ni su 1,90 de altura ni sus papeles de 'tipo duro' en series y películas le garantizan ser un luchador competente; un reto para el que el canal británico Discovery le ha preparado a conciencia.
Como sucedía en Rocky, este 'docu-reality' abarca desde el entrenamiento físico al que se ve sometido Elba en las calles hasta llegar a pelear en un ring contra rivales profesionales. El riesgo es máximo: en el kick boxing -un estilo de combate que combina disciplinas tan dispares como el boxeo, el kárate o el muay thai- es habitual que los luchadores acaben noqueados tras recibir puñetazos o patadas en la cara e, incluso, pueden perder la vida, como se recuerda en el tráiler promocional del programa, que se estrena este martes a partir de las 22 horas.
Una preparación extrema
Por el camino, Elba deberá someterse a una extrema preparación tanto física como mental. Paso a paso. Desde el golpeo rítmico al almohadón del sparring hasta los primeros combates en el gimnasio contra jóvenes talentos. Sufre el esfuerzo al que se ven sometidos los luchadores de kick boxing y no consigue aguantar físicamente ni los dos primeros asaltos en los que participa. Apenas le han rozado, se queja el entrenador del gimnasio que ayuda al actor durante sus primeros pasos. Pero el problema es la inexperiencia. Y la falta de fondo.
Al trote, con la sudadera empapada por el esfuerzo, Elba gana el tono físico suficiente para volver al gimnasio y comenzar su preparación técnica. Sin embargo, su instrucción sólo acaba de comenzar y el actor visita a un maestro japonés para "aprender a controlar" su mente. Y a resistir el dolor. Porque la terapia de palos a la que somete al luchador novel no es apta para cualquiera. Golpeando el cúbito con su puño e, incluso, con un bate de madera, el entrenador trata de Elba sea capaz de aguantar un combate tan exigente como el que le espera.
Lo que no desvelan los tráilers y extractos de 'Idris Elba: Fighter', que es como se llama el programa, es si el actor se logrará convertir en luchador profesional de kick boxing; si las horas de trabajo que invierte en su preparación -mientras continúa con su carrera en la gran pantalla- le permitirán alcanzar un objetivo tan difícil como pelear de tú a tú con un profesional. La experiencia dice que sí: cuando en 2013 rodó 'Idris Elba: Rey de la velocidad', practicó en calles, circuitos e incluso trazados a través de los cuales derrapar con un coche de rallies hasta lograr llamarse a sí mismo 'piloto'.