El equipo de Nueva Inglaterra, comandado por su quarterback Tom Brady, venció en la final de la NFL a los Falcons de Matt Ryan en un partido que se fue hasta la prórroga y que significa el quinto título para el que, desde esta madrugada, pasa a ser el mariscal de campo más laureado en la historia de la liga.
El NRG Stadium de Houston, Texas, ha sido en la madrugada de este lunes el escenario para el partido que enfrentaba a los Falcons de Atlanta y a los Patriots de Nueva Inglaterra en busca del título por excelencia en la NFL, la Super Bowl.
En su 51ª edición, el trofeo no ha defraudado a lo amantes de este deporte. Con Tom Brady en su séptima aparición dentro de la competición, más que nadie en la NFL, y tras llevar a cabo la mayor remontada jamás vista en este partido, los Patriots se llevaban a casa una de la finales más igualadas de la última década.
En cuanto al espectáculo ofrecido en lo extradeportivo, cabe destacar la controversia en los descansos con anuncios de aceptación, diversidad e inmigración que desafiaban a las ya habituales declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump.
En este partido, que disfrutaron más de 100 millones de espectadores por todo el mundo, los Falcons desplegaron de inicio un juego muy atractivo en ataque mientras los Patriots luchaban por mantenerse a flote.
Tras un primer cuarto que terminaba 0-0 y en el que se pudo ver a ambos equipos con ocasiones, los Falcons saltaban al campo en el segundo cuarto para terminar la primera mitad con 21 puntos en su casillero.
Después de 3 touchdowns por valor de 6 puntos, más el punto extra de pateo, los Falcons imponían su juego en el segundo cuarto y se ponían el partido de cara al llegar al descanso.
Por su parte, en el otro lado del campo, las respuestas de los Patriots, con un Tom Brady casi desprotegido y fuera de lugar, se basaban en posesiones malgastadas y bloqueadas que concluirían con una intercepción de Robert Alford, jugador defensivo de Atlanta, que correría hasta anotar un touchdown a 2:21 minutos del final. Esta jugada cerca de finalizar el primer tiempo reflejaba el dominio de Atlanta hasta el momento, a la vez que subía el 0-21 al marcador.
La única ocasión para anotar que tuvieron los Patriots en la primera mitad vino a través de un pateo por parte de Stephen Gostkowski cuando el reloj marcaba 5 segundos para concluir y que, al no venir precedido por un touchdown, sumaba 3 puntos para New England.
Con esta jugada el partido se iba la descanso 3-21. Camino de los vestuarios detrás de un Brady frustrado, la considerada como mejor defensa de la temporada en cuanto a puntos recibidos de Belichick y Nueva Inglaterra no había sido rival en la primera mitad para Matt Ryan y unos Falcons, que fueron superiores.
Un Half-Time Show a la medida del espectáculo
Pero no todo giró alrededor del fútbol en este partido. Como cada año, en el descanso del partido tuvo lugar el famoso Half Time Show de la SuperBowl, uno de los espectáculos musicales más vistos del mundo en el que se reúne a los mejores artistas del planeta. Este año fue el turno de de Lady Gaga para entretener a los aficionados que presenciaban el partidos en el NRG Stadium anoche y que cantaron y saltaron con sus canciones más conocidas. La actuación de la cantante no dejaba indiferente a nadie y llevaba a cabo un juego de luces y fuegos, tanto artificiales como en llamaradas, para el recuerdo de los que estuvieron allí.
Nunca se había remontado 25 puntos
Tras ponerse el balón en juego para dar comienzo a la segunda mitad, y después de varias ocasiones desperdiciadas por ambos equipos, eran los Falcons los primeros en anotar bien entrado el tercer cuarto del partido el que sería su último touchdown de la noche ante unos Patriots que seguían fallando.
A partir de ese momento, y con 25 puntos de desventaja, los Patriots se lanzaron en busca del milagro en el último cuarto para igualar el encuentro gracias a la actuación un Tom Brady, que ganó su cuarto galardón al mejor jugador de la final y que se echó al equipo a la espalda. Brady demostraba de esta manera porque está considerado por muchos como el mejor jugador de su generación en su posición de líder ofensivo. Así, el último cuarto acababa con un balance de 19-0 para Nueva Inglaterra y certificaba el empate. Los Patriots mandaban el partido a la primera prórroga que se haya visto jamás en una SuperBowl y terminaban ganándola en el tiempo añadido por un global de 34-28.
Esta SuperBowl, considerada ya por muchos como la mejor que se haya visto, se convierte este lunes en la quinta que ganan los Patriots desde el 2001, a la vez que convierte a Belichick y Brady en leyendas en activo de la NFL.