Era la primera vez que se veían las caras en una carrera de 400 metros y todo saltó por los aires. Bruno Hortelano y Óscar Husillos son los dos atletas españoles del momento —y del futuro—. Esta tarde, en el Meeting de Moratalaz, en Madrid, el calificativo de histórico se queda corto. Ambos pulverizaron la plusmarca nacional en la vuelta a la pista, un registro, 44.96s, que databa del año 1989. Hortelano fue el más rápido con 44.69s; le ganó a su compañero Husillos (44.73s) en los metros finales, en un sprint agónico, y luego se emocionó al agradecer el cariño del público: "El guante —se destrozó la mano derecho en 2016 en un accidente de coche— es un pequeño símbolo para recordar los malos momentos y celebrar los buenos", dijo en la zona mixta entre selfies con los más jóvenes.
Justo aquel año, en esta misma pista, batió el récord nacional de 100 metros dos veces en la misma tarde (10.06s). En los Juegos Olímpicos de ese verano también logró la mejor marca española de la historia en los 200m (20.12s) y se colgó el oro en el Europeo de Ámsterdam. Tras sufrir un calvario que le alejó del tartán durante más de una temporada, Hortelano ha vuelto más fuerte y más rápido que nunca. En su poder ya están las tres plusmarcas nacionales en las pruebas de velocidad (100m, 200m y 400m). Boltenalano, como ya le llaman algunos.
Sin tiempo de asimilar la estratosférica marca, el atleta formado en Estados Unidos y estudiante diez ya piensa en el siguiente objetivo: revalidar su corona continental en el doble hectómetro e intentar bajar de los 20 segundos. "Yo siempre sueño en grande y no me pongo ningún tipo de barrera. Adrian [Durant, su entrenador], me dijo que seguiría corriendo 400m hasta bajar de 45s. Es la realidad, mis piernas tenían una mejor marca que la de Bélgica [en Hengelo paró el crono en 45.67s]", dijo Hortelano. Alberto Armas, el representante del atleta, reveló que Durant había apostado por un registro de 44.74s. Apenas se equivocó en cinco centésimas. El atletismo es un deporte más medible de lo que a priori puede parecer.
La carrera arrancó rapidísima. Hortelano salió a ganar porque "así es como salen las marcas". Aguantó la aparición del ácido láctico en la recta final como si lo suyo fuese la velocidad larga y no la corta. Al cruzar la línea de meta, Husillos, el rayo de Astudillo, el efímero campeón del mundo indoor de 400m del pasado invierno, agitaba la mano con asombro al fijarse en el marcador electrónico. Pensaba que no podía ser real. Señalaba a Bruno diciendo: "Sí, has sido tú". Cuando la pantalla desveló las marcas, ambos se fundieron en un abrazo, porque la deportividad y el compañerismo es lo más importante para dos atletas humildes que viven el atletismo con tremenda pasión y que hoy han colocado la primera piedra de una rivalidad que puede ser tremenda.
"Me he visto ganador", confesó Husillos al término de la carrera. "Estaba con confianza los últimos 80-100 metros pero en cuanto he visto el crono sabía que Bruno era el que había hecho el récord porque había metido el cuerpo un poco antes". El palentino, que vuelve a bajar de los 45 segundos después de la trágica carrera de Birmingham y demuestra que realmente vale esos 44.92s —y más, como se ha demostrado hoy—, resumió perfectamente lo que se ha firmado este viernes en la pista azul de Moratalaz: "Es la mejor carrera de 400m en suelo español de la historia. (...) Las marcas son importantes, pero el espectáculo más".
Ahora, el futuro pasa por Berlín, donde se celebra el Europeo a principios de agosto. Hortelano ya ha avisado de que el 400m no es su prueba, solo un entrenamiento, "el principio" de algo grande. Husillos, por su parte, con esa inconformidad que le caracteriza, cree que "queda mucho por decir y mucho margen de mejora". Que tiemble el nuevo récord, a ver cuánto dura. Lo que sí ilusiona es el relevo 4x400m español. Si el verano pasado en el Mundial de Londres los 4 fantásticos cosecharon una descomunal quinta plaza, la pregunta ahora pone la piel de gallina. Con Hortelano en el equipo, ¿cuál es el límite? Responde Husillos: "El objetivo son los Juegos de Tokio. Tenemos un relevo increíble".
Como anécdota, ni Bruno, ni por supuesto Óscar, ganaron la carrera. La victoria fue para el dominicano Luguelín Santos, medallista olímpico en Londres 2012, con 44.66s. Da igual; fue una jornada histórica para el atletismo español, pero también para el chino —Su Bingtian completó el hectómetro en 9.91s, mejor marca del país— y para el italiano, que vio a uno de sus atletas, Filippo Tortu, un joven blancucho de 20 años recién cumplidos, romper por primera vez la barrera de los 10 segundos en los 100 metros —el tercer europeo que lo consigue— y borrar de las listas un récord perteneciente al gran Pietro Mennea.