Javier Hernanz, el piragüista al que robaron la medalla: "No hay profesionalidad, me siento desamparado"

Javier Hernanz (1983, Asturias) no esconde su tremendo enfado tras lo ocurrido en el Campeonato del Mundo de Piragüismo en Portugal. Tras una preparación de varios meses y mucho sacrificio, se quedó sin medalla por la torpeza de los jueces y el juego sucio de Eivind Vold. El noruego golpeó varias veces al asturiano, para luego saltarse la sexta boya y llegar así con mas posibilidades de conseguir una de las tres preseas. 

El piragüista español, ganador de cinco medallas en los Campeonatos Europeos y plata en el Campeonato Mundial de 2003 en el K2, no pudo optar a ninguna en el Mundial de Piragüismo de Portugal a pesar de tener en sus manos el oro en la prueba de K1 5.000 metros. Un encontronazo con el palista Eivind Vold arruinó sus opciones al título y una polémica decisión de los jueces le 'robó' el bronce. Hernanz, a falta de un recurso que lo cambie el resultado, finalizó cuarto y el noruego fue finalmente tercero. 

EL ESPAÑOL ha hablado con un Javier Hernanz triste, enfadado, desilusionado e impotente por lo sucedido, donde ha comentado sus sensaciones y cómo vivió el momento. A la espera de si finalmente logra la medalla por la vía legal, el piragüista asegura que hay muy poca profesionalidad en su deporte en comparación con otros. 

El amargo día después

"Bastante triste debido a que era una situación propicia para haber sacado un oro. Venía entrenando muy fuerte todos estos últimos meses, con mucho sacrificio, y encontrándome muy bien. Había conseguido coger desde bastante atrás la cabeza de carrera, por lo que duele aún más", comenta.

Hernanz, al terminar la carrera, pudo hablar con el noruego Vold sobre lo sucedido en la parte final de la prueba: "Todo estaba bien encarrillado para luchar por el oro en los últimos 200 metros hasta que ocurrió todo. Al terminar la regata le comenté que me había jodido el Campeonato del Mundo".

Viendo la decisión final, el piragüista español no esconde su tremendo enfado con los jueces de la regata. "Me siento desamparado y ninguneado debido a que los jueces no han hecho nada. Tienen prisa por irse a su casa y hacen la vista gorda, para evitarse líos, a pesar de que saben perfectamente lo que ha pasado", afirmó. 

Desilusionado con lo acontecido, no entiende por qué pasan estas cosas: "Dos o tres jueces tienen prisa por irse y se van. Una serie de despropósitos. Yo soy el máximo defensor de mi deporte, lo fomento, pero a veces no tengo palabras para decir lo desilusionado que estoy con el piragüismo".

Su versión de lo ocurrido

"A falta de pocos metros para el final de la regata, el noruego Vold golpea conmigo dos o tres veces, sacándome casi del campo. Durante este lance, él se salta la boya lo que hace que me saque 20 metros para poder remontar al final, cosa que no pude finalmente". Así narra cómo vio todo desde su regata, donde estuvo luchando por el oro, para acabar conquistando el bronce aunque finalmente le fue arrebatado. 

¿Prosperará el recurso?

"Normalmente la experiencia que tengo en este tipo de circunstancias es que nuestro deporte no es tan profesional en muchos aspectos. En cualquier otro deporte habría unos trámites legales para cualquier tipo de reclamación, pero en el nuestro se los pasan por el arco del triunfo y dan las medallas por darlas", comenta Hernanz. 

Sobre el recurso, Javier explica cómo actuó el máximo organismo de piragüismo. "España pone una reclamación y dice que el noruego se salta una boya. Noruega llega con un vídeo en el que se ve como pasa la quinta boya, diciendo que aquí está la prueba, a lo que el juez dice que vale. Pero nosotros reclamamos que la que realmente se ha saltado es la sexta". Al acabar la regata, Hernanz se dirigió al podio y fue cuando los jueces le dijeron que se fuese de ahí. 

Vold le comunicó a Javier, que si España seguía adelante con la reclamación, él diría que se había saltado la boya. "Eso sí, no dijo nada al subirse al podio tras saber que había cometido una irregularidad", comenta Hernanz. "Vold debería decir que cometió algo ilegal, que no merece esta medalla, sería bueno para el deporte. Yo hubiese hecho eso", explica el deportista español. 

La falta de profesional en el piragüismo

"Lo es debido a que los intereses económicos de este deporte son pequeños. No hay grandes marcas como patrocinadores, hay poco dinero invertido. Si las marcas viesen mermados sus beneficios debido a una negligencia de este calibre, perjudicando a uno de sus deportistas, moverían lo que pudiesen para emprender acciones legales, para que haya más cámaras y una cobertura mucho mayor. En el piragüismo no es así, por los que nos sentimos desamparados. Ocurren ciertas cosas que devalúan nuestro deporte", subrayó Hernanz. 

Una medalla con su nombre

El desconcierto en los instantes posteriores al K1 5.000 fue tal que no sólo Javier pensó que había ganado el bronce. La dirección de la regata pasó a la televisión el resultado de la carrera con la descalificación de Vold y la medalla para Hernanz. Por si fuera poco, los responsables de repartir las preseas a los ganadores también se la concedieron al palista español. El bronce que recibió el piragüista noruega tenía grabado 'Javier Hernanz'.

"Un seguidor mío me enseñó la medalla con mi nombre cuando se acaba la ceremonia de entrega. Estaba ya entregada porque oficialmente salió que yo era tercero. Viendo todo esto y más cosas que han pasado, es normal que esté disgustado con mi deporte, no es normal que se cometan estas irregularidades", concluyó el español que ha visto como todo el esfuerzo del año se ha ido al traste por una decisión más que polémica de los jueces.